La UBA se declaró en contra de los vouchers, una de las principales propuestas de Javier Milei

Toda manifestación pública realizada en estos días no puede dejar de ser leída en clave electoral. Es el caso de la declaración, difundida este jueves, del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en contra de una de las principales propuestas del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei: los vouchers educativos.

En un documento firmado por el rector, Ricardo Gelpi, y por el secretario general, Juan Alfonsín, el gobierno de la casa de altos estudios expresó “la preocupación de la comunidad universitaria ante el aumento y difusión de propuestas de arancelamiento de la educación superior y/o de sistemas de vouchers educativos que colisionan con la responsabilidad indelegable del Estado sobre la educación en nuestro país y que son contrarias a la Constitución Nacional y a las leyes vigentes”.

Tanto Gelpi como Alfonsín son hombres del radicalismo. De hecho, el secretario general es nieto del expresidente de la Nación Raúl Alfonsín. El documento no lleva la firma del diputado nacional Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA, que también pertenece al radicalismo, concretamente a la línea porteña del nosiglismo y que tiene como principal referente al senador Martín Lousteau.

Sin embargo, Yacobitti ya ha expresado su coincidencia con el rechazo a los vouchers educativos expresada por la Federación Universitaria Argentina (FUA), conducida por la Franja Morada, alineada con el diputado nacional.

Aunque no se menciona a Milei ni tampoco a su rival, Sergio Massa, en la víspera de la veda electoral y a 48 horas de la segunda vuelta, este pronunciamiento institucional supone un guiño al postulante de Unión por la Patria; más precisamente, un guiño del radicalismo.

¿Qué dice el documento?

En los considerandos, el Consejo Superior de la UBA recuerda que “la última experiencia de arancelamiento de la educación superior fue aplicada en el período 1976-1983, durante el gobierno de facto de la última dictadura militar” y que “en 1983, con la restauración y consolidación democrática, se consagró definitivamente la eliminación de los aranceles universitarios y la gratuidad de la educación superior en nuestro país”.

“El histórico, rico y amplio debate de la Convención Nacional Constituyente de 1994 refleja la indeclinable decisión del constituyente de establecer el principio de la gratuidad [de la educación pública], sin condicionamientos ni limitantes, constituyendo un objetivo esencial del Estado proveer la educación sin discriminación, promoviendo la movilidad social y el derecho humano a la educación”, señala.

El documento sostiene que “las universidades nacionales ocupan un rol central en el sistema educativo, científico y tecnológico nacional, afrontando la formación de recursos humanos de calidad y desplegando proyectos de investigación y desarrollo de utilidad nacional” y que “el impacto de ese aporte por parte de la Universidad de Buenos Aires a la sociedad es innegable, no sólo a nivel local sino también reconocido a nivel internacional”.

JJD