La industria del juguete alerta por la caída del consumo y las importaciones récord
La industria del juguete atraviesa uno de los momentos más delicados de las últimas décadas. La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) informó que el sector opera bajo una combinación de importaciones en alza, consumo deprimido y competencia desleal, tanto formal como por contrabando.
Entre enero y octubre, el ingreso de juguetes alcanzó USD 91,3 millones FOB y 17,5 millones de kilos, con subas interanuales del 59,5% en valores y 94% en volumen. China concentró el 85,7% del valor y el 94,4% del volumen, una participación inédita en veinte años. En paralelo, el número de firmas importadoras trepó de 199 a 530 en un año.
El escenario se complejiza por el stock acumulado de 2024, adquirido con un dólar más bajo y todavía presente en las góndolas. Esta sobreoferta presiona los precios, distorsiona referencias y perjudica tanto a fabricantes como a importadores que cumplen con los requisitos formales.
Cambios demográficos, contrabando y comercios en crisis
La crisis no se explica solo por el frente comercial. La CAIJ subrayó que la tasa de fecundidad cayó de 2,4 a 1,4 hijos por mujer desde 2015, lo que reduce la cantidad de niños y limita la demanda. La población de 0 a 14 años pasaría de 10 millones en 2022 a 9,5 millones en 2025, según datos del Indec. A esto se suma la creciente exposición de los chicos a pantallas y dispositivos digitales, que desplazan al juego tradicional.
El contrabando, estimado en cerca del 30% del mercado, agrava la situación. La cámara advirtió sobre el ingreso de artículos sin certificación, con antecedentes de retiro en otros países e incluso presencia de sustancias prohibidas. También alertó sobre productos ofrecidos como “certificados” que no cumplen las normas nacionales.
En el plano comercial, las jugueterías de cercanía, cadenas y supermercados muestran ventas estancadas, mientras el comercio electrónico crece pero solo explica el 25% de la facturación. Las PyMEs enfrentan dificultades logísticas y financieras, y crece la competencia de plataformas internacionales y compras transfronterizas.
El deterioro se refleja en el cierre de locales históricos, como Rossier en Escobar, Halago’s en Quilmes y Lilián en Trelew. A nivel industrial, “6 de cada 10 máquinas están paradas”, según el titular de la CAIJ, Matías Furió, quien advirtió que la baja de aranceles del 15% “no redujo los precios finales”.
Consumo en baja y estrategias para sostener el sector
El ticket promedio ronda los $22.000 en jugueterías de barrio y los $49.000 en grandes cadenas, donde más del 90% del stock es importado. Los precios van desde productos de $3.000 hasta opciones premium superiores a $350.000, con el 85% de las ventas pagadas con tarjeta de crédito.
La caída del consumo también impacta en industrias asociadas, como la del árbol navideño, que perdió terreno frente a importaciones de menor costo.
Frente al contexto, la CAIJ impulsa acciones promocionales y campañas para reforzar el valor del juego físico en la infancia. Entre el 8 y el 24 de diciembre, promoverá distintos estímulos para el comercio navideño y el 11 de diciembre realizará una nueva edición de La Noche de las Jugueterías, con descuentos y actividades en todo el país.
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