Joe Biden descarta riesgo de “inflación desenfrenada” en EE.UU.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, negó este lunes que exista el riesgo de una “inflación desenfrenada” en su país e insistió en que la situación actual es “temporal”, aunque prometió permanecer “atento” por si las cosas se descontrolaran.
“Nadie está sugiriendo que nos encaminemos a tener una inflación desenfrenada, ningún economista lo ha dicho”, dijo Biden en respuesta a la pregunta de un periodista en la Casa Blanca.
“La mayoría de las alzas de precios que vemos son previsibles y temporales”, señaló en su discurso, en el que atribuyó la situación a la reapertura de la economía tras la pandemia, que provoca “desafíos” de aprovisionamiento de materiales y bienes.
“No se puede relanzar la economía mundial y esperar que algo así no ocurra”, añadió, dando como ejemplo la escasez mundial de microchips que frenó “la producción de autos e hizo subir temporalmente el precio de los coches”.
Otro ejemplo que el primer mandatario dio, fue el de la madera utilizada para construir casas en Estados Unidos, cuyos precios “subieron al inicio de la reactivación pero, en las últimas semanas, bajaron más de 50%”.
Las declaraciones de Biden respaldan a las de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y también las del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quién reconoció que la magnitud del alza de precios le sorprendió pero sostiene que la suba comenzará a ceder en algunos meses.
Powell reconoció la semana pasada que la inflación seguirá siendo “elevada” en los próximos meses, pero dijo que disminuirá una vez que se resuelvan los “cuellos de botella” del aprovisionamiento de materiales y otros problemas temporales.
La tasa de inflación interanual de Estados Unidos correspondiente al pasado mes de mayo se situó en el 5 por ciento, frente a la subida del 4,2 por ciento registrada el mes anterior, lo que representa el mayor incremento de los precios al consumo desde agosto de 2008, cuando el barril de crudo de referencia para la economía estadounidense llegó a superar los 120 dólares.
El fuerte repunte de los precios en mayo en comparación con el mismo mes de 2020 refleja el encarecimiento de la energía, con una subida anual del 28,5 por ciento, la mayor subida interanual desde abril de 1980, mientras que los alimentos subieron un 2,2 por ciento interanual.
De este modo, al excluir del cálculo el efecto de la energía y de los alimentos frescos, la tasa de inflación subyacente de EE.UU. alcanzó el 3,8 por ciento, el nivel más elevado desde 1992.
AB
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