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Análisis

La paz precaria de diciembre

Panorama político Diego Genoud

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A un mundo de distancia de la confusión, la ansiedad y la estridencia que gobiernan a la Argentina, Cecilia Nicolini le envía a Alberto Fernández desde Moscú todas las garantías que le pide. La asesora presidencial que viajó a Rusia junto a Carla Vizzotti mantiene informado a Fernández y le dice que la Sputnik V es “segurísima”, avanza en la verificación a cargo del Anmat, fue certificada por la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain)  y llegará a tiempo sin duda alguna. Egresada de Harvard y encargada de coordinar el operativo oficial para traer 300 mil dosis de la Sputnik V antes de Navidad, Nicolini lleva adelante también la interlocución con Kirill Dimitriev, el director del Fondo Ruso de Inversión Directa que habla un perfecto español. Aun después de las declaraciones de Vladimir Putin, la funcionaria busca transmitir tranquilidad y sostiene que en los próximos días la vacuna será aprobada para ser aplicada a mayores de 60 años. Además, remarca que The Lancet ya publicó los resultados de los investigadores en fase 1 y fase 2 y publicará los ensayos clínicos de la fase 3 antes de fin de año. Habrá que verlo.

Puede omitirse, pero las informaciones cruzadas y las versiones contradictorias que surgen del mismo gobierno se dan en el contexto de una carrera brutal entre potencias globales y una competencia furiosa entre laboratorios para acceder a la vacuna, donde el negocio de las patentes se antepone al derecho a la salud de las poblaciones. De ahí que Fernández haya desistido de su primera gran apuesta por Hugo Sigman y AstraZeneca y que Ginés González García -que nunca abonó el experimento ruso- haya hablado de las condiciones inaceptables que reclama Pfizer. 

Cecilia Nicolini remarca que The Lancet ya publicó los resultados de los investigadores rusos en fase 1 y fase 2 y publicará los ensayos clínicos de la fase 3 antes de fin de año.

El Presidente se juega mucho en Moscú. Piensa que cuando aterrice el primer vuelo de Aerolíneas comenzará a disiparse el largo período de incertidumbre, las cifras de los muertos e infectados -otra vez en ascenso- dejarán de señalar el callejón sin salida en el que se observa a su gobierno y no hará falta revisar el recorte del gasto Covid que Martín Guzmán proyectó para 2021, en la antesala del acuerdo con el Fondo. Las declaraciones de Ginés primero y de Putin después afectaron el ánimo de la residencia de Olivos, donde en las últimas dos o tres semanas se respiraba otro aire, por el tenue repunte que marcaban algunas encuestas. Mañana, Fernández estará con todo su gabinete en Tierra del Fuego como parte del lanzamiento del programa capitales alternas que la pandemia postergó, pero deberá seguir pendiente de lo que le informe Nicolini, de la curva de contagios y de un cuadro social que tampoco da respiro.  

Junto con la suba de la inflación, los números del mercado de trabajo que difundió el INDEC esta semana no dan lugar al entusiasmo. El dato oficial de 11,7% registra una baja con respecto al segundo trimestre pero muestra que a los 2 millones de desempleados se agregan 2 millones y medio de subocupados (13,4%). Más que eso, las consultoras privadas coinciden con el director del Banco Nación Claudio Lozano en que la desocupación real es del 20,6%, si se computa a los que no salen a buscar por el efecto desaliento. Ni la costumbre de una crisis que anestesia a los que no la sufren ni el rebote que viene después de tocar fondo inhiben la profundidad del deterioro social. De acuerdo al último informe del centro de estudios CETyD de la UNSAM, lo que existe es una recuperación a mitad de camino. Del total de 3,7 millones de personas que habían dejado de trabajar en el segundo trimestre del año, poco más de la mitad -2 millones, la mayoría trabajadores precarios y cuentapropistas- volvieron a estar ocupados entre julio y septiembre. Todavía hay 1,9 millones de asalariados menos que en 2019, el último año de la recesión profunda que eyectó a Mauricio Macri del poder. Para la OIT, Argentina es el país que tiene la tasa más baja de ocupación (47,7%) en América Latina, entre 5  y 6 puntos menos que hace un año. 

Sobre ese mapa se sobreimprimen las cifras de la pobreza que puso de relieve la UCA. El gobierno intenta paliar con un paquete de asistencia la eliminación del IFE. El martes próximo, dos días antes de Nochebuena, el Ministerio de Desarrollo depositará un refuerzo de 9.450 pesos para 700 mil inscriptos del programa Potenciar Trabajo. A eso se suma el pago doble de la Tarjeta Alimentar que se acreditó el viernes, la entrega de un 1,7 millón de cajas navideñas y un bono de 5 mil pesos para 50 mil trabajadores de comedores y merenderos. Según los cálculos de Daniel Arroyo, es una erogación de 65.000 millones de pesos por única vez, una forma de compensar del Ingreso de Emergencia que le costaba al Estado 90.000 millones cada dos meses, pero iba destinado a otra franja de la población, la que está apenas por encima de la línea de pobreza y no tiene quién la represente. 

Las cifras del desempleo no dan lugar al entusiasmo. Todavía hay 1,9 millones de asalariados menos que en 2019, el último año de la recesión profunda que eyectó a Mauricio Macri del poder.

Intendentes y dirigentes de movimientos sociales consultados por el DiarioAR coinciden en que el operativo de contención de daños funciona y se combina con la reactivación que se percibe en relación a la cuarentena estricta. Diecinueve años después del estallido, diciembre pasará otra vez, según creen, en el marco de una paz social construida desde la precariedad. Es la arena movediza de problemas estructurales que se agravaron mal pero se conjuga con lo que advierte un ministro de Fernández que recorre el conurbano: la resignación creciente en sectores que no olvidan la experiencia traumática de Macri presidente y cada vez se conforman con menos. 

Sin embargo, hay un foco de conflicto que preocupa al Frente de Todos bonaerense. Si el calor persiste y la demanda se mantiene firme, se pueden repetir los cortes de luz masivos en la tercera sección electoral, el bastión histórico del cristinismo donde Edesur sigue sin responder a los reclamos de vecinos y jefes comunales. El congelamiento de tarifas que ordenó el gobierno lleva la marca de Cristina y aplaza la reducción de subsidios que Guzmán quiere iniciar cuanto antes, pero no frustra las oportunidades de negocios que advierten empresarios ligados al peronismo. 

José Luis Manzano está en Buenos Aires desde la semana pasada. El socio de Daniel Vila vino para cerrar la compra de Edenor con Marcelo Mindlin, el financista que se convirtió en el jugador más grande del negocio energético. Se conocen desde hace tiempo, se vieron a solas en los últimos días y hasta se cruzaron en público en Roldán. Los detalles de la venta los discuten los abogados de la consultora Integra con el estudio Salaberry, que representa al dueño de Pampa Energía. Los dos están interesados. Mindlin hizo circular la versión para después tomar distancia pero se encargó de blanquear sus pretensiones ante el Presidente. Alberto ya no lo denuncia como uno de los favoritos de Macri que se benefició con el tarifazo y ahora lo considera un jugador leal, algo que no tiene garantizado con un Manzano que no sólo adiestra a Sergio Massa desde siempre sino que además trabó una relación estrecha con altos mandos de La Cámpora. El mendocino no le tiene miedo a la Argentina chavista que proyectan el Círculo Rojo y pretende adquirir la mayor distribuidora de luz por una cifra cercana a los U$S 200 millones. El comprador de la IECSA de Angelo Calcaterra dice que quiere concentrarse en Vaca Muerta y busca quizás borrar su cara del álbum de beneficiados por un nuevo aumento de tarifas. En Edenor, afirman que la compañía costaría más de U$S 1000 millones, en otro país y en otro contexto. Al lado del ex ministro del Interior de Carlos Menem anuncian una definición inminente: Manzano vuelve a Ginebra antes de fin de año y la operación requiere su firma. 

Manzano vino la semana pasada a Buenos Aires para cerrar la compra de Edenor y a su lado anuncian una definición inminente. Vuelve a Ginebra antes de fin de año y la operación requiere su firma.

En el horizonte de los que toman decisiones está la reactivación. Eso es lo que dice Teddy Karagozian, el textil liberal que decidió no leer más a los formadores de opinión del establishment, no escuchar más los programas de radio Mitre y no encender la televisión después de las 20 horas. “Parece que todo fuera un desastre y hablan de temas que solo le interesan a ellos. Lo principal es si la gente va a tener empleo o no el año que viene”, repite el dueño de TN & Platex que durante el “huracán Macri” tuvo que cerrar varias de sus plantas y vio reducida su producción a la mitad de lo que producía en diciembre de 2015. Hace 10 días, el industrial le informó a Fernández que cerró el contrato para construir un edificio de 16 mil metros cuadrados en Monte Caseros. Piensa tomar 500 personas y hacer la inaguración en octubre de 2021, como parte de un plan de inversión de U$S 40 millones hasta 2022. Karagozian dice que su producción ya es hoy un 50% mas alta que en octubre de 2019 y está muy por encima de los niveles de pandemia. Si no avanza más rápido, afirma, es porque no puede financiar la compra de maquinaria. Su tesis no circula en AEA, la entidad que dejó de integrar: “Los bancos escuchan a los formadores de opinión y no prestan. El negocio bancario no tiene riesgo, se acostumbraron a prestarle al Estado y no le prestan a los empresarios argentinos”. 

Por supuesto, la obsesión del Círculo Rojo es el rol de la vicepresidenta que decidió reconciliar en el cierre del año la reivindicación de la unidad con la de la era kirchnerista. Cristina ignoró en La Plata el mandato de ajuste del FMI para 2021 y pidió alinear tarifas y precios con salarios y jubilaciones para recuperar la demanda, que cayó al quinto subsuelo en los últimos cinco años. Será parte de la discusión interna el nivel de esa recuperación, después de una caída de ingresos fenomenal: según la consultora Eco GO, medido al dólar oficial, Argentina está entre los tres países que tienen el sueldo mínimo más bajo de América Latina y sacarlo del pozo consumirá como mínimo todo el mandato de los Fernández. 

CFK pidió que los funcionarios y legisladores que tienen miedo al lawfare se dediquen a otra cosa. Entre los apuntados, figura el asesor presidencial Juan Manuel Olmos, que  selló en tiempos de Macri una convivencia redituable con Daniel Angelici en el Consejo de la Magistratura porteño. Por eso, la vice también rescató la intervención de Leandro Santoro en TN, el radical que unos días antes había hecho un discurso en la Legislatura contra la “caja sucia de la política”. 

Entre los apuntados por Cristina figura el asesor presidencial Juan Manuel Olmos, que selló en tiempo de Macri una convivencia redituable con Daniel Angelici en el Consejo de la Magistratura porteño.

En la antesala de las fiestas, la gestualidad del acercamiento entre Cristina y Alberto intenta diluir la tensión y reemplaza el encuentro a solas entre ellos para acordar una política común en torno a cuatro o cinco ejes que trasciendan la emergencia. Algunos en el gobierno piensan que ese mano a mano será inminente de cara al relanzamiento 2021. Habrá que discutir cuestiones de fondo en las que no hay consenso pero también de forma, como el momento en que se envió el proyecto para legalizar el aborto. Según dicen los que la frecuentan, la vicepresidenta piensa que no se trabajaron antes las voluntades necesarias para garantizar su aprobación en el Senado y hoy faltan entre dos y tres votos para que sea ley. Ella, insisten, prefiere no desempatar. 

DG

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