Bariloche sigue en la fase de aislamiento, pero con turismo para el verano

“Todo el país pasa a la etapa de distanciamiento social, con excepción de la ciudad de San Carlos de Bariloche y el Departamento de Deseado, Santa Cruz, que permanecerán en aislamiento”.

El anuncio del Presidente Alberto Fernández realizado el pasado 27 de noviembre golpeó en el centro de la ilusión del empresariado turístico de Bariloche y de la dirigencia política local y rionegrina, que soñaban con una temporada de verano que mitigue el impacto de la pandemia en el turismo.

Fernández tuvo sus motivos para esa decisión: Bariloche se mantiene por sobre los mil casos activos -con 104 fallecidos- y con sólo dos camas de terapia intensiva disponibles. El dato más impactante es el promedio de casos por millón de habitantes: a nivel nacional llega a 160, y en la ciudad trepa a 662.

Así, la elección de la localidad andina rionegrina para pasear por sus lagos y montañas aparece matizada por el temor al contagio de Covid-19, y el éxito de la temporada de verano se muestra lejano.

Bariloche es la ciudad más demandada a través del programa PreViaje que lanzó el Gobierno nacional, y que establece la devolución del 50 por ciento del gasto en pasajes y alojamientos. A mediados de noviembre, el PreViaje había vendido por casi 2 mil millones de pesos y todos los operadores del sector coinciden en que Bariloche es el destino más vendido.

El pasado 4 de diciembre la ciudad se abrió al turismo, por decisión de la Gobernadora Arabela Carreras -nacida en Bariloche- y el Intendente Gustavo Gennuso. Desde entonces la curva de contagios no para de subir. Sin embargo, desde el Ministerio de Salud provincial aseguran que el incremento de casos está relacionado con el comportamiento social y familiar, debido a las reuniones entre las personas más cercanas y al incumplimiento de las medidas básicas de cuidado.

El pasado 4 de diciembre la ciudad se abrió al turismo. Desde entonces la curva de contagios no para de subir. Las autoridades aseguran que el incremento de casos está relacionado con el comportamiento social y familiar

El personal sanitario, junto a científicos/as, universitarios/as, y dirigentes sociales firmaron una nota en la que denunciaron que “la situación actual en Bariloche es muy delicada, la peor desde el inicio de la pandemia por la cantidad de contagios registrados y por la falta de recursos para atender los casos graves. A diferencia de lo que ocurre en casi todo el país y en el resto de la provincia, el número de contagios confirmados de nuestra ciudad sigue creciendo”, escribieron en la carta a las autoridades que ya firmaron más de 2.500 personas.

Paralelamente, la Cámara de Comercio de Bariloche informó que, según una encuesta entre asociados, un 54% de los comerciantes “sufrió una caída nominal superior al 50% de un año al otro”; y el 89% estima que “se mantendrá esa situación en los próximos tres meses”.

Un 85 por ciento de los comerciantes de la ciudad se endeudó para afrontar los meses sin actividad y el 27% de las empresas tuvieron que reducir su planta o suspender parte de su personal.

El 71% de las empresas hicieron uso en algún mes del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) para el pago de salarios, “dato que a partir del mes de octubre cae al 23%, debido a las restricciones impuestas por el gobierno para su otorgamiento. Claramente no se está teniendo en cuenta la realidad de las ciudades turísticas como Bariloche, que sufren un impacto mucho mayor por la pandemia”, se detalló desde la Cámara de Comercio.

En el ámbito de la hotelería el impacto es aún mayor. Desde el 18 de marzo hasta principios de diciembre no hubo ocupación de camas, y la mayoría de los alojamientos se sostuvo con el programa de ATP que estableció un aporte para el pago de hasta el 50 por ciento de los haberes de los trabajadores.

“Hoteles cerrados hubo uno solo, pero sí cerraron muchos restaurantes, sobre todo los que pagaban alquiler. La ayuda del gobierno no llegó para todos. El sector gastronómico quedó más desprotegido”, evaluó para elDiarioAr Claudio Rocatagliatta, titular de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche.

“Desde el 18 de marzo a la fecha el cierre fue total”, explicó y ejemplificó que, una vez abierta la ciudad a la llegada de turistas “el fin de semana largo del 8 de diciembre, la hotelería estuvo en un 15 por ciento de ocupación, con muchos hoteles cerrados, con lo cual si se lo divide por la cantidad de camas disponibles, la ocupación es mucho menor”.

En cuanto a la temporada de verano el sector estima una ocupación en la hotelería cercana al 30 por ciento, y en las cabañas superaría el 60 por ciento, ya que “la gente cambia su forma de vacacionar, pasa a una modalidad más segura de casa propia, entrada propia, y eso hace que las cabañas estén más solicitadas”.

El sector de turismo estudiantil es otro de los más castigados. Durante casi todo 2020 no arribó ni un solo estudiante, y recién desde el 10 de diciembre arribaron grupos de apenas 30 o 50 jóvenes.

En Bariloche se estima que el 47 por ciento de los trabajadores se desempeñan en actividades directa o indirectamente relacionadas con el turismo.

Así, el punto de equilibrio entre la crisis sanitaria y la necesidad de generar recursos a través del turismo parece lejano.

Este jueves, trabajadores y trabajadoras del Hospital Zonal Ramón Carrillo se movilizaron por las calles de Bariloche, y en el Centro Cívico realizaron un homenaje a sus compañeros/as fallecidos.

Uno de ellos repasó que el apoyo en redes sociales, los aplausos, y la costumbre de denominarlos “héroes debido al compromiso y entrega social y moral se han ido desvaneciendo, así como la salud física y mental de muchos trabajadores abandonados por el Estado, que debería garantizar una atención de calidad con personal capacitado descansado y bien pago, con recurso humano y material adecuado”.

Desde la escalinata de entrada a la Municipalidad local, el médico agregó que “la soledad, el miedo, y el sufrimiento son los aspectos más negativos que predominan en esta pandemia, sobre todo la tristeza por la pérdida de nuestros compañeros que no pudieron vencer al virus dejando familias destrozadas, pero orgullosas de su labor”.

Pidió un “homenaje a ellos, los trabajadores de la salud quienes trabajaron incansablemente en esta pandemia y han dejado su vida cuidando a los demás. No serán olvidados”, gritó entre aplausos y llantos. Luego nombró a todas y todos los integrantes del sistema de salud de Río Negro que murieron durante la pandemia.

El Hospital Zonal Ramón Carrillo llegó al límite de su capacidad de atención, y el Hospital Modular prometido por la Nación y la Provincia de Río Negro aún debe esperar. Esa estructura de 655 metros cuadrados -instalado en la zona oeste de la ciudad- estaba previsto que esté en condiciones de atención para el comienzo de la temporada. Este medio pudo saber que recién a mediados de enero estaría listo. Hasta el momento solo se realizó la platea, “y estamos esperando que fragüe”, dijeron las fuentes provinciales.

El Hospital Modular prometido por la Nación y la Provincia de Río Negro estará listo recién a mediados de enero

El Hospital modular tendrá boxes de observación, atención, ambulancias, testeo rápido “y todo lo necesario para afrontar esta pandemia”, se indicó oportunamente desde el Gobierno provincial. Sin embargo, hasta el momento no se detalló qué personal de salud trabajará, es decir cómo se cubrirá la demanda de atención.

Los y las referentes de la salud y la ciencia que firmaron la nota mencionada evitaron confrontar la situación de crisis sanitaria con la necesidad de reactivación económica de la ciudad, pero plantearon que “es imprescindible que las autoridades actúen para garantizar que quienes salen a trabajar, quienes viven en la ciudad y quienes la visitan, puedan hacerlo sin poner sus vidas en riesgo”.

Con la temporada ya en marcha. la postal veraniega de Bariloche, con miles de personas descansado en las costas de los lagos y recorriendo los senderos de montaña, tendrá este año muchos menos protagonistas.

SR