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Bariloche: huelga de hambre en reclamo de ayuda a los trabajadores temporarios del turismo

La carpa de los huelguistas, en el Centro Cívico de Bariloche. Un reclamo de todos los sectores al gobierno nacional.

Santiago Rey

Bariloche —
1 de junio de 2021 12:29 h

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El teléfono de Alejandra suena constantemente. Ya sabe que “son compañeros” que le piden una ayuda, un módulo alimentario o un préstamo de dinero del gremio. Alejandra, delegada de un hotel céntrico, ya no tiene respuestas para dar. Algunos de esos trabajadores temporarios no cobran hace dos meses y la perspectiva de floja o inexistente temporada invernal les augura un futuro incierto.

Alejandra Antenao se sumó a la huelga de hambre que la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA) de Bariloche inició este lunes, y que lidera el propio Secretario general del gremio, Néstor Rasini. Adriana Valenzuela, otra delegada gremial de un hotel, completa el trío de dirigentes que se instaló en una carpa frente al municipio, en el Centro Cívico que sirve de postal cuando los turistas llegan.

Los trabajadores temporarios del sector turístico no desarrollan tareas durante los meses de baja temporada, pero tienen su lugar reservado para cuando, en invierno y verano, los visitantes llenan las calles de la ciudad. Son aproximadamente 1.800 empleados en Bariloche, de los cuales unos 1.400 cumplen tareas en establecimientos que reciben al turismo estudiantil.

Bariloche vive una de las “bajas temporadas más bajas de su historia”, admiten los trabajadores. Por ese motivo, a la habitual angustia de los meses sin trabajo de los empleados temporarios se le suma la imposibilidad de proyectar algún ingreso durante el invierno, cuando la actividad está atada a la situación sanitaria de la propia ciudad, el país y otros sitios como Brasil, principal centro emisor de turismo internacional durante los meses de julio y agosto.

Sentado con una campera y al lado de una estufa a garrafa dentro de la carpa que lo protege de la lluvia y el viento, Rasini explica a ElDiarioAr que esperan que los empresarios hoteleros y gastronómicos acepten el pedido de Nación para que se dé de alta a los trabajadores temporarios ante la AFIP -a través del formulario 931- y de esa forma puedan acceder a los REPRO que el Gobierno central dispuso para los sectores laborales afectados por la pandemia.

No se trata sólo de un trámite administrativo. El alta implicaría la emisión de un recibo de sueldo por parte de los empresarios, por más que, en definitiva, el único ingreso que perciban los trabajadores sea el que aporte la Nación. “Esa situación podría derivar en reclamos judiciales posteriores”, o en la exigencia que se incluya abril entre los meses a pagar, advierten los dueños de hoteles y restaurantes.

Por ese motivo, trabajadores y empresarios piensan más en un aporte directo de Nación como única solución al conflicto.

Para el gremio, la dilación de una respuesta solo hará que se profundicen las medidas de fuerza.

Todos los actores locales del conflicto miran a Nación buscando una respuesta: la UTHGRA orientó en los últimos días sus reclamos hacia el gobierno de Alberto Fernández; lo mismo hicieron los empresarios que esperan un anuncio particular para el sector; y hasta la Municipalidad de Bariloche que multiplica sus gestiones en Buenos Aires.

El secretario de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche, Rubén Kodjaian, repasa que los trabajadores temporarios son convocados para desarrollar su tarea en hoteles “a partir de los meses de junio y julio”, y que, a esta altura de 2021, “la incertidumbre es tal que no sabemos qué va a pasar con la temporada. Las reservas y consultas están relativamente bajas”.

Agrega que “la base de la temporada de invierno con turismo local está concentrada en las vacaciones de invierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires. Pero ni siquiera se sabe cuándo serán las vacaciones” en esos distritos. “Ante esta situación, ¿el turista compra un pasaje, reserva un hotel?”, se pregunta, y explica que “si no hay reserva de plaza no se sabe qué va a pasar con la convocatoria al trabajador temporario”.

Esa incertidumbre es la que se vive en la carpa que la UTHGRA montó en el Centro Cívico, donde Rasini, Valenzuela y Antenao realizan la huelga de hambre y donde cada tres horas toman un poco de agua por recomendación médica. Pasaron la primera noche distribuidos en dos camas y un camastro, con muchas frazadas para soportar los cinco grados de la madrugada.

Rasini recuerda que “ya el año pasado fue muy difícil encontrar respuesta a los reclamos”, y que debieron realizar manifestaciones y cortes de ruta. Finalmente, un acuerdo entre el sector hotelero y el Gobierno nacional combinó aportes públicos -vía ATP- y privados, para completar parcialmente los salarios de los trabajadores. Pero en 2021 no existe la certeza de un convenio similar.

“Desde enero venimos planteando que sería necesaria una ayuda para los trabajadores del turismo estudiantil y el turismo de invierno para los meses de baja temporada”, plantea el dirigente gremial. “Para marzo, abril, mayo y junio, pedimos que accedan a un salario mínimo vital y móvil”, establecido a partir del 1º de abril en 23.544 pesos.

“Estos compañeros de turismo de invierno no reciben ayuda del Estado desde octubre del año pasado, y los de turismo estudiantil desde diciembre”, detalla el secretario general de la UTHGRA Bariloche.

La reactivación para el sector del turismo estudiantil proyectada para fines de 2020 “fue muy escasa”: apenas llegó el 8 por ciento de los jóvenes que se esperaban.

Otros números analiza la Municipalidad. En 2020, Bariloche perdió 25 mil millones de pesos de ingresos por la merma turística y la falta de movimiento económico.

La comparación más directa la realiza el Jefe de Gabinete municipal, Marcos Barberis, en relación a 2019. Ese año llegaron unos 275 mil turistas en el invierno, de los cuales 40 mil fueron brasileños, y unos 60 mil jóvenes del turismo estudiantil. Un año después, prácticamente no entró nadie a la ciudad, y la proyección para 2021 es incierta.

Barberis dice que el gobierno de Bariloche entiende el reclamo y la huelga de hambre de los trabajadores -cuya carpa se ve desde el despacho del funcionario-, y que también “debe ser atendido” el planteo de los empresarios hoteleros.

Al igual que el gremio y los privados, la Municipalidad espera “un gesto” de Nación.

“La posibilidad más clara y directa es que Nación implemente un aporte especial y directo destinado a los trabajadores temporarios”, evalúa Kodjaian. “Este problema no es del sector privado y el trabajador temporario está muy jodido, no tiene un panorama claro. Nosotros compartimos y apoyamos a los trabajadores en este momento”, agrega.

En el gremio sonríen cuando escuchan este posicionamiento. El conflicto entre los trabajadores y los hoteleros de Bariloche viene de larga data y abarca otros reclamos nunca atendidos por el empresariado, recuerdan en la UTHGRA.

“Lamentablemente, siempre la especulación y el querer sacar algún provecho por parte del sector empresarial que tantos beneficios ha recibido, es incomprensible”, resume el secretario general del gremio.

Califica también como “lamentable” el accionar del Gobierno provincial de Río Negro, ya que “nunca gestiona a favor de los trabajadores” en este tipo de conflicto.

Aprieta el frío y los tres dirigentes tienen frazadas sobre las rodillas mientras conversan con ElDiarioAr. “Nosotros venimos del Alto, estamos acostumbrados al frío”, dice Adriana Valenzuela. Del Alto de Bariloche -la zona más pobre y vulnerada de la ciudad, donde malvive un tercio de la población- “viene la mayoría de los trabajadores y trabajadoras temporarios”, explica. Dice “vienen” como si se tratara de una migración entre ciudades. La polarizada realidad social de Bariloche la convierte en dos ciudades distintas.

Durante las últimas semanas el gremio comenzó con la distribución de leña a sus afiliados que no cuentan con red de gas y calefaccionan sus casas con salamandras.

La pandemia y las sucesivas medidas de restricción de circulación impactaron en la situación social de Bariloche. La municipalidad, hasta marzo y abril de 2020 repartía, en promedio, unos 1.800 bolsones de comida y partir de esa fecha comenzó a entregar unos 25 mil. Durante el verano, el movimiento turístico y la mínima reactivación económica generó que ese aporte se reduzca a 12 mil módulos alimentarios mensuales, pero en mayo de este año volvió a subir a 15.600 “y sigue en alza”, detalla Barberis. “Tenemos demanda de comedores, gremios e individuales”, dice.

En las próximas semanas, el Gobierno provincial, la Municipalidad de Bariloche, el empresariado hotelero y los trabajadores nucleados en UTHGRA profundizarán su reclamo a la Nación para que adopte una solución específica para el sector de los trabajadores temporarios. Mientras tanto, la huelga de hambre seguirá. O como dicen los dirigentes que llevan adelante la medida: “Estaremos acá hasta que nos dé el cuero”.

SR

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