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Pactos de amor y sangre, Borges de entrecasa

Rachel Weisz en una escena de la reciente serie "Juntas hasta la muerte".

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Estaba convencida y hasta lo intenté. Llegué a anotar las palabras pactos de amor y sangre, los dobles, todo lo que puede un cuerpo. Ese acto de fe garabateado: escribir como un esbozo, una forma de asomarse, un antes de. Quería que este comienzo retomara algo del impacto que me produjo la serie Juntas hasta la muerte (Dead Ringers, en el original, de lo mejor disponible ahora mismo en Amazon Prime). Una vuelta de tuerca a David Cronenberg por parte de la guionista británica Alice Birch (la misma que adaptó la novela Normal People para la serie del mismo nombre que protagonizan Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones; está en Star+ si no la vieron). En rigor, una remake en seis episodios de la película Pacto de amor de 1988 (en el original, también Dead Ringers). Pero con Rachel Weisz interpretando a dos hermanas gemelas ginecólogas, tan expertas en fertilidad que pueden manipular eso que todavía no nació, contradictorias y complementarias, temibles por igual, en una Nueva York de hoy, llena de sombras, de sangre, de fetos, de sexo, de órganos que se estrujan. 

Varias veces probé: fue tironear, fue querer entrar en esas imágenes siniestras, fue ir y venir en ese universo tan temible como atractivo (lo que seduce/nunca suele estar/donde se piensa, una remera de Soda Stereo que diga). En el despliegue de gestos de Weisz que está genial en su doble rol, en la estridencia de cada color, en cada zoom anatómico, para seguir con las palabras de Gustavo Cerati. Pero no hubo caso.

Segundo intento, esta vez un poco más luminoso. Camino enganchadísima escuchando el podcast Wiser Than Me. Lo conduce la actriz Julia Louis-Dreyfus. Siempre en nuestros corazones como Elaine en Seinfeld (entera en Netflix si andan buceando perdidos por el streaming); pero también la que se luce en los años dorados de Saturday Night Live; la cabeza de Veep (completa en HBO Max), la que protagoniza Enough Said, esa película chiquita y preciosa con James Gandolfini que acá tradujeron como Una segunda oportunidad (disponible en el menú de Star+). 

La premisa del podcast es sencilla: con la intención de buscar la palabra de mujeres más sabias que ella para que de algún modo le enseñen algo del tiempo que está por vivir, la actriz, que tiene 62, entrevista a otras actrices, a escritoras, a periodistas de más de 70 años. Ella pregunta con toda su gracia y las demás le responden sobre sus vidas y sus carreras –todas rutilantes–, los años, los dolores, los cuerpos, las relaciones sexuales, los amores, las pérdidas. Me fascinan varias cosas de estos diálogos. Primero, que ninguna de las que escuché hasta ahora busca dar una lección ni se pone en el lugar de quien sabe alguna cosa. Salvo, tal vez por su tono machacón, la escritora Fran Lebowitz, pero mi impresión es que un poco se la comió el personaje y lo quiere sostener hasta en el último minuto de su vida (quién podría culparla, por otra parte).

Todas hablan, se ríen, intercambian con la conductora algunas escenas de sus vidas –y ella, en buena medida, con las entrevistadas– hasta volverse confidentes. Cada una está en su casa y hay algo de esa domesticidad que se cuela en las conversaciones (en un episodio, de hecho, un apagón que afectó a todo California corta la charla y Jane Fonda queda hablando sola; Isabel Allende revela que a veces come unos arándanos cubiertos con chocolate y marihuana). Segundo, que Julia Louis-Dreyfus las aborda con tanta calidez y tanta gracia que consigue un tono único. Un don, la verdadera estelaridad en un movimiento simple: escuchar.

Tercero, que siendo la estrella mundial que es Julia Louis-Dreyfus se pone un poco cholula, por momentos no puede creer que está hablando con estos personajes. Tanto que al final de cada episodio llama –y los oyentes podemos escuchar la conversación– a su mamá para contarle lo que acaba de vivir. Ese segundo de querer compartir con alguien que amamos algún toque de magia que nos regala la vida, ese ¡no sabés lo que me acaba de pasar! Charlar con Jane Fonda o recibir un mensaje lindo, una buena noticia, un milagro chiquito. Esa sonrisa inesperada que sacude el tedio de los días y queremos comentarle a otro. Julia/Elaine universal por un rato, Julia/Elaine somos todos.

Otra vez anoto, porque no me olvido de este comienzo ¡ni de este compromiso!: mamá de Elaine, ¿con quién compartís lo extraordinario?, Jane Fonda + fantasías con funerales. Pero doy vueltas otra vez y no arranco (todo lo que pueda arreglar hoy/lo dejaré para mañana, una remera de Babasónicos que diga). Ni con las voces de otros, ni con las canciones, ni con esas imágenes que podrían estallar y volverse palabras acá mismo. Voy atrás de algo que no hace más que escaparse y a la vez yo misma me escapo. Escribir o conjurar esas dos fugas. Escribir o aplazar. Escribir o un gesto siempre en diferido.

Una nueva edición de Mil lianas empieza. O no.

1. Come en casa Borges. “Entre 1947 y 1989 Bioy Casares registró en un diario increíble cientos de reflexiones y charlas junto a su amigo Borges. ¡Ahora podés buscar lo que quieras en ese diario!”, lanzó por estos días Germán Gallo desde su cuenta de Twitter y anunció de esta manera su novedosa creación que rescata, justamente, ese libro agotado y polémico popularmente conocido como “el Borges de Bioy”.

Bajo el título Come en casa Borges, una frase recurrente de los textos del escritor argentino que rescatan escenas que vivió con su amigo, se presenta esta página muy sencilla con formato de buscador online. La propuesta: “Buscá lo que quieras en el diario de Adolfo Bioy Casares sobre Jorge Luis Borges”.

De esta manera, tipeando alguna palabra clave, nombres o apellidos, se puede bucear en el contenido del libro, que fue transcripto completo y para los fieles lectores del autor de Ficciones funciona como una especie de oráculo borgeano, con comentarios literarios, discusiones políticas y varios chismes de entrecasa.

Todo el material disponible en Come en casa Borges se puede encontrar por acá.

2. Moonage Daydream. Después de un lanzamiento exitoso en en el Festival de Cannes y de haberse proyectado en cines alrededor del mundo (de paso: una de las mejores experiencias cinematográficas que tuve en 2022 ) a partir del 29 de abril (ya, ya, ya, en HBO Max) llega al streaming Moonage Daydream, el documental del estadounidense Brett Morgen sobre David Bowie.

Como adelantamos por acá, con el aval de los herederos de Bowie, el realizador buceó en los archivos familiares y en miles de horas –sí, no es exageración– de imágenes del músico en recitales, entrevistas y todo tipo de presentaciones. 

La misión parece imposible de entrada y al mismo tiempo loable en esa osadía: ¿cómo abordar a un tipo tan particular, cómo ofrecer una nueva mirada sobre la figura de uno de los artistas más mutantes y más geniales del planeta?

Lo que logra Morgen, al ofrecer un material que es pura sucesión sin intervenciones ni subrayados, es directamente conmocionante. Entre otras cosas porque rescata a Bowie hablando de Bowie y porque elige mostrar shows en vivo del músico, en especial de los ‘70, que lo exhiben con toda su potencia. Volví a ver por un rato las imágenes y recordé lo que les comenté hace un tiempito en una vieja entrega: un amigo me dijo que se angustió muchísimo cuando salió del cine porque el documental le confirmó que ya no habrá personas así, que después de Bowie el presente no puede más que ofrecernos cosas menores. Otra amiga, al revés: me dijo que lo que hizo Morgen la llevó a agradecer eternamente haber sido contemporánea de alguien así y poder redescubrirlo cada vez. Repasando Moonage Daydream en casa, incluso con la precariedad que eso supone, estoy por esta segunda vía. Espero que les pase algo parecido.

El documental Moonage Daydream, de Brett Morgen, estará disponible en HBO Max a partir del 29 de abril.

3. Feria del Libro 2023. El te amo, de odio, dame más de todos los años. Por estos días comienza una nueva edición de la Feria del Libro de Buenos Aires y se vienen jornadas entre la expectativa, la tensión, la curiosidad, la polémica y la gracia de algunas escenas (inserte aquí la más insólita que se haya cruzado o haya vivido en algún pasillo de la Feria, en mi caso un año terminamos con unos amigos compartiendo una picada de quesos que ofrecían en el stand de una provincia con un escritor conocido y unos falsos granaderos que habían terminado su horario de trabajo y, para no perderse el brindis, se quedaron hasta el final con sus trajes). En cualquier caso, celebro de este espacio que, más allá del calor y de los amontonamientos, incluso más allá de las intenciones de sus organizadores, siempre se abre un camino que habilita cruces inesperados.

Por acá pueden encontrarse un resumen con algunos de los invitados internacionales que vienen esta vez de visita a Buenos Aires y acá hay detalles de esta edición, mesas y ciclos. Si van a ir a buscar libros, por acá pueden pispear algunos de los que comentamos en las últimas ediciones de Mil lianas o en algunas entrevistas en elDiarioAR. Nos vemos por ahí.

Hasta el 15 de mayo se realiza la Feria del Libro de Buenos Aires. Por acá, información sobre invitados internacionales, ciclos destacados y entradas.

Banda sonora. “(...) los simples mortales buscamos consuelo en nuestro desconsuelo: los sonidos. Están los poéticos, están los ficcionales, están los devocionales, están los tribuneros. Pero, además, están los hilos musicales. Esa diáspora que cobra magnitud cuando encarna una respuesta”, escribió Gustavo Álvarez Nuñez en la última edición de su newsletter Bailando sobre una telaraña (ya lo comentamos alguna vez, y vuelvo a mencionarlo porque me encanta; lianas, telarañas, un vínculo ahí). Algo de esa modulación que Gustavo describió con tanta luminosidad es lo que espero de este espacio. Como por estas horas nos aplasta un poco a quienes vivimos en Buenos Aires, lo que aglutina la dispersión sonora de esta entrega es la niebla. De Suárez a Ella Fitzgerald; de Edmundo Rivero a Julio y Agosto o Radiohead, armé una selección de canciones que la tienen como protagonista de alguna manera.

Algo más: después de que fueran entregando por partes el material, Miranda! (banda sonora nodal de mis días y, como dijo el periodista Pablo Plotkin por estas horas, “una bendición para el pop argentino”) lanzó finalmente su disco Hotel Miranda! Ahí repasan algunas de sus canciones más emblemáticas en versiones novedosas y acompañados por artistas tan diversos y efervescentes como Lali Espósito, Bandalos Chinos, Chano, Ca7riel o Cristian Castro. Elegí algunas de ahí también para nuestra lista musical compartida.

Bonus track. Como comentamos por acá, por estos días está terminando una nueva edición del BAFICI. Un recordatorio para el cierre: aunque algunas películas ya están dando vueltas ahí, el 1° de mayo gran parte de la programación de este año podrá verse online desde cualquier lugar de la Argentina en la plataforma Vivamos Cultura. Por acá pueden chusmear un poco más.

Bonus track II. Para cerrar, les dejo el afiche de la próxima edición del Festival de Cannes que arranca el 16 de mayo. Se difundió hace poquito, junto con la programación de este año, y la imagen de Catherine Deneuve que rescata es hermosa.

¡Hasta la próxima!

AL

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