Se filtró el proyecto completo de la reforma laboral de Milei: 182 artículos para redefinir el trabajo en la Argentina
La Ley de Modernización Laboral ya tiene letra chica. El texto completo, filtrado en las últimas horas, revela un proyecto de 182 artículos que apunta a redibujar el mapa del trabajo en la Argentina. Incluye cambios sustanciales en el régimen de contratación, indemnizaciones, licencias, convenios colectivos y condiciones fiscales. También deroga normas con más de medio siglo de vigencia, como el Estatuto del Periodista Profesional.
La filtración del borrador se produce mientras el oficialismo acelera negociaciones parlamentarias. La senadora Patricia Bullrich, jefa del bloque de La Libertad Avanza, anticipó que la reforma será tratada en sesiones extraordinarias junto al Presupuesto 2026. “Vamos a sacar todas las leyes que el Ejecutivo está mandando”, prometió.
1. Exclusiones: quién queda fuera del paraguas de la ley laboral
Uno de los cambios más estructurales es el recorte del ámbito de aplicación de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT). Según el texto, quedarán fuera:
- Empleados públicos de todos los niveles (salvo que una norma expresa los incluya).
- Contratos civiles (obra, servicios, agencia).
- Trabajadores independientes y sus colaboradores.
- Trabajadores de plataformas digitales.
Este punto legaliza figuras laborales hoy consideradas fraudulentas o encubiertas, como los monotributistas dependientes, y deja a miles de trabajadores sin amparo sindical, vacaciones ni licencias.
2. Redefinición del principio de favor
El nuevo artículo 9° de la LCT establece que la interpretación más favorable al trabajador solo se aplicará por “instituciones” (es decir, bloques normativos), y no por cada cláusula o norma aislada. Esto debilita un principio clave del derecho laboral argentino, que históricamente prioriza la protección individual.
3. Cambios judiciales y “castigo” por reclamar de más
El proyecto introduce un nuevo criterio para costas judiciales: si un trabajador reclama un monto “excesivo” (pluspetición inexcusable), deberá pagar las costas junto a su abogado. Para gremios y juristas, esto desalienta el acceso a la Justicia y criminaliza la demanda laboral.
4. La pata fiscal: incentivos, exenciones y baja de impuestos
El capítulo fiscal busca atraer inversiones con alivios impositivos. Entre las medidas más destacadas se incluyen:
- Actualización de quebrantos a partir de 2025 por IPC (ya no por normas contables).
- Eliminación de impuestos internos para seguros, celulares, bienes suntuarios, vehículos y aeronaves.
- Exención del impuesto a las ganancias en el alquiler y venta de inmuebles con destino habitacional.
- Incentivos especiales al campo: valuación diferencial para existencias ganaderas en invernada y feedlot.
También se crea un Régimen de Incentivo para Inversiones Productivas (RIMI) destinado a MiPyMEs, con beneficios fiscales específicos.
5. Derogaciones: normas históricas que caen
El Título XXV del proyecto deroga artículos clave de la Ley 20.744, entre ellos:
- Artículos sobre representación gremial, jornada, descanso, protección por embarazo y delegados.
- El artículo 6 de la Ley 11.544, que establece la jornada legal de trabajo.
- El Estatuto del Periodista Profesional (Ley 12.908).
- El Estatuto del Viajante de Comercio (Ley 14.546).
La eliminación del estatuto de prensa implica un golpe directo a la organización sindical en medios de comunicación, y abre la puerta a regímenes más precarios de contratación.
6. El “modelo productivista”: convenios por empresa y salarios por mérito
La reforma impulsa la negociación colectiva descentralizada, permitiendo convenios por empresa. A su vez, elimina la “ultraactividad” (vigencia automática de convenios vencidos) y promueve aumentos por productividad individual, por encima de paritarias sectoriales.
Se habilita además la fragmentación de vacaciones, que podrán tomarse por períodos mínimos de una semana, lo que atenta contra el descanso continuo y la salud laboral.
7. Jornada extendida y fondo de cese: trabajo más largo, despido más barato
Aunque el Gobierno relativizó este punto en público, el borrador incluye la posibilidad de extender la jornada diaria de 8 a 12 horas mediante acuerdos y de implementar “bancos de horas” (compensación con francos en lugar de pago extra).
Respecto a los despidos, el proyecto:
- Permite pagar indemnizaciones en hasta 12 cuotas mensuales.
- Avanza hacia un fondo de cese laboral con aportes mensuales (como en la construcción), aunque aún no se define su financiamiento.
Para la CGT, esto implica un “traslado del costo del despido al trabajador” y rompe con la lógica protectoria del sistema actual.
8. Escenario político y resistencias
Mientras el oficialismo se encolumna detrás de la narrativa de “modernización”, los sindicatos anuncian movilizaciones y denuncias judiciales. CTA, ATE, UTEP y la CGT ya anticiparon su rechazo y preparan medidas de fuerza.
Desde el oficialismo, Bullrich considera que el proyecto es “necesario para que los argentinos vuelvan a conseguir un trabajo formal”, aunque reconoció que no será “de un día para el otro”.
Una reforma que busca cambiarlo todo
La propuesta oficial desarma pilares del derecho laboral argentino y redibuja el mapa de relaciones entre capital y trabajo. Para sus impulsores, es el paso necesario hacia un sistema más “eficiente y competitivo”. Para sus detractores, es una ofensiva sin precedentes contra los derechos laborales.
Como advirtió la CGT, “una reforma sin diálogo puede rebotar en la Justicia y generar más incertidumbre” . El Congreso, mientras tanto, se prepara para una batalla legislativa que marcará un antes y un después en el mundo del trabajo.
JJD
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