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Medio Oriente

De la tragedia de 2010 al asalto con Greta Thunberg a bordo: claves de la Flotilla que busca romper el bloqueo israelí a Gaza

La activista climática Greta Thunberg habla junto a la tripulación de Madleen.

Francesca Cicardi / Icíar Gutiérrez

10 de junio de 2025 06:52 h

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Las fuerzas navales de Benjamin Netanyahu detuvieron el barco de la Flotilla de la Libertad en su camino hacia la Franja de Gaza en un intento simbólico de llevar ayuda humanitaria a Gaza rompiendo el bloqueo total de Israel que asfixia a la población del enclave tras 20 meses de masacres y hambruna. A bordo iban 12 activistas, entre ellos Greta Thunberg, que se enrolaron en esta nueva misión de la iniciativa propalestina casi dos décadas después de su creación.

Qué pasó

El barco de la Flotilla de la Libertad que intentaba entregar suministros a Gaza fue interceptado en la madrugada de este lunes por las fuerzas de Israel, en aguas internacionales. “¡SOS! Los voluntarios del Madleen fueron secuestrados por las fuerzas israelíes. ¡Presionen a sus ministerios de Asuntos Exteriores y ayúdennos a mantenerlos a salvo!”, denunció de madrugada en X la coalición.

La organización publicó también videos con mensajes de cada uno de los voluntarios que integran la tripulación del barco. “Soy de Suecia (...) Si ven este video, estamos siendo interceptados y secuestrados en aguas internacionales por las fuerzas de ocupación israelíes, o fuerzas que apoyan a Israel. Insto a todos mis amigos, familiares y compañeros a que presionen al Gobierno sueco para que nos liberen a mí y a los demás lo antes posible”, dice Greta Thunberg en la grabación.

Minutos antes, la relatora de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, en contacto con la nave, escribió en la red social que había perdido comunicación con ellos. “Acaban de ser alcanzados por las lanchas rápidas israelíes: cinco embarcaciones rodean la flotilla. El capitán está dando instrucciones al equipo para que permanezcan tranquilos y sentados, con sus pasaportes y chalecos salvavidas puestos”, dijo pasada la medianoche.

Paralelamente, en una aparente respuesta a la enorme atención que logró atraer la misión humanitaria, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí calificó a la tripulación de “celebrities” en un “yate de selfis” y cerca de las 3:00 dijo que se dirigían a las costas de Israel. “Todos los pasajeros del 'yate selfie' están sanos y salvos. Les proporcionaron sándwiches y agua. El espectáculo terminó”, dijo el ministerio en una publicación posterior, acompañada de un video de los activistas.

Las autoridades israelíes no dieron más detalles del paradero de los activistas a lo largo del lunes. En torno al mediodía, el grupo legal que los representa, Adalah, dijo que aún no habían sido “trasladados al país” y permanecían en el mar. “La Autoridad de Inmigración confirmó que los activistas no se encuentran actualmente bajo su custodia. Parece que las autoridades tienen la intención de deportarlos a su llegada”, un objetivo que confirmó el portavoz del Gobierno israelí para medios internacionales, David Mencer, quien aseguró que el barco interceptado frente a Gaza está siendo remolcado al puerto israelí de Ashdod.

El equipo jurídico de la Flotilla de la Libertad denuncia que la intercepción de los 12 activistas que iban a borde del Madleen es ilegal. “Alegamos que Israel no tiene autoridad para capturar a nadie que esté en aguas internacionales, ya que no están bajo su soberanía”, dijo a la Agencia EFE la abogada Loubna Tuma, quien añade que fueron las autoridades israelíes las que introdujeron el barco en territorio israelí finalmente, sin que lo hayan hecho los activistas por su propia voluntad.

Qué es la Flotilla de la Libertad y cuál es su objetivo

Creada en 2010, la Coalición de la Flotilla de la Libertad está compuesta por organizaciones de la sociedad civil e iniciativas de base de varias partes del mundo. El último velero que fletaron, el Madleen, con bandera británica y que lleva el nombre de la primera pescadora de Gaza, zarpó el 1 de junio desde el puerto italiano de Catania para transportar ayuda y activistas internacionales en un intento de desafiar “directamente el bloqueo ilegal que Israel lleva décadas manteniendo y el genocidio en curso”.

Según explican los organizadores, el barco llevaba “cantidades limitadas, aunque simbólicas” de suministros que la población de Gaza necesita con urgencia: leche de fórmula, harina, arroz, pañales, productos sanitarios para mujeres, equipos de desalinización de agua, material médico, muletas y prótesis para niños.

La iniciativa insiste en que el suyo es un acto “pacífico de resistencia civil”, y recordó que todos los voluntarios y la tripulación a bordo del Madleen están “entrenados en la no violencia” y navegan desarmados.

Quiénes van a bordo

La activista ecologista Greta Thunberg está acaparando los focos, pero con ella se embarcaron 11 voluntarios más procedentes de varios países. Uno de los pasajeros es el español Sergio Toribio, que lleva 11 años dedicado al activismo, primero en expediciones de protección del medio marino y después con varias ONG que trabajan en rescates de personas en el Mediterráneo, como contó recientemente Rioja2. También está la eurodiputada francesa de origen palestino Rima Hassan, del partido de izquierdas Francia Insumisa. Nacida en Siria en el seno de una familia de refugiados palestinos, es una figura mediática destacada e Israel le prohibió la entrada al país en febrero.

Hay más voluntarios franceses, como el médico Baptiste André, que dijo que se había alistado en la misión “para cuidar de la salud de la tripulación”, y Pascal Maurieras, ingeniero informático de profesión y navegante aficionado, de acuerdo con Le Parisien. También viajan el activista ecologista Reva Viard, que entre otras cosas participó en las protestas contra la construcción de una autopista en el sur de Francia, así como los periodistas Yanis Mhamdi, del medio independiente Blast, y Omar Faiad, de Al Jazeera, cuya liberación inmediata pidió Reporteros Sin Fronteras.

Los acompañan la activista alemana de ascendencia kurda Yasemin Acar, que organizó manifestaciones y diversos eventos pro-Palestina en Berlín, el turco Suayb Ord y el neerlandés Mark van Rennes. Junto a todos ellos va el brasileño Thiago Avila, miembro del Comité Directivo de la Coalición de la Flotilla de la Libertad. Según explica la iniciativa en su web, Ávila lleva desde octubre de 2023 apoyando misiones que intentan crear un corredor humanitario a Gaza: estuvo en Egipto en movilizaciones por la apertura de la frontera de Rafah así como en Turquía, en otro intento de navegar con la misión de emergencia de la Flotilla de la Libertad.

Cómo reaccionó Europa

A pesar de que en el barco viajan activistas de países de la UE, la Comisión Europea se puso de perfil ante el asalto israelí y deja en manos de los estados miembros “la protección consular”. “La UE reitera su llamamiento urgente a la reanudación inmediata, sin trabas y sostenida, de la ayuda a gran escala a Gaza, en plena consonancia con los principios humanitarios, y pide el alto el fuego inmediato y la liberación de los rehenes”, se limita a decir un portavoz del gobierno comunitario. Informa Irene Castro, corresponsal en Bruselas.

La UE había elevado el tono en las últimas semanas respecto a la matanza perpetrada por el Gobierno de Benjamin Netanyahu en Gaza y se opuso a la privatización de la ayuda humanitaria, que en gran parte procede del bloque comunitario. La alta representante, Kaja Kallas, presentará a los Estados miembros el próximo 23 de junio el informe sobre la vulneración de los derechos humanos por parte de Israel en el marco de la revisión del acuerdo comercial que aceptaron una mayoría de países. No obstante, la actuación contra Israel es complicada dado que requiere de una mayoría que actualmente no existe en el seno de la UE por la equidistancia de muchas capitales hacia ese país.

En España, el Ministerio de Exteriores convocó al encargado de negocios de la Embajada israelí para “protestar por lo ocurrido” esta madrugada. Por su parte, Reino Unido aseguró que quiere ver a Israel resolver la situación en torno al Madleen “de forma segura y con moderación, de acuerdo con el derecho internacional humanitario”.

También llegaron reacciones desde otros países como Turquía, que acusó al Gobierno de Netanyahu de cometer una violación del derecho internacional y aseguró que este “atroz ataque” “demostró una vez más que Israel es un Estado terrorista”.

Otros intentos de romper el bloqueo

El de este lunes no fue el primer intento de alcanzar la Franja de Gaza vía mar, pero ninguno tuvo éxito hasta ahora y alguno, incluso, terminó en tragedia.

El pasado 2 de mayo, el barco Conscience, fue atacado por drones en agua internacionales, a unas 14 millas náuticas de Malta. En la isla, un grupo de activistas esperaba para embarcarse y continuar navegando rumbo a Gaza, con el objetivo de llevar ayuda humanitaria y desafiar el bloqueo impuesto por Israel. Los organizadores del viaje apuntaron directamente al Estado judío por los dos ataques con aparatos no tripulados contra la embarcación, que causaron daños materiales y heridas a varios de los tripulantes, e hicieron que la misión se suspendiera.

En abril del año pasado, la Coalición de la Flotilla de la Libertad reunió a numerosas personas en Estambul para tratar de zarpar rumbo a Gaza, pero finalmente no recibió los permisos necesarios para la peligrosa travesía. En mayo de este año, los preparativos se habían mantenido en secreto “para evitar presiones israelíes”, según la organización.

Desde que empezó la brutal ofensiva de castigo israelí contra Gaza, la Flotilla de la Libertad intentó varias veces llegar al enclave palestino, al que sí se permitió que llegaran barcos internacionales desde Chipre, a través de un corredor humanitario marítimo para llevar ayuda al muelle flotante que estableció Estados Unidos en la costa gazatí hace poco más de un año. El proyecto resultó ser un fracaso por la dificultad de descargar la ayuda de los barcos, a través del muelle, y distribuirla en la Franja, y porque las cantidades no eran suficientes.

La tragedia del Mavi Mármara

En mayo de 2010, varios barcos de la Flotilla de la Libertad zarparon de Turquía con cientos de activistas de muchos países a bordo y unas 10.000 toneladas de ayuda humanitaria. La principal embarcación, Mavi Mármara, fue asaltada en aguas internacionales por patrulleras y helicópteros del Ejército israelí, en un letal abordaje nocturno que se saldó con la muerte de nueve tripulantes turcos (uno de ellos, con doble nacionalidad turca- estadounidense).

A pesar de que la embarcación y su carga no representaba una amenaza, comandos israelíes abordaron el Mavi Mármara desde helicópteros y cuando se encontraron con la resistencia de los pasajeros, abrieron fuego contra ellos. El Ejército israelí alegó que los soldados dispararon después de haber sido atacados con palos, cuchillos y una pistola, pero los activistas negaron haberlo hecho. Una investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU publicada en septiembre de 2010 consideró que la actuación de las fuerzas israelíes “no solo fue desproporcionada para la ocasión, sino que demostró niveles de violencia totalmente innecesarios e increíbles”.

En aquel momento, hace unos 15 años, la misión de Naciones Unidas destacaba las circunstancias en las que había tenido lugar el letal abordaje, esto es, el bloqueo de Gaza por parte de Israel, calificado de “insostenible”.

Bloqueo por tierra, mar y aire desde 2007

Israel impuso su bloqueo sobre la Franja de Gaza en 2007, cuando el grupo islamista Hamas asumió el control del enclave, después de expulsar del territorio a la Autoridad Nacional Palestina. Las autoridades israelíes ya controlaban militarmente las fronteras de Gaza, los cielos y las aguas, pero a partir de ese momento empezaron a limitar el tránsito de personas y de productos, y a aplicar una vigilancia mucho más dura. También el Gobierno egipcio cerró el paso fronterizo de Rafah, el único que conectaba la Franja con el mundo exterior sin pasar por Israel, contribuyendo de esa forma al bloqueo.

El bloqueo fue variando a lo largo de los pasados 18 años, pero Israel siempre mantuvo el control de las personas y bienes que entraban o salían de la Franja, alegando que ese control era necesario para garantizar su seguridad. Por ejemplo, las autoridades israelíes vetaban muchísimos productos considerados de “doble uso”, esto es, que podían ser empleados con fines militares por Hamas, según ellas. El bloqueo afectó considerablemente a la vida de los gazatíes, que siempre necesitaron ayuda humanitaria internacional, pero nunca tanto como en la actualidad.

Después del 7 de octubre de 2023, Israel aplicó un cerco casi total sobre Gaza, sobre todo a partir de su conquista del paso de Rafah en mayo de 2024. A partir de ese momento, todos los accesos a Franja estuvieron en manos del Ejército israelí, que redujo el flujo de ayuda humanitaria y bienes comerciales, y prohibió la salida y entrada de personas –excepto algunas decenas de heridos y enfermos que abandonaron el enclave palestino y los trabajadores humanitarios que accedieron, con muchas dificultades–.

El 2 de marzo de 2025, Israel impuso un bloqueo total sobre Gaza durante más de 80 días, llevando a su población a la hambruna. La gran mayoría de los más de dos millones de gazatíes dependen de la ayuda humanitaria, que volvió a llegar a la Franja con cuentagotas desde el 19 de mayo. Pero el Gobierno israelí insiste en que el reparto de la ayuda en el enclave sea a través de un sistema privado y supervisado por sus soldados –bajo el paraguas de la llamada Fundación Humanitaria de Gaza–, en lugar que a manos de las agencias de la ONU y otras organizaciones independientes que lo hicieron con éxito antes de marzo.

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