Los soldados israelíes recibieron órdenes de disparar a los palestinos que van a por comida en Gaza, según Haaretz

En el pasado mes, al menos 550 palestinos fallecieron y más de 4.000 resultaron heridos cuando trataban de hacerse con algo de comida en los centros de distribución de la llamada Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), una opaca organización estadounidense que se coordina sobre el terreno con las tropas israelíes. En este tiempo, tanto las autoridades gazatíes como la ONU y otras organizaciones independientes que se encuentran en Gaza, denunciaron que las fuerzas israelíes abrieron fuego contra los que acuden en masa para conseguir las donaciones de comida.
Ahora, oficiales y soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron al periódico israelí Haaretz que los comandantes ordenaron a las tropas disparar a las personas que acuden a los centros de distribución de la GHF para alejarlas o para dispersarlas cuando se producen aglomeraciones, incluso si no suponen una amenaza para los uniformados.
Las FDI supervisan la seguridad de los centros de la GHF (tres en el sur de Gaza y uno en el centro) y están desplegadas a cientos de metros de los recintos, dentro de los cuales hay agentes de seguridad privados estadounidenses. Esos centros de distribución suelen abrir una hora cada mañana, pero desde antes de que abran hay muchas personas esperando. Según los testimonios recogidos por Haaretz, los soldados israelíes disparan a las personas que llegan antes del horario de apertura para impedir que se acerquen o después del cierre para dispersarlas.
“Es un campo de batalla”, dijo al periódico uno de los soldados, según el cual entre una y cinco personas eran asesinadas cada día en el lugar donde él estaba desplegado. “Abrimos fuego temprano por la mañana, si alguien intenta acercarse a cientos de metros de distancia, y a veces simplemente cargamos contra ellos a corta distancia. Pero no hay peligro para las fuerzas”. El militar declaró no tener conocimiento de ningún caso en el que se abrió fuego contra las FDI. “No hay enemigo ni armas”, afirmó.
A pesar de ello, las FDI hacen frente a la multitud de personas que acude a recoger la ayuda humanitaria como a “una fuerza hostil” y “sin medidas de control de multitudes”. El soldado explicó que no se emplean gases lacrimógenos, solo fuego real, incluidas ametralladoras pesadas, lanzagranadas y morteros. “Nuestra forma de comunicación son los disparos”, agregó.
Un oficial que servía en el equipo de seguridad de un centro de distribución calificó la gestión por parte de las FDI como “muy problemática” porque “la única forma de interactuar con la población civil es abrir fuego”. “No es ética ni moralmente aceptable que la gente tenga que llegar, o no consiga llegar, a una [zona supuestamente humanitaria] bajo fuego de tanques, francotiradores y morteros”, declaró a Haaretz.
Según el periódico, el procurador general militar dio instrucciones al Mecanismo de Evaluación de Hechos del Estado Mayor de las FDI (un organismo encargado de revisar incidentes que impliquen posibles violaciones de las leyes de la guerra) para que investigue presuntos crímenes de guerra en los sitios de la GHF supervisados por las tropas.
A raíz de lo publicado por Haaretz, el Ejército rechazó “rotundamente” las acusaciones en un comunicado: “Las FDI no ordenaron a sus fuerzas disparar deliberadamente contra civiles, incluidos aquellos que se acercaban a los centros de distribución. Para ser claros, las directivas de las FDI prohíben los ataques deliberados contra civiles”. “
“Las FDI están operando para permitir y facilitar la distribución de ayuda humanitaria por parte de la Fundación Humanitaria de Gaza y para asegurar las rutas que conducen a los centros de distribución, a fin de permitir que la ayuda llegue a los civiles en lugar de a Hamás”, han afirmado en el comunicado, en el que han vuelto a señalar al grupo palestino por requisar o saquear la ayuda humanitaria –justificación por la cual Israel puso en marcha la GHF–. En el texto, agregaron que “las FDI están llevando a cabo procesos de aprendizaje sistemáticos destinados a mejorar la respuesta operativa en la zona y minimizar, en la medida de lo posible, las posibles fricciones entre la población civil y las fuerzas de las FDI”.
Más heridos de bala
Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) denunciaron el mecanismo de la GHF y pidieron que se desmantele, ya que es “una masacre disfrazada de ayuda humanitaria”. El coordinador de emergencias de MSF en Gaza, Aitor Zabalgogeazkoa, ha explicado en un comunicado que “los cuatro centros de distribución, situados en zonas bajo control total de las fuerzas israelíes tras el desplazamiento forzoso de la población, tienen el tamaño de campos de fútbol y están rodeados de puestos de vigilancia, montículos de tierra y alambre de espino. Están vallados y sólo tienen un punto de acceso para entrar y salir”.
“Si la gente llega pronto y se acerca a los puestos de control, les disparan. Si llegan a tiempo, pero hay una aglomeración de personas y éstas saltan los montículos y las alambradas, les disparan. Si llegan tarde, no deberían estar allí porque es una 'zona evacuada', les disparan”, afirmaron Zabalgogeazkoa.
Todos los días, los equipos de MSF que trabajan en Gaza reciben a personas muertas o heridas después de haber intentado conseguir comida en uno de esos puntos de distribución. Los equipos médicos han observado un marcado aumento del número de pacientes con heridas de bala desde que empezó a operar la GHF a finales de mayo. La organización ha destacado que ha recibido en su clínica de Al Mawasi a 423 heridos procedentes de los puntos de distribución desde el 7 de junio.
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