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El gran donante ultra del Partido Republicano que cree que EEUU libra una “guerra civil” contra la izquierda

Tom Klingenstein en un vídeos habla de la guerra civil que, en su opinión, existe en EEUU.

Jason Wilson

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Registros fiscales y electorales publicados recientemente muestran que el polémico Thomas Klingenstein, presidente del think tank ultraconservador Claremont Institute, se convirtió desde 2020 en uno de los mayores donantes del Partido Republicano, habiendo contribuido con más de 11,6 millones de dólares a candidatos y Comités de Acción Política (PAC) conservadores –organizaciones utilizadas para financiar campañas–.

La cifra eclipsa el total de 666.000 dólares que Klingenstein donó entre 1992 y 2016. En el último ciclo electoral, el ultraconservador se situó entre los 40 mayores contribuyentes a candidatos y comités republicanos nacionales.

El enorme desembolso le permitió vincularse a una conocida red de megadonantes conservadores concentrada en el Club for Growth (Club para el Crecimiento), una organización fundada por multimillonarios que abogan por reducir el tamaño del Gobierno.

Klingenstein y el Claremont Institute presionan por una política de derechas más dura. En 2022, Klingenstein lanzó una serie de videos en los que sostiene que los conservadores estadounidenses están en una “guerra fría civil” contra los “comunistas ‘woke”, y que “la educación, los medios de comunicación corporativos, la industria del entretenimiento, las grandes empresas y las grandes tecnológicas, junto con el Gobierno, funcionan como un régimen totalitario”.

Trump, “un líder para tiempos de guerra”

Heidi Beirich, cofundadora y jefa de estrategia del Proyecto Global contra el Odio y el Extremismo, dice a The Guardian en conversación telefónica que el giro de Klingenstein podría indicar un esfuerzo por “atraer al Partido Republicano y a sus donantes hacia posiciones más extremas”.

Mientras que el Claremont Institute ha sido calificado como “el centro neurálgico de la derecha estadounidense” por su liderazgo intelectual y la formación de activistas de la derecha dura, Klingenstein parece tener un nuevo apetito por incidir de forma directa en la política electoral.

The Guardian ha intentado ponerse en contacto con Klingenstein para obtener sus declaraciones e incluso ha contactado con los abogados de su fundación privada, pero no ha obtenido respuesta.

Klingenstein es socio de la empresa de inversiones Cohen Klingenstein, que administra una cartera de más de 2.300 millones de dólares, de acuerdo con sus últimos registros en la Comisión de Seguridad e Intercambio (SEC, por sus siglas en inglés).

El abuelo de Klingenstein era un inversor exitoso y otros miembros de su familia siguen vías más convencionales para su filantropía. Pero a partir de la era Trump, a quien Klingenstein califica como un “líder para tiempos de guerra”, ha destinado cada vez más recursos a cimentar una versión dura de la política de derechas.

La caracterización hecha por Klingenstein de la división política como una “guerra fría civil” —detallada en una serie de videos subidos a YouTube— ha sido publicada previamente, al igual que algunas de sus actividades como presidente del Claremont Institute, un ‘thinktank’ con sede en California.

A partir de 2016, esa organización tomó un rumbo radical y de apoyo a Trump que culminó con uno de sus investigadores, John Eastman, asesorando al presidente en sus intentos por revocar los resultados de las elecciones de 2020 y pronunciando un encendido discurso ante una multitud de manifestantes en Washington DC el 6 de enero de 2021, día en que se produjo el asalto al Capitolio.

Nuevos documentos revelan cómo Klingenstein ha promovido estas ideas en batallas electorales y culturales.

Los archivos del Servicio Interno de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés) muestran que, durante décadas, Klingenstein ha financiado al Claremont Institute y otras organizaciones de derechas sin ánimo de lucro desde una fundación privada. Pero los registros de financiación de campañas de la Comisión Federal de Elecciones dan cuenta de que las contribuciones políticas de Klingenstein previas a 2020 fueron modestas e intermitentes.

El Club for Growth

Más recientemente, sin embargo, parece haberse unido a una red de grandes donantes concentrada en el Club for Growth y un PAC asociado, Club for Growth Action.

Una donación de 2,5 millones de dólares en enero convirtió a Klingenstein en el cuarto mayor contribuyente a Club for Growth Action, al elevar sus contribuciones al grupo a una suma total de 7 millones de dólares desde 2020.

The Guardian informó en enero de 2021 que los mayores donantes del Club para el Crecimiento son los multimillonarios conservadores Richard Uihlein, Jeff Yass, y que el Club for Growth Action fue uno de los que mayor apoyo brindó a los candidatos republicanos que buscaban anular los resultados de las elecciones de 2020.

Los datos más recientes de la Comisión Electoral Federal indican que esto sigue siendo así, ya que las contribuciones de Yass suman más de 51 millones de dólares y, las de Uihlein, más de 77 millones. Otra mega donante conservadora, Virginia James, ha aportado casi 14,5 millones de dólares al grupo. Klingenstein se ha unido a ellos como uno de los principales donantes del PAC Club for Growth.

Respecto a la aparente colaboración entre Klingenstein y esta red de megadonantes del Club for Growth, Beirich asegura que esta “organización siempre ha dado prioridad a los impuestos y a las cuestiones económicas y se ha adentrado en el negacionismo climático, pero es interesante ver a gente de MAGA (Make America Great Again) mezclándose con ellos”.

“Podría ser un intento de llevar al Club for Growth al universo MAGA”, opina la experta. Hay indicios de que Klingenstein ha conseguido interesar a los donantes del Club for Growth en proyectos de los que él es el principal donante.

El PAC American Leadership se registró en septiembre de 2022 y a mediados de octubre había recibido 1,5 millones de dólares de Klingenstein, 500.000 dólares de Richard Uihlein, 250.000 dólares de William Koch y otros 250.000 dólares de la empresa petrolera de Koch, Oxbow Carbon LLC. El pasado enero, Klingenstein aportó otros 500.000 dólares al PAC, con lo que su aporte total ascendió a 2 millones de dólares.

El PAC gastó unos 1,8 millones de dólares en la antesala de las elecciones de mitad de mandato de 2022, principalmente en mensajes de texto en apoyo a una lista de republicanos y atacando a sus oponentes demócratas en todo el país, sobre todo en distritos reñidos.

En 2020, Klingenstein contribuyó con 500.000 dólares al PAC American Principles Project. La cifra representó el mayor monto otorgado en una sola donación de parte de un donante individual a ese comité desde su creación una década atrás, aunque Sean Fieler, descrito por el observatorio Right Wing Watch como un “megadonante anti-LGTB”, ha donado más de 1,7 millones de dólares al PAC a lo largo de 13 donaciones desde 2013.

Otros donantes individuales del grupo incluyen a Robert Mercer, el gestor de fondos de alto riesgo que alcanzó notoriedad en 2016 por haber financiado tanto la campaña de Trump como a Breitbart News.

Mientras que Mercer, Uihlein y Yass dejan que sus donaciones hablen por sí solas y evitan en gran medida las intervenciones públicas, Klingenstein ha buscado posicionarse como guerrero de la cultura y líder del pensamiento ultraderechista.

Otro PAC en el que es el principal donante no busca promover candidatos electorales, sino la propia visión apocalíptica de Klingenstein de una “guerra fría civil” en Estados Unidos.

En 2021 y 2022 Klingenstein aportó 500.000 dólares al PAC Firebrand. El Comité gastó casi toda esa cantidad a finales de 2022, siendo su principal producción cinco videos de YouTube protagonizados por Klingenstein en los que afirma que una “guerra fría civil no es un momento para mucha estabilidad ni compromiso, ni para atribuirle buenas intenciones al enemigo”.

Se ha informado ampliamente del papel de Klingenstein como presidente del consejo y principal donante del Claremont Institute. Sin embargo, el año pasado declaró al New York Times que Claremont “dependía cada vez menos” de él para su financiación, aunque las cifras publicadas desde entonces indican que el apoyo financiero de su parte ha aumentado significativamente.

Los documentos del Servicio Interno de Impuestos de una de sus fundaciones privadas, el Fondo Thomas D. Klingenstein, indican que ha dado más de 19 millones de dólares al Claremont Institute desde 2005. La donación más reciente disponible al público son 2,97 millones de dólares entregados en 2021. La cifra más alta de Klingenstein hasta la fecha y casi medio millón de dólares por encima de los 2,5 millones de dólares que el Times informó para 2019.

Otras donaciones

La fundación de Klingenstein también financia vástagos del Claremont Institute, como el American Strategy Group, cuya página web afirma que está “dedicada a comprender las amenazas existenciales para Estados Unidos y la civilización occidental presentadas por el mundo islámico, Rusia, China y la pérdida de los principios fundacionales de Estados Unidos”.

Esa organización está dirigida por Brian T. Kennedy, expresidente del Claremont Institute. Kennedy dijo en abril a una audiencia en Hillsdale College que había comparecido ante un “gran jurado en Washington DC” porque era “una de las 30 personas del círculo de Trump llamadas a declarar” en la investigación que el Departamento de Justicia está llevando a cabo para perseguir a los responsables de los acontecimientos del 6 de enero de 2021.

La fundación de Klingenstein también ha financiado de forma constante a la National Association of Scholars (Asociación Nacional de Académicos, NAS por sus siglas en inglés), otorgándole más de 100.000 dólares en 2021, según su declaración del Servicio Interno de Impuestos. De acuerdo con su sitio web, la NAS es una organización de derechas sin ánimo de lucro “que busca reformar la educación superior”. En 2021, Klingenstein, miembro de la junta directiva, utilizó el sitio web de la organización para presentar en detalle una versión temprana de su visión de la “guerra fría civil”.

Los registros de gastos y comentarios públicos de Klingenstein sugieren que cree que el gobernador derechista de Florida, Ron DeSantis, es el más indicado para librar esta guerra.

En una entrevista con el presentador conservador Steve Deace en 2022, publicada en el canal personal de Klingenstein en YouTube, el donante ultraconservador dijo que “DeSantis entiende que estamos en una guerra, y eso es lo más importante”. “Si no se entiende que estamos en una guerra, casi no importa nada más”, añadió.

Traducción de Julián Cnochaert.

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