Elecciones en Israel: gana Netanyahu y queda cerca de formar nuevo gobierno
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se impone en las elecciones celebradas en Israel y se acerca a la mayoría con sus socios ultraortodoxos y de extrema derecha con 54-53 escaños, según las encuestas a boca de urna publicadas al cierre de los centros electorales.
El partido derechista Yamina de Naftali Benet consigue a su vez entre 7 y 8 asientos y su posible apoyo permitiría a Netanyahu formar Gobierno al superar la mayoría de 61 escaños de los 120 que conforman el Parlamento israelí (Knéset).
El principal rival de Netanyahu, el centrista Yair Lapid de Yesh Atid conseguiría entre 16 y 18 escaños, y el Partido Laborista remonta con 7 escaños. El centrista Azul y Blanco de Beny Gantz, y el izquierdista Meretz, que luchaban por pasar el umbral electoral, obtendrían entre 7-8 escaños y 6-7, respectivamente.
El ultraderechista y laico Israel Nuestro Hogar, liderado por Avigdor Liberman, y opuesto a negociar con Netanyahu, conseguiría una representación de entre 6 y 8 diputados. El Partido Sionista Religioso, que ha comprometido su apoyo a un Ejecutivo de Netanyahu, obtiene entre 6 y 7 diputados.
Guideón Saar, ex miembro del Likud, que se estrenó en estas elecciones con una recién creada formación Nueva Esperanza para desbancar a Netanyahu, entra en el Parlamento con entre 5 y 6 escaños.
Los ciudadanos y ciudadanas del Estado de Israel han votado en su cuarta elección parlamentaria nacional en menos de dos años. Resultado de un período marcado por una parálisis política sin precedentes en la que el líder más antiguo del país, Benjamín Netanyahu, se ha enfrentado a múltiples rivales.
Esta vez, el primer ministro esperaba que los votantes le reconocieran el mérito de la campaña de vacunación contra el COVID-19. Su gran éxito permitió a Israel la reapertura de tiendas, bares y restaurantes y, al mismo tiempo, la reducción de las tasas de contagio e infección. Y es lo que parece haber ocurrido según los sondeos a boca de urna.
“Somos los campeones mundiales en el manejo del coronavirus”, declaró Netanyahu en el momento previo a la votación ante una multitud que lo escuchaba.
El Likud, su partido nacionalista de derecha -fundado por Menahem Beguin en 1973-, estaba al frente de todas las encuestas antes de la elección. En un colegio electoral en la ciudad capital de Jerusalén, cuando le preguntaron a la votante Sima Levy quién quería que ganara, ella respondió sin dudarlo: “Siempre voto por Netanyahu”. Esta agente inmobiliaria de 58 años agregó: “Lo que ha hecho por nosotros y lo que sigue haciendo, su entrega por el país... creo que Bibi está protegido por Dios”.
El líder de 71 años necesita negociar una coalición. Le harían falta los votos de partidos más pequeños para formar un gobierno de mayoría que cuente con los 61 escaños necesarios. Puede formar, como parece, un “gobierno ciento por ciento derechista”, compuesto por partidos ultranacionalistas, religiosos de línea dura y de extrema derecha.
El periódico de izquierda más destacado de Israel, Haaretz, ha calificado este potencial resultado como una “pesadilla” para “cualquiera que no sea un extremista nacionalista que crea en la supremacía judía”.
Si bien la mayoría de los ciudadanos y las ciudadanas israelíes dicen que quieren que Netanyahu se vaya, a título personal él sigue siendo extremadamente popular en comparación con otros candidatos, a pesar de enfrentar múltiples cargos de corrupción, incluidos soborno y fraude. Él niega todos los cargos.
A los partidos les preocupaba que la participación de los votantes este año disminuyera. Poco después de emitir su voto, Robert Rosenschein, de 67 años, que vive en Jerusalén, dijo que el estancamiento había creado apatía con el proceso político. “Hay más agotamiento de lo habitual porque también uno está cansado del COVID-19”, agregó.
En la oposición, Yair Lapid, actor, escritor, ex presentador de televisión y ex ministro de Finanzas, esperaba que su partido Yesh Atid pudiera convertirse en una fuerza significativa. Sin embargo, para lograrlo, el autoproclamado “centrista” probablemente tendrá que forjar alianzas con partidos de todo el espectro político, desde parlamentarios árabes hasta nacionalistas de extrema derecha, como el ex aliado de Netanyahu, Avigdor Lieberman, el líder del partido Israel Beitenu.
Lapid ha asumido el papel de jefe de la oposición. “Benny” Gantz, un ex jefe del Ejército que enfrentó a Netanyahu durante las últimas tres elecciones, perdió apoyo después de que llevó a cabo un acuerdo de reparto de poder con el Likud que finalmente naufragó.
Más de 6,3 millones de personas tenían derecho de voto en los colegios electorales. El Ejército cerró los cruces fronterizos con la ocupada Cisjordania -desde la Guerra de los Seis Días de 1967- donde más de 2,5 millones de palestinos viven bajo el dominio israelí pero no pueden votar.
Los resultados oficiales parciales se publicarán a lo largo de la noche, pero la comisión electoral podría anunciar los resultados finales el viernes, la víspera del inicio de la Pascua judía.
Claves de la elección
¿Qué está votando Israel?
Los ciudadanos y ciudadanas del estado de Israel votaron en la cuarta elección parlamentaria nacional del país en menos de dos años.
¿Por qué tantas elecciones generales en tan poco tiempo?
Bajo el sistema político del país, es extremadamente difícil para un partido obtener y retener la mayoría absoluta en el parlamento- la Knesset- de 120 escaños. En el pasado, los gobiernos estaban constituidos por una coalición resultado de acuerdos entre los partidos. Sin embargo, los intentos recientes para conseguir alianzas similares duraban poco.
¿Por qué los últimos gobiernos fueron tan breves?
La respuesta depende de la persona a quién se le pregunte, porque es una cuestión muy divisiva. Aun así, las fisuras que han mantenido a Israel en un limbo se relacionan con un solo hombre: Benjamín Netanyahu. El líder con más años en la función pública de toda la historia de Israel se ha convertido en un punto de fricción debido a las discusiones que genera y que alcanzan incluso los ámbitos familiares: es adorado y detestado en igual medida.
¿Cómo fueron las tres votaciones anteriores?
El “rey Bibi”, como se le conoce, había vencido al ex jefe del ejército y líder de la oposición Benny Gantz en las primeras elecciones de abril de 2019. Sin embargo, un ex aliado descontento, el nacionalista de extrema derecha Avigdor Lieberman, le impidió formar gobierno. Las elecciones siguientes vieron a Netanyahu y Gantz en un virtual empate y ambos se torpedearon mutuamente en la carrera por el poder. Una tercera votación alcanzó a formar gobierno, en un compromiso según el cual Netanyahu y Gantz acordaron rotar el cargo de primer ministro. Pero este extraño pacto giratorio colapsó en diciembre.
¿Qué pasa con las denuncias de corrupción sobre Netanyahu?
El líder de 71 años ha sido acusado formalmente de corrupción. Él niega todas incriminaciones que se le imputan, y continuará con las audiencias judiciales previstas para el próximo mes. Los analistas políticos en Israel han especulado que Netanyahu rompió el acuerdo que sostenía al último gobierno porque debía entregar el poder a Gantz. Dicen que preferiría arriesgarse a otra elección con la esperanza de así poder luchar mejor contra las acusaciones que lo incriminan desde la poderosa posición de primer ministro.
¿Ha cambiado algo esta cuarta elección?
Muchos de los jugadores clave siguen siendo los mismos, aunque algunos han cambiado. Gantz, que había hecho campaña con la promesa de expulsar a Netanyahu pero que luego renegó de su posición intransigete y se unió a él, perdió mucho apoyo. Yair Lapid, excompañero de fórmula de Gantz, que apela a los israelíes laicos de clase media, es ahora el jefe de la oposición.
¿La ocupación en Cisjordania presenta un problema en esta elección?
La política interna en Israel se ha inclinado hacia la derecha, y el destino de millones de palestinos bajo control militar israelí casi ha desaparecido de las campañas electorales.
Con información de EFE
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