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ANÁLISIS

La ultraderecha israelí maniobra para sustituir al premier derechista Benjamín Netanyahu

Los opositores de Netanyahu, quien está procesado judicialmente por cargos de corrupción que él rechaza, acusan al premier de 71 años de fomentar las divisiones en su espacio político y de privilegiar su propia supervivencia en el mando por encima de todas las cosas.

Oliver Holmes

Jerusalén, Israel —

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El político israelí de extrema derecha Naftali Bennett será el próximo primer ministro del país, en virtud de un acuerdo propuesto de reparto de poder destinado a derrocar a Benjamin Netanyahu, confirmó el jefe de la oposición.

Yair Lapid dijo, en un discurso que pronunció el lunes, que sus esfuerzos por forjar una coalición de partidos ideológicamente opuestos podrían conducir a la formación de un nuevo gobierno en unos días y, consecuentemente, a la destitución de Netanyahu después de 12 años en el ejercicio del poder.

“Podemos terminar esto la semana que viene”, informó Lapid. “En una semana, el estado de Israel puede estar en una nueva era con un primer ministro diferente”.

En su discurso y por primera vez, Lapid se refirió a Bennett, un nacionalista religioso de extrema derecha y firme defensor del movimiento de colonos en los territorios palestinos, como el “primer ministro previsto”.

Una fuente del partido laicista y de centro Yesh Atid, fundado en el 2021 por el experiodista Lapid confirmó que el acuerdo llevaría primero a Bennett como primer ministro, y luego éste entregaría el poder a Lapid. La fuente dijo que aún no se ha pactado definitivamente sobre la manera en que dividirían el ejercicio del mandato durante los cuatro años previstos.

Los rivales políticos de Netanyahu se apresuran a consolidar un acuerdo para derrocarlo antes de la fecha límite del miércoles. En tanto, el primer ministro y el líder con más años de servicio en Israel se esfuerza por frustrar sus intentos.

El anuncio de la asociación Lapid-Bennett, hecho por primera vez el domingo, fue un golpe para Netanyahu, no solo porque Bennett fue un antiguo aliado, sino porque los siete escaños de su partido Yamina, que una colisión de partidos de derecha, en el parlamento podrían ser fundamentales para ayudar a Lapid a formar un gobierno, lo que le da a Bennett la oportunidad de alcanzar el status de hacedor de reyes.

Las negociaciones entre Yamina y el partido de Lapid, Yesh Atid, continuaron las conversaciones hasta la madrugada del lunes y las reanudaron más tarde ese mismo día.

Sin embargo, se necesitan más discusiones políticas para que Lapid forme una mayoría de 61 escaños en el parlamento de 120 escaños, la Knesset. Ya ha hecho acuerdos preliminares con varios otros partidos, desde el Partido Laborista de izquierda moderada y el Meretz, de línea social demócrata, sionista socialista y anti-ocupación hasta el Yisrael Beiteinu, un partido de línea dura de derecha sionista  liderado por Avigdor Lieberman,  un colono nacido en Moldavia, la ex república soviética que se encuentra en Europa Oriental.

Lapid dijo que “todavía hay muchos obstáculos en el camino para la formación del nuevo gobierno”. El lunes, Lieberman y otro líder del partido de la oposición, Benjamín “Benny” Gantz, presentaron solicitudes contrapuestas por el control del Ministerio de Agricultura.

De manera crucial, Lapid probablemente necesitará el respaldo externo de los miembros árabes del parlamento, posiblemente islamistas, y espera que dejen de lado las diferencias ideológicas para alcanzar el objetivo compartido de destronar al “Rey Bibi”, como se conoce a Netanyahu.

“El gobierno de cambio que estamos tratando de formar no es un compromiso. Es un objetivo” dijo Lapid la semana pasada. “Es lo que Israel necesita hoy como nosotros necesitamos aire para respirar. Necesitamos un gobierno donde la derecha, la izquierda y el centro trabajen juntos como una forma de vida”.

Si bien Lapid es un centrista autoproclamado, también se ha descrito a sí mismo como un “halcón de la seguridad” y sólo brindó un tibio estímulo a la perspectiva de poner fin a la ocupación. Se esperaría que su gobierno frágil e ideológicamente diverso se concentrara en la economía y la pandemia evitando abordar el destino de millones de palestinos que viven bajo el dominio israelí.

Si Lapid tiene éxito antes de la medianoche del miércoles, podría informar al presidente del país desde 2014, Reuven “Rubi” Rivlin, el logro de los acuerdos necesarios para la formación de un nuevo gobierno, que luego se sometería a la votación de la Knesset.La juramentación del nuevo gobierno podría ocurrir dentro de una semana.

Si el acuerdo tiene éxito, finalizaría tanto al estancamiento político que ha traído cuatro elecciones anticipadas desde 2019 como el largo período de Netanyahu en el cargo de primer ministro.

El partido, fundado por Menájen Beguín en 1973 de centroderecha, Likud de Netanyahu ganó la mayor cantidad de escaños en las elecciones de marzo y se le dieron 28 días para construir un gobierno de coalición mayoritario. Sin embargo, no lo logró. Para bloquear a Lapid, ha tratado de avergonzar a políticos de derecha entre ellos a Bennett, acusándolo de abandonar a los votantes.

“Un gobierno como este es un peligro para la seguridad de Israel, y también es un peligro para el futuro del estado”, declaró Netanyahu el domingo sobre el acuerdo Lapid-Bennett. Un miembro del partido Yamina de Bennett ya se ha negado a unirse a una coalición anti-Netanyahu.

Si Lapid no anuncia un nuevo gobierno, una quinta elección israelí a finales de este año es un resultado posible.

 ¿Quién es Naftali Bennett?

 Naftali Bennett, exlíder de los colonos de extrema derecha, fue una vez asistente y asesor de Benjamin Netanyahu y dirigió los ministerios de Educación y Defensa de Israel en sus gobiernos.

Bennett, que quiere anexar la mayor parte de Cisjordania ocupada, sigue siendo ideológicamente cercano a Netanyahu y una vez fue miembro de su partido gobernante Likud. Sin embargo, este jugador político de 49 años se ha enfrentado a su antiguo jefe.

Bennett, incondicional de la derecha religiosa de Israel es un exl íder de Yesha, el principal movimiento de colonos judíos en Cisjordania. Su plataforma política se caracteriza por la expansión de los asentamientos, la anexión de tierras palestinas y el rechazo de un estado palestino.

“No le daría ni un centímetro más a los árabes”, dijo en 2018. “Tenemos que abandonar la idea de que, si nosotros les damos más territorio, el mundo nos amará”.

Hijo de inmigrantes de la ciudad estadounidense de San Francisco -llegados a Israel en 1967, semanas después de la Guerra de los Seis Días-  Bennett se convirtió en millonario de alta tecnología después de vender una empresa de software antifraude a otra de seguridad estadounidense.El ex asesor es menos conservador que su colega de extrema derecha, en algunos temas que incluyen los derechos de los homosexuales y la relación entre religión y Estado. 

Traducción de Alfredo Grieco y Bavio

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