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Elecciones 2023

Con Cristina Kirchner en contra y manejando el tablero del Senado, la oposición ve un futuro incierto para la Boleta Única de Papel

Al frente del Senado, Cristina Kirchner rechaza de plano la iniciativa opositora de Boleta Única de Papel

Mauricio Caminos

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Luego del avance opositor por la Boleta Única de Papel (BUP) en la Cámara de Diputados este miércoles, la iniciativa fue girada ahora al Senado, donde habrá una compulsa por torcer el brazo de un par de senadores oficialistas que están dispuestos a dar el debate, y oportunamente apoyarla.

El cambio del instrumento electoral pasó por la Cámara baja con lo justo –132 votos a favor de los 129 necesarios– y un escenario incierto se aventura en la Cámara alta, según pudo recoger elDiarioAR de fuentes parlamentarias.

El proyecto de BUP que este miércoles a la noche tuvo media sanción en Diputados dispone que en una única papeleta estén todas las categorías en juego en una elección nacional, siguiendo el modelo de boleta única adoptado por la provincia de Córdoba. 

Entre otras disposiciones que establece la reforma, los electores podrán elegir una lista completa marcando en un solo casillero, solo se verá hasta cinco candidatos a legisladores nacionales –mientras en los cuatro distritos más populosos donde hay más candidatos, Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, habrá afiches en las escuelas con el listado completo– y se permite el proceso de simultaneidad y concurrencia en las provincias, para que cada jurisdicción tenga la libertad de adherirse o no al sistema nacional.

Para que en el Senado le dé sanción definitiva a la ley se necesitan 37 votos, de los cuales el bloque cambiemita ostenta 33 propios. Llegaría a 35 con los apoyos de los peronistas disidentes, Alejandra Vigo –esposa del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti– y Alberto Weretilneck –de Juntos Somos Río Negro, habitual aliado del kirchnerismo pero que apoya la iniciativa–. 

Para llegar al ansiado quórum, la clave de la estrategia opositora estará entonces en conseguir el aval de al menos dos de los tres legisladores del Frente de Todos que ven con buenos ojos la BUP, como el jujeño Guillermo Snopek, el correntino Carlos Espínola, y el entrerriano Edgardo Kueider. Un átomo suelto es el puntano Adolfo Rodríguez Saá, que por su relación directa con la vicepresidenta no acompañaría la iniciativa de la oposición.

En JxC ya dan como una baja a Snopek, quien puso como requisito que para avalar la ley nacional el mismo sistema se use primero en su provincia, donde gobierna un radical –Gerardo Morales– aunque la BUP no está implementada. Quiere que el distrito “haga punta” con un instrumento distinto a la boleta partidaria, como ya pasa en Córdoba y Santa Fe.

Ajustado entonces con los números, el miércoles por la tarde, mientras en Diputados se discutía la iniciativa en el recinto, hubo llamados de las espadas de Juntos por el Cambio –Alfredo Cornejo y Luis Naidenoff– hacia los despachos de la vereda contraria de Espínola y Kueider. “Sinceramente no lo sé”, se escuchó decir a un encumbrado senador radical sobre qué harán los peronistas.

Al menos cerca del ex funcionario del actual gobernador entrerriano Gustavo Bordet, aseguraron en las últimas horas a este medio que la postura de “escuchar el debate” sigue en pie.

Donde no hay dudas en JxC es en los apoyos de Vigo y de Weretilnek. “Estamos totalmente a favor. Para los partidos provinciales, la boleta única es una solución cuando se trata de elecciones nacionales”, dijeron a elDiarioAR cerca del senador patagónico.

Pero toda estrategia de negociación dependerá primero de qué haga Cristina Kirchner, quien dispondrá a cuáles y a cuántas comisiones girar la iniciativa. JxC no cuenta con mayoría en ninguna, en contraposición a Diputados, que gracias al emplazamiento que se forzó desde el recinto a principios de mayo, la BUP se discutió en un plenario de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Justicia. El acuerdo JxC-Interbloque Federal sumó 58 firmas contra 57. 

El giro a las comisiones sería entonces la estrategia de la vicepresidenta para bloquearle el camino a la oposición, una jugada que hasta un diputado de JxC anticipó: “Cuando esto pase al Senado, se vendrá el apriete”.

La ex mandataria y el propio Alberto Fernández rechazan de plano el cambio de la forma de votación. “Votás una lista de diputados como si fuera una ristra de chorizos y ajos”, cargó la propia Cristina Kirchner durante el acto que hace dos meses protagonizó en Chaco.

En el caso de que la oposición logre avanzar pese al rechazo cristinista y consiga sancionar la ley, un escollo difícil de franquear será el veto presidencial. Como le exigió su vice la semana pasada en el acto de YPF, el jefe de Estado haría así “uso de la lapicera”.

CC

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