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Lo que está en juego en el Congreso: el Gobierno y la oposición se disputan el quórum en Diputados y el Senado

Congreso de la Nación

Mauricio Caminos

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Hay veda electoral y la suerte ya está echada para los candidatos que disputan este domingo las PASO, de cara a las elecciones de noviembre para conseguir un lugar en el Congreso. En la previa a los resultados que marquen las urnas -y que definirán parte de los restantes dos años de la gestión de Alberto Fernández-, queda entonces analizar qué se juega cada fuerza electoral. 

Mientras el oficialismo espera sumar bancas en Diputados para lograr el quórum propio y conservar la mayoría actual en el Senado, en la vereda de enfrente de Juntos por el Cambio -la principal fuerza opositora- tienen el desafío de no ceder terreno en la Cámara baja, y hasta sueñan con arrebatarle senadores al kirchnerismo.

El “poroteo” en Diputados

La foto actual de la Cámara baja la domina el Frente de Todos, con 120 bancas de las 257 que componen el cuerpo. La oposición mayoritariamente es de JxC, con 115, mientras el resto de los lugares está repartido entre el peronismo no kirchnerista (10), así como la izquierda (2) y partidos provinciales.

Pero de los 127 escaños que se renuevan este año repartidos en todas las provincias del país, quien arriesga más es el macrismo: 60 bancas -53 por ciento del total en juego- que ganó a mitad de mandato Mauricio Macri, elección que hasta incluyó la derrota de Cristina Kirchner frente a Esteban Bullrich por el Senado. 

Lejos de amedrentarse, en Juntos por el Cambio confían en que no van a ceder mucho terreno, ya que estiman volver a ganar en las mismas provincias importantes que cuatro años atrás, salvo en la populosa Buenos Aires, donde se juegan 35 bancas y el peronismo unido tiene un terreno favorable. Confían en ganar la mayoría de los espacios en los territorios afines al macrismo de Capital Federal (que renueva 13 lugares), Córdoba (9), Santa Fe (9), Mendoza (5) y Entre Ríos (5). 

“En las condiciones que tenemos hoy, aquel caudal de votos se va a mantener”, estimó ante elDiarioAr una diputada nacional de Pro que busca la reelección. “No creo que en ningún lado estemos perdiendo diputados, porque más allá de las PASO, el día después vamos a trabajar todos juntos”, agregó la legisladora, a sabiendas de que JxC dirime internas, en algunos distritos hasta con tres listas.

Menos que perder tiene el FdT, que pone en juego 51 escaños, en su momento obtenidos, principalmente, por el kirchnerismo y el massismo desde carriles separados. La obsesión del Gobierno es sumar nueve lugares más y así llegar al número mágico de los 129 diputados que otorgan el quórum para prescindir negociar con la oposición. 

Hasta hace poco el oficialismo contaba con 119 legisladores propios, pero sumó la del Eduardo “Bali” Bucca, quien acordó personalmente con el presidente Alberto Fernández su llegada al FdT. Sin embargo el lugar del ex intendente de Bolivar también será a revalidar, ya que su mandato como legislador vence el próximo diciembre y ahora compite por un espacio en la Legislatura bonaerense.

Justamente en Buenos Aires (renuevan 17 del 2017: 13 kirchneristas y 4 massistas), es donde en el Gobierno esperan sacar una buena tajada de bancas. Hay dirigentes peronistas que aseguran rondar el 40 por ciento, y a una distancia de seis a ocho puntos con JxC (que obtuvo 15 diputados hace cuatro años). Pero en el resto de las provincias son más cautos, ya que saben que la fecha importante es en dos meses, además de que en una elección legislativa también depende el clima político local y la relación con la Casa Rosada. 

Desconfiados de las encuestas, cerca de Cristina Kirchner mandaron a comparar las últimas cuatro elecciones legislativas y el compartimiento de las distintas provincias, donde encontraron que las votaciones no varían mucho entre una y otra. La lectura oficial es que la foto de las PASO permitirá ver la proyección hacia noviembre, y ahí es donde pueden ponderar como importantes a provincias que sumen cualquier poroto de más. Por fuera de los distritos mencionados anteriormente, en el resto del país el FdT revalida entre uno y dos escaños en cada uno.

El control del Senado

La Cámara alta la domina hoy Cristina Kirchner, no solo desde su lugar como vicepresidenta de la Nación, sino también con el control del número de legisladores: de las 72 bancas que componen el cuerpo, 41 responden al Frente de Todos, cuatro más que el quórum necesario para abrir el debate. El resto son mayoritariamente de JxC (25), y tres corresponden a espacios provinciales.

El Senado se renueva por tercios, y este año le toca a los distritos de Tucumán, La Pampa, Catamarca, Chubut, Mendoza, Corrientes, Santa Fe y Córdoba: un conjunto de 25 lugares, donde el partido ganador de cada provincia se queda con dos bancas y el segundo, una. 

En esta pelea el Gobierno pone más en juego con respecto a la oposición: 15 de sus 41 bancas actuales, en tanto que Juntos por el Cambio debe renovar ocho de sus 25 lugares. La banca restante que se elige es la que correspondía al monobloque del fallecido Carlos Reutemann (por Santa Fe), cuyo mandato de seis años vencía en diciembre, y que había entrado por Cambiemos.

En el FdT aseguran que no está en riesgo el quórum, aunque sí reconocen que podría haber una merma de una o dos bancas, no más. El oficialismo podría quedar detrás del macrismo (2-1) en Corrientes y Mendoza, hoy gobernadas por el radicalismo. Habría un final abierto en Córdoba, donde el FdT busca renovar a Carlos Caserio, que enfrentará al aparato del gobernador Juan Schiaretti y al macrismo, siempre favorito en tierras mediterráneas. Y también es incierto el pronóstico en Tucumán.

Además, el Gobierno sí sacrificará una banca en Chubut, ya que actualmente cuenta con las tres porque son legisladores que habían sido elegidos en 2015 por sectores en su momento enfrentados: el kirchnerista Frente para la Victoria y el massista Frente Renovador. 

En JxC, que descuenta sumar las bancas por la minoría en La Pampa y Catamarca, creen que semejante panorama les da aire. Se esperanzan entonces en darle el mayor golpe al oficialismo: que pierdan cinco senadores, y por ende el quórum, un latiguillo que Patricia Bullrich -presidenta de Pro- repitió en los cierres de campaña.

“El Senado es donde tenemos la pelea más grande. Tenemos que bloquearlos”, razonó la legisladora macrista que dialogó con este medio al filo de la veda. Una fuente kirchnerista tomó con sorna el desafío y recogió el guante: “¿Sabés lo que hay que trabajar para ganar cinco senadores?” Este domingo veremos quién queda mejor parado para el 14 de noviembre.

MC/WC

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