“El interior también existe”: la última carta de Manzur, el tucumano impasible
Juan Manzur ve algo -o deja de ver algo- que lo induce a asegurar, sin rubor ni parpadeo, que el peronismo ganará la elección presidencial de este año. El tucumano sostiene su fe, que desafía las encuestas y el registro de gran parte de la dirigencia, que el PJ puede ganar bien en el Norte del país y en el conurbano, y de ese modo tener una victoria al alcance de la mano, en la medida que JxC siga con sus tropiezos y Javier Milei se caiga un poco pero no tanto. Ese optimismo es una rareza -aunque la exponen otros dirigentes como Eduardo Valdés- de un personaje peculiar que, cuando todas las luces de la discusión peronista se enfocaron sobre la infra interna bonaerense entre el kirchnerismo ampliado y Daniel Scioli, tocó timbre y avisó que tiene un plan, un deseo y contratos firmados de publicidad online y callejera para lanzar, a una semana del cierre de listas, su candidatura presidencial.
Fuera de la boleta tucumana, por un sablazo de la Corte Suprema, pero gestor de una victoria doble en la provincia -el peronismo además de retener la gobernación sumó la capital, San Miguel-, Manzur hizo sobre la hora lo que pensaba hacer en mayo pero tuvo que poner en pausa cuando Horacio Rosatti, el cortesano en jefe, volteó las elecciones de Tucumán y de San Juan, urgido por otros problemas, pero rápido para aprovechar la oportunidad que le dieron Manzur y Sergio Uñac al anotarse para candidaturas que estaban flojas de papeles. Si la votación hubiese sido el 14 de mayo, como estaba previsto, 72 horas después el exjefe de Gabinete hubiese lanzado la postulación con la que empezó a rondar, en las últimas horas, vía banners en la web, tal como contó David Correa en elDiarioAR.
Manzur, tucumano impasible, entró a las corridas en un ring binario en busca de algo incierto. “Entrar en una fórmula”, coinciden tres voces del tucumanisno e interpretan en un búnker K. “Dice que va hasta el final”, aporta un entornista. “En un mes Tucumán ya no le pertenece más y quiere salir para arriba”, teoriza otro peronista. Manzur quiere ser la voz más ruidosa de una demanda de país federal pero que no tiene un solo portavoz. “A los gobernadores los llaman solo cuando hay quilombo, pero cuando van a cerrar la lista se enteran por la TV”, sintetiza ese reclamo un dirigente que vive lejos pero tiene oficina en CABA.
La consigna manzurista hace, de aquello, un eslogan: “el interior también existe”, repiten a su lado y remiten a que el documento del CFI que firmaron los gobernadores tuvo además de un pedido de boleta única, representatividad del peronismo del interior en la fórmula que se presente. Lo primero tenía una lógica bien propia: que la interna ambeña entre los Fernández no derrame su toxicidad a las provincias. Lo segundo era más directo: que haya alguien en el binomio o, de mínima, que haya consultas. “Manzur aporta medio millón de votos de Tucumán. Si sumás a todos los peronistas del norte, tenemos más de un millón”, tira números un armador.
Destinos
La lectura inicial es que Manzur entra en la pelea para tratar de meterse en la discusión y hacer valer lo que tiene -que no está claro cuánto es- en medio de la discusión entre el cristinismo y Scioli. La visita de Eduardo “Wado” De Pedro a Tucumán, la noche de la victoria, disparó la especulación obvia de que había podía haber una fórmula. De hecho, el gobernador además de invitar a varios gobernadores de la región Norte, le hizo una invitación específica al ministro del Interior.
- ¿Vas a ser vice de Wado? -, le preguntó un dirigente.
- Pero Wado no fue ni intendente... -respondió Manzur.
Tampoco está claro si De Pedro quiere al tucumano como vice. Por momentos, se enfoca a Manzur más cerca de la postura y la mirada de Sergio Massa, aunque el tucumano nunca terminó de procesar una sospecha malsana respecto a que el tigrense tenía como plan A ser jefe de Gabinete. Le dijeron, mil veces, que no era así, incluso que Massa maniobró para que Jorge Capitanich, gobernador chaqueño, no obtenga la bendición de Cristina y Alberto para ir en lugar del tucumano. Todo ocurrió un miércoles: cumbre de gobernadores en el CFI al mediodía, almuerzo -en horario de brunch- en Casa Rosada, y charla de “Coqui” con el Fernández a solas en el despacho del primer piso. “Clarín nunca te va a dejar ser presidente”, fue la frase que, dice la leyenda, cerró esa conversación.
El tucumano arrancó tarde la carrera. De hecho, se espera que en las próximas horas se conozca una definición en el sector que se alinea detrás de Cristina Fernández de Kirchner respecto a la candidatura presidencial. La vice y su hijo Máximo regresaron el domingo por la noche de Santa Cruz. Entre otras teorías, se especuló con el martes 20 haya un anuncio aunque otras fuentes llevan esa definición al jueves 22.
Equilibrios
“Juan jura que le 24 de junio se anota como candidato”, indica un entornista que, a su vez, entiende que el posicionamiento sobre la hora puede tener como objetivo entrar en una fórmula. Se apunta, sobre todo, a una negociación con Cristina Kirchner, con quien habla, más que con Scioli. “Daniel lo llamó 20 veces”, apunta un operador de Manzur y descarta cualquier posibilidad de que el tucumano confluya en un acuerdo con el exgobernador bonaerense. En esa ecuación, el tucumano quiere ser la expresión de los gobernadores -o parte de ellos- o eventualmente ser una figura que exprese a un sector en las PASO. “Tiene todo listo para anotarse y competir”, dice.
En estas horas, la campaña de instalación se redoblará y el miércoles el tucumano tiene previsto una bajada al conurbano, específicamente una reunión en zona sur con dirigentes del peronismo. Puede ser un movimiento autónomo pero, en cierto modo, resultar funcional al armado K. Hay, como de muchos otros, dos versiones de Manzur: el que dijo alguna vez que Cristina formaba parte del pasado y el que fue propuesto por la vice para ir de jefe de Gabinete en lugar de Santiago Cafiero post derrota del 2011. Este domingo, Manzur estuvo en San Juan y se mostró con Sergio Uñac, encuentro que alimentó la tesis de que hay un scrum de gobernadores que empuja para entrar en la fórmula.
Aparece, en una foto movediza, como expresión de un bloque de gobernadores que incluye al catamarqueño Raúl Jalil, al riojano Ricardo Quintela y, en parte, al santiagueño Gerardo Zamora. Un operador cuenta que habló con Zamora, lo sondeó sobre si empujaba para que su mujer, Claudia Abdala vaya de vice, y el gobernador le dijo que se corrían de ahí porque ese lugar lo quería Manzur. Cosas que se dicen.
Lanzamiento
En este marco, el legislador tucumano Gabriel Yedlin dijo que Manzur quiere ser precandidato presidencial por Unión por la Patria para que haya “alguien que represente al interior” y planteó su preocupación por la represión ocurrida en Jujuy, “que es una muestra de lo que podría ser un gobierno de derecha, que viene a callar derechos con represión”. “Manzur manifestó su voluntad de querer ser candidato a Presidente de la Nación porque es momento para el interior también, es momento de que haya alguien que representen al interior, porque venimos de gobiernos muy centralistas”, consideró Yedlin en declaraciones en FM Milenium. Agregó: “En el interior de la Argentina, en el norte de la Argentina creemos que es momento de tener una voz y Manzur lleva muchísimos años trabajando, vinculándose con diferentes referentes de la política y de la sociedad argentina. Fue gobernador, vicegobernador, ministro de Salud de la Nación durante seis años, y también secretario de Salud de La Matanza cuando era intendente (Alberto) Balestrini”.
PI
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