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A una semana del cierre de alianzas

Elige tu propia aventura: el PRO se debate entre acordar con La Libertad Avanza o ir con Juntos por el Cambio en las provincias

Mauricio Macri junto a María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato, el día de la elección porteña

María Cafferata

31 de julio de 2025 20:18 h

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No hay orden ni proyecto, solo la voluntad de sobrevivir. A una semana de que venza el plazo para formalizar las alianzas de cara a las elecciones de octubre, el PRO se encuentra en estado asambleario. Dividido entre estrategias regionales dispares que lo llevan, a veces, a aliarse con La Libertad Avanza y, en otras, a posicionarse como oposición al Gobierno, el PRO revisa su mapa de acuerdos bajo una sola máxima: hacer la mejor elección “posible” en un contexto de atomización y crisis de identidad.

Fue el propio Mauricio Macri quien firmó la libertad de acción el mes pasado, cuando en una reunión del consejo nacional del PRO habló de “hacer la mejor elección posible” y cerrar acuerdos “con dignidad”. El mensaje estaba dirigido, entonces, a Cristian Ritondo y a los acuerdistas bonaerenses que pujaban por cerrar una alianza con Karina Milei en Provincia de Buenos Aires. Un mes después, con el acuerdo firmado y la duda acuciante de si sucederá lo mismo en CABA, Macri volvió a defender la misma postura.

Mauricio Macri saluda a Javier Milei en su asunción

Fue durante un zoom que se llevó a cabo el jueves por la mañana, en el que participaron casi todos los jefes partidarios provinciales. Presidida por Macri, la reunión giró en torno al mapa de alianzas de todo el país. Algunas, como Santa Fe o Chubut, formarán parte de una versión ampliada de Juntos por el Cambio: horas antes, el gobernador chubutense, Ignacio Torres, había sido el anfitrión del lanzamiento de un nuevo espacio federal junto al cordobés Martín Llaryora y el santafesino Maximiliano Pullaro. Lo mismo se espera que suceda en Mendoza, en donde el PRO quedó por fuera del acuerdo que LLA cerró con el gobernador radical Alfredo Cornejo la semana pasada.

En otras provincias, como PBA, el PRO definió ir en alianza con LLA. Ritondo no participó del encuentro, pero más de un dirigente porteño presiona para que intervenga también en la negociación de la Ciudad: “El tema es correrlo a Jorge (Macri) de la mesa. En Provincia se logró cerrar un muy buen acuerdo, y en CABA se puede evitar una nueva humillación”, señala un acuerdista porteño que observa que, pese a los chispazos entre el jefe de Gobierno porteño y Karina, ambos espacios llegarán a la conclusión de que todos -LLA y el PRO-ganarán si firman una alianza electoral.

Jorge Macri, el principal perjudicado del resultado electoral

Otra de las provincias en las cuales el PRO busca cerrar un acuerdo con LLA es en Córdoba: la provincia en donde Macri ha sido más exitoso electoralmente, después de CABA. Allí la bullrichista Laura Rodríguez Machado reelige la banca y, al igual de lo que sucede con el radical Rodrigo de Loredo, los excambiemitas pretenden formalizar una alianza que le permita ganarle al peronismo cordobesista que lidera, ahora, Llaryora.

El PRO cordobés, sin embargo, se encuentra atravesado por una larga batalla judicial y, a pocos días de que venza el plazo para presentar las alianzas, existe la posibilidad de que Macri no pueda hacerse con el control del partido a tiempo. El presidente del partido, hoy, es el diputado Oscar Agost Carreño, una de los principales armadores del pichettismo en el Congreso. Agost Carreño abandonó el bloque PRO y funciona, hace más de un año, como una de las espadas de la oposición a Javier Milei.

El diputado nacional Oscar Agost Carreño

Macri intentó hacerse con el control del partido en diciembre, pero un fallo de la Justicia Electoral declaró inválida la intervención dispuesta por el PRO Nacional. El expresidente apeló el fallo y, a modo de presión, volvió a definir la intervención del partido en la reunión del consejo nacional del jueves. En este caso, se definió como interventor al diputado Martín Yeza, exintendente de Pinamar.

No fue el único caso en el que el Consejo Nacional tuvo que intervenir. Además de Córdoba, el Consejo definió intervenir el partido en La Rioja y Santa Cruz.

La incógnita porteña

Por la tarde, horas después del zoom nacional, los principales dirigentes porteños del PRO volvieron a verse las caras en un encuentro en la sede partidaria sobre la calle Balcarce. El objetivo oficial era designar a las autoridades partidarias que tendrán la firma para sellar cualquier acuerdo. Se definió que fueran Jorge Macri y el jefe de asesores de CABA, que ya tiene un canal de diálogo abierto con el equipo de Karina, Ezequiel Sabor. El motivo de fondo, sin embargo, era otro: definir si, el 7 de agosto, el PRO tenía que hacer lo posible para cerrar una alianza con LLA o no.

A diferencia de lo que ocurrió en PBA, en la Ciudad, al otro lado de la General Paz, el PRO se resiste a fusionarse con las fuerzas del cielo. La cabeza de esa resistencia es María Eugenia Vidal, quien no olvida que el objetivo de LLA es barrer al PRO de la Ciudad. La exgobernadora bonaerense ya adelantó que, de cerrarse un acuerdo con Milei, ella no participará de las elecciones.

María Eugenia Vidal

Vidal es una de las impulsoras, junto a Jorge Macri, de resucitar Juntos por el Cambio y de utilizarlo como vehículo para evitar salir terceros, una vez más, en octubre. El jefe de Gobierno porteño designó a Daniel “Tano” Angelici, el histórico operador judicial del radicalismo, como interlocutor para negociar con los huérfanos del dinamitado JxC. Ya sostuvo conversaciones con la UCR, la Coalición Cívica, Confianza Pública y el partido que preside Ricardo López Murphy. El objetivo es sellar una alianza lo suficientemente amplia que les permita ser más competitivos contra Milei, por un lado, y contra el peronismo, por el otro.

Este armado, sin embargo, es el Plan B. El objetivo principal que tiene Mauricio Macri en CABA es cerrar un acuerdo similar al que se logró cerrar en la Provincia. Puertas adentro, el expresidente ya dio señales de que prefería acordar con Milei, a pesar de la resistencia de su primo (que tiene una relación muy tensa con los hermanos Milei, que no lo pueden ni ver). El objetivo es sobrevivir y evitar una nueva derrota humillante en el bastión en el que vio nacer su carrera política.

Manuel Adorni y Karina Milei festejaron en el búnker del Hotel Libertador.

En el macrismo están a la espera de una señal de Karina Milei, quien todavía trabaja en el pliego de condiciones que le exigirá a los Macri para sellar un acuerdo. Quienes conocen a la secretaria general de la Presidencia deslizan que buscará la “rendición total” del PRO. Es decir: boleta violeta -en un distrito que el partido amarillo gobierna-, ningún candidato a senador nacional y un máximo de dos candidatos entables en la lista de diputados nacionales.

“Jorge no va a estar entusiasmado, pero si logra alivianarle la gobernabilidad no se va a quejar. Y Karina lo mismo: se le puede alivianar la tensión en Congreso y potenciar los esfuerzos en las provincias”, desliza un macrista bonaerense que sospecha que, al final del día, ambos sectores querrán acordar. Y, si todo sale mal, siempre habrá un Plan B.

MC/JJD

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