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Congreso El megaproyecto de Javier Milei

El Gobierno quiere rápido la ley ómnibus pero tres dictámenes y el paro de la CGT frenan su avance

Alberto "Bertie" Benegas Lynch, el miércoles, en el debate de comisiones por la ley ómnibus, donde pidió recortar el tiempo de los oradores. El oficialismo está complicado para conseguir el apoyo de aliados si no permite cambios en la ley.

Mauricio Caminos

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“Están redactando”. El gerundio libertario salió del despacho de Martín Menem, presidente de Diputados, y marca el escenario de pura negociación o parate político en el que está el oficialismo en la previa a habilitar finalmente la posibilidad de que el plenario de comisiones encare el dictamen a la ley ómnibus. 

Luego de una serie de audiencias públicas en el anexo de la Cámara baja donde desfilaron sobre todo voces críticas al proyecto “Bases” de Javier Milei, en La Libertad Avanza abrieron ayer miércoles un compás de espera para las primeras reuniones de trabajo entre los legisladores oficialistas y opositores que integran las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales. 

La intención de La Libertad Avanza era tener dictamen “lo más pronto posible” para casi automáticamente ir al recinto –esa idea de votar el sábado–, pero el paro de la CGT del miércoles se volvió un escollo para sus planes. El apuro oficialista no es compartido por los eventuales aliados que necesita el Gobierno para avanzar con su extenso articulado: el PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal. 

Ellos fueron los que le pusieron reparos a la estrategia oficialista para que la votación no quede entrampada en la huelga sindical, lo que podría hacer imprevisible cualquier desenlace para una sesión que al menos se estima maratónica. “No quiero que mis dedos queden pegados a una ley que le va a dar argumentos a la CGT para endurecer su paro”, se quejó una diputada radical de influencia entre sus correligionarios. 

En paralelo a ese espadeo por la fecha, los radicales y los federales que conduce Miguel Pichetto tienen listo un dictamen propio hasta tanto la Casa Rosada no ceda ante sus reclamos en torno a las delegaciones extraordinarias del Presidente, jubilaciones y retenciones, entre otros puntos clave del texto de más de 600 artículos. La estrategia de la UCR y HCF es endurecerse para que finalmente LLA acepte cambiar esos ítems medulares de la ley. 

“Hoy hay tres dictámenes”, avisó como una advertencia uno de los referentes del bloque de Pichetto, que tiene como protagonistas también a Emilio Monzó, Nicolás Massot, Margarita Stolbizer y los legisladores que responden a Elisa Carrió. Los federales están jugando en tándem con la UCR: anoche ambos espacios se predisponían a ajustar detalles de su texto compartido. Por la tarde, según consignó La Nación, hubo una comitiva de federales que visitó a Menem en su despacho para “recomendarle” que posponga la votación del hemiciclo para después del miércoles próximo.

“Fueron a decirle a Menem que si no sale con un dictamen ordenado de la comisión, el recinto va a ser un desastre. También que no hay acuerdo para sesionar el sábado, que espere a dictaminar lunes o martes, y sesionen el jueves”, compartió a elDiarioAR una voz testigo del cónclave.

Los libertarios están condicionados al apoyo opositor blando, porque si ese tercer despacho efectivamente avanza sería un problema grave: no tienen número propio en las comisiones para bloquear el rechazo que representan Unión por la Patria y la Izquierda, que firmarían un dictamen en contra. Y a la hora de ir a la sesión, primero se vota el dictamen de mayoría en la comisión.

UP más el FIT tienen 49 del centenar de diputados que integran las comisiones. LLA necesita un piso de al menos 50 firmas para que avance la ley ómnibus. El oficialismo apenas cuenta con 18 de los 115 legisladores del plenario (algunas valen doble porque hay diputados que integran varios cuerpos de trabajo). El PRO tiene 17, la UCR, 16; HCF, nueve, y los referenciados en los gobernadores, cuatro. En política a veces la matemática sí importa.

A la par de la estrategia conjunta entre los radicales y los federales, también es clave el juego que tenga el PRO, por su alineamiento casi incondicional con los libertarios. “El dictamen lo vienen trabajando por si acaso desde la semana pasada. Falta saber si el PRO firma eso mismo…”, le puso suspenso un operador radical.

¿Y qué hará el partido amarillo? Complejiza la trama que también el PRO tiene conversaciones con sus ex socios de Juntos por el Cambio. Ayer se reunió el bloque que conduce Cristian Ritondo durante tres hora a puertas cerradas para consensuar una postura común, tarea difícil teniendo en cuenta que las tribus están repartidas entre sus referentes Mauricio Macri, la ministra Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. “Vamos a ver”, jugó al misterio un diputado amarillo en medio de la cumbre del espacio.

Otra de las voces referentes del PRO le puso paños fríos al drama político entre el oficialismo y sus aliados: “Dado la definición de Unión por la Patria que votará en contra del mismo, el texto de lo que será el despacho de mayoría se está trabajando con los bloques de La libertad Avanza, el PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal”, apuntó a elDiarioAR una diputada consultada que en los últimos días estuvo en las reuniones en el despacho de Menem donde funcionarios del Ejecutivo recepcionaron los reclamos opositores. 

La promesa de las segundas líneas que visitaron el Congreso entre lunes y martes fue dar un feedback a más tardar ayer, pero no trascendieron novedades. Otra fecha que no es casualidad: por estas horas el Presidente está regresando de su viaje a Davos. En toda esta novela parlamentaria es Milei quien tiene la palabra final.

La legisladora amarilla detalló así los principales cambios que le pidieron al Gobierno: “Lo medular gira en relación a la fórmula de movilidad jubilatoria, en la que se está pidiendo un texto que asegura que la prestación jubilatoria no pierda capacidad adquisitiva con la inflación; modificación de los montos de retenciones para economías regionales y otros productos, límite a la delegación de facultades al Ejecutivo y cuestiones relacionadas al Fondo de Garantía de Sustentabilidad”.

En la oposición estiman por lo bajo que el oficialismo aceptará dichas modificaciones, e incluso que se quiten del texto original capítulos enteros para no entorpecer el avance de la ley de Milei. Para el Presidente siempre fue central la cuestión económica-fiscal, que el martes fue uno de los temas en lo que se trabó la negociación. “En algunos capítulos está la idea en tratarlos más detenidamente en ordinarias ya que un rechazo en esta instancia impediría su tratamiento nuevamente en el año. Es por ello que en el despacho probablemente se quiten capítulos en los que no hay tantas objeciones, pero que sí requieren de un tratamiento que no sea exprés para encontrar acuerdos”, recogió este medio en el PRO.

En la vereda de enfrente –literal y políticamente hablando– dentro del anexo de Diputados ayer el presidente del bloque de UxP, Germán Martínez, denunció que el oficialismo y la oposición más afín están “negociando” el “núcleo” del proyecto de ley ómnibus “en otra mesa” a espaldas del plenario de comisiones. Según dijo, son 15 los artículos que constituyen el corazón de la iniciativa, que consisten en la delegación de facultades, el aumento de los derechos de exportación, la privatización de empresas públicas y la licuación de las jubilaciones. “Un pedazo se va a jugar acá y otro en la vereda de enfrente”, concluyó Martínez, casi con resignación.

Mientras la oposición dialoguista espera las devoluciones finales del oficialismo, otro gerundio le puso más incertidumbre al derrotero de la ley ómnibus. Ante la consulta sobre si finalmente la ley ómnibus se votaría la semana próxima, una fuente directa de los libertarios respondió: “Se está definiendo eso”. 

MC/JJD

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