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Entrevista

Martín Yeza, intendente de Pinamar: “No es una situación de desborde, hay lugares con menos turistas y cuatro veces más infectados”

Yeza y Macri, recorriendo Pinamar en diciembre pasado

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Si bien ayudado por la atención que concita Pinamar durante el verano, el intendente de la ciudad, Martín Yeza, consiguió una exposición superior a la esperable para este municipio de 40.000 habitantes. Contribuyeron a su visibilidad una relativa juventud (tiene 35 años), su propensión a expresarse con alguna soltura en redes sociales y un carácter inclasificable dentro de las tribus que componen Juntos por el Cambio, disonante con la línea dura que parece prevalecer.

Otros datos inusuales sobre Yeza: trabajó tres años como asesor de Felipe Solá, cuando el actual canciller era diputado; impulsa la candidatura de María Eugenia Vidal; no está invitado a los zoom de la cúpula de JxC y se define como liberal de izquierda.

¿Se puso de acuerdo con Axel Kicillof respecto a las nuevas restricciones nocturnas a los bares y boliches?

Tuvimos una buena reunión. Fue parte del compromiso que tomó el Gobierno bonaerense. Tendremos una reunión cada martes para ver la curva de infectados y la actividad turística en hotelería y gastronomía. Además veremos otros niveles: el acatamiento de la sociedad, la reacción de la ciudadanía y el operativo de vacunación. 

¿Cuál fue el desacuerdo que tuvo con el Gobierno bonaerense? 

El único desacuerdo fue si tomar como medida o no el cierre de la una de la madrugada. Se tomó esa decisión y ahora estamos trabajando para cumplirla y que sea eficaz. Es decir, que la norma cumpla el norte: achatar la curva de contagios.  

¿Cómo harán?

Nos pusimos a trabajar. Grabamos un spot de campaña para militar que los barcitos nocturnos arranquen antes, en lugar de funcionar de 12 a 3 de la mañana. Es para darle una mano a los dueños de los barcitos.

Tuvo un cruce tuitero con el ministro de Salud bonaerense Daniel Gollán...

Es parte de la dinámica de la democracia: se exageran las diferencias y se subestiman las coincidencias. Todos trabajamos para controlar curva. Daniel hizo una chicana innecesaria. Me tiene en Whatsapp si tiene dudas sobre lo que dije. Yo no le falto el respeto porque no conozco sus intenciones ni su historia. Sólo chicaneo a mis amigos y familiares. 

¿Cuál fue el malentendido con Gollán?

Yo estaba dando una nota en radio y soy coloquial. Conté que desde que empezaron las nuevas restricciones se generó una bola de nieve y por eso aumentó la rebeldía de los jóvenes. Gollán me chicaneó en función de eso. Valoro a todas personas que le ponen el cuerpo a la pandemia y dejo las chicanas para gente de mi confianza.

¿Cómo evoluciona la curva de infectados en Pinamar?

No es una situación de desborde. Hay lugares con menos turistas y cuatro veces más infectados. Además hay gente de otros balnearios que vienen a Pinamar a hisoparse, entonces damos positivos a personas de otros municipios. Tenemos 110 casos positivos en base a domicilios. Los turistas infectados son entre 120 y 130. Después, unos 70 dieron positivo por Covid-19 y se fueron. La curva está estable. El sistema de salud tiene una disponibilidad del 60 o 70%, y la mayoría de los internados no están por Covid, sino por accidentes de moto, auto o cuatriciclo. 

¿Cuándo se dio el último rebrote en Pinamar?

Después del 8 de diciembre. Teníamos un piso 56 casos en la primera semana de diciembre. En el fin de semana del 8, que fue récord de turismo, se fueron duplicando y triplicando los casos. Ahora tenemos unos 230 casos activos. Sobre el impacto de Navidad y fin de año, lo veremos en breve.

¿Qué capacidad tiene su municipio de hacer cumplir las normas y protocolos? 

Hay cosas que dependen del Estado y otras que no: el 100% de los eventos ilegales fueron desmantelados, pero a la vez tratamos de no causar más daño. También hay responsabilidades extraestatales: los jóvenes van a fiestas clandestinas porque se llaman así. Logramos que ellos vayan a partir de una construcción cultural y mediática. Fue una reacción de rebeldía al estímulo de que son clandestinas. Ojo, la mayoría de jóvenes decide cuidarse. Las fiestas son algo que está bien, pero en un contexto inadecuado.

¿Cuales son las responsabilidades más allá del Estado?

Los padres pasan desaparecidos en la discusión. Algunos me mandan mensajes a mí por por las redes. Una madre me pedía meter preso al hijo de 26 años, porque ella no lo podía controlar. “Es una vergüenza que el Estado no haga nada”, me decía. Bueno, más vergüenza es que no pueda comportarse y que no lo pueda controlar. La ciudadanía también tiene que ser responsable.

¿Qué críticas le hace al Gobierno nacional sobre el manejo de la pandemia?

Decido no juzgar a las personas que tomaron decisiones en un contexto de incertidumbre. Si alguien se equivocó, no fue con mala intención. Descreo de la grieta, es un invento cómodo. En democracia hay diferencias, uno privilegia más un valor y otro, otro. Es disenso, la piedra angular de la democracia. Hablar de equivocación es asimétrico. Porque acá nadie se equivocó de mala fe. 

¿Qué error no de mala fe identifica?

Posiblemente un factor haya sido la administración ad eternum de una cuarentena prolongada. Sencillamente eso. Hubo actividades económicas que se podrían haber protocolizado antes, pero el marco era de incertidumbre mundial. Durante una parte del año navegamos ciegos. 

Usted tuvo Covid-19. ¿Ahora se vacunó? 

Tuve Covid. Me hice el test y tengo buenos niveles de anticuerpos. Por eso por ahora la prioridad es el personal de salud y los mayores. 

¿Le genera algún tipo de suspicacia el origen de las vacunas?

No, nunca tuve una opinión sobre las vacunas en mi vida. El ruido estuvo más causado por las estrategias comunicacionales: ciertas idas y vueltas sobre cantidades generó un principio desconfianza.

¿Hay una diferencia entre los opositores en cargos ejecutivos, como usted, y los que no tienen esa responsabilidad?

Hay distintas perspectivas. La prioridad mía es trabajar para los pinamarenses. Amo a la Argentina. Participo en un espacio para volver a gobernar en provincia y la Nación, pero mi prioridad son los pinamarenses. 

¿Esa diferencia representa un problema para Juntos por el Cambio?

No me parece que no sea saludable. No veo nada que no le haya pasado a Frente de Todos cuando no era Gobierno. Nosotros estamos unidos y en la coalición discutimos, tenemos distintos orígenes partidarios. Es un ámbito saludable. Y algo más: en el último tiempo veo unidad opositora y apetito por ganar en 2021 y 2023. 

¿Antes no veía ese apetito de ganar las elecciones?

En 2020 había una serie de dirigentes de capa caída. Ahora veo saludablemente que hay ganas de recuperar los gobiernos. 

¿Quién es el líder de la oposición?

El equipo de Juntos por el Cambio. Eso es una ventaja. Es contracultural porque estamos acostumbrados a los grandes líderes. Pero en esta nueva era de la Argentina quizás ya no los haya. En el mundo hay grandes coaliciones. En el siglo XXI se ve que ya no hay grandes líderes, salvo Ángela Merkel. Los líderes cumplen su rol y no más.

¿Cuál fue la principal equivocación del Gobierno de Mauricio Macri?

Empiezo por las virtudes. Y no me refiero sólo a lo histórico de ser el primer no peronista (ndr: desde 1989) que completa su mandato en democracia. Eso tiene valor histórico, pero la mayor virtud es que quedó un equipo de gente que aprendió a gobernar, que sabe hacerlo que no es necesariamente peronista. Macri tuvo una actitud de cambio, de transformación y modernización del Estado. Se trajo a la política la discusión de la eficiencia y la eficacia. Ahora en las mesas de trabajo se incluye esa variable. Macri le hizo un aporte importante a la política argentina.

¿Y el déficit?

El defecto fue la delegación de la política. No creo que el problema sea en quien delegó, pero un presidente tiene que liderar políticamente. Yo hace poco me junté con él. Y me sacó dudas. No escucharlo es perder una oportunidad. 

¿Le gustaría que Macri sea candidato a presidente en 2023?

No lo sé. JxC tiene que tener opciones. Horacio (Rodríguez Larreta) es una figura valorada por Argentina y es muy valorado a nivel mundial. María Eugenia demostró en provincia que se puede dedicar a hacer una gestión transparente y honesta, empujando todo el día para cambiar algo. Martín Lousteau, Elisa Carrió son valiosos. Mauricio entra en el equipo que no se puede dejar afuera. Él tiene que tener un rol hacia 2023. En qué lugar va cada uno lo termina acomodando la sociedad.

¿Cuál es su ideología?

Liberal de izquierda, en la línea de Richard Rorty y John Dewey. 

¿Es liberal en lo económico y también en lo moral?

Estoy a favor de ampliar derechos civiles. Y en la economía el Estado tiene que tener un rol necesario. Creo en el principio de subsidiariedad. El Estado, donde sea necesario. El privado, donde sea posible. Creo en hacer posible que los particulares crezcan y progresen. La política argentina tiene que recuperar a la persona que se levanta a la mañana para trabajar y esforzarse para que sus hijos tengan un mejor pasar que ellos. Para el peronismo eso era la política social ascendente. Para otros se llama progreso. Tenemos que recuperar eso, falta una narrativa actual. En la década de 1930, los inmigrantes venían a progresar. Eso ya no pasa. La política tiene que recuperar al trabajador, sin tanta microsegmentación.

¿Existe todavía ese mundo laboral tan homogéneo, más propio de la sociedad industrial de hace 50 años?

Si lo tomás literal, puede que no exista. Pero la imagen del que se levanta a la mañana con la convicción de que la siguiente generación va a tener mejores oportunidades está en jaque. Hay poca gente con esa perspectiva. Tenemos que recuperar al trabajador, el que transforma la realidad y genera recursos. 

Trabajó tres con Felipe Solá. ¿Qué mirada tiene del actual canciller?

Felipe es una de las personas más inteligente que conocí en mi vida. Me enseñó a reflexionar, a ver que siempre vale la pena entender por qué la gente toma las decisiones que toma. Obama dijo algo así: no contesto más a quienes me descalifican, porque al final del día van a su casa y son amorosos con su familia. Ser bueno o malo son aspectos relativas, sacando de lado a los delincuentes. Con Felipe aprendí a no juzgar tanto. 

¿Solá no juzga? Actualmente se lo ve muy plantado y peleador, por momentos. 

Yo trabajé con él hasta diciembre de 2011. Después me lo reencontré en mi primera gestión como intendente y no lo vi más. Pero Felipe tenía el coraje de reflexionar y arrepentirse.

¿Y a Vidal cómo la ve? Parece alejada de la política.

Estuve con ella la semana pasada. Me visitó en la oficina. María Eugenia no sabe no trabajar, nunca descansa. Los medios quizás no estén acostumbrados a que no esté activa en público. Pero yo hablé con ella siempre, y siempre estuvo cerca de nuestros problemas y necesidades. 

¿Qué charla con Vidal?

Me pregunta siempre lo mismo: cómo está la gente. Está en una etapa reflexiva y personal, con un nuevo compañero de vida. Pero sigue la diaria de la política. Lo único que no hace es (hablar con los) medios. Me gustaría que fuera candidata a diputada en 2021 por la provincia. 

¿La ve con ganas de serlo?

Hay que trabajar para que eso pase. Las candidaturas se construyen y la sociedad ordena. Es sensible, tiene buenos modales y se planta ante lo que se tiene que plantar. Es la mejor de todos nosotros en la provincia. Y hasta puede ser candidata a presidenta.

AF

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