Amplían una red de contención para personas con consumo problemático

La red de centros comunitarios que acompaña a personas atravesadas por consumos problemáticos sigue creciendo: esta semana se inauguraron dos nuevos espacios en Santiago del Estero, que se suman a la Familia Grande Hogar de Cristo, una organización con presencia nacional nacida en villas y barrios populares, que trabaja con jóvenes y adultos en contextos de exclusión desde una lógica de comunidad, hospitalidad y vínculos sostenidos.
Los nuevos centros funcionarán bajo el modelo de casas de puertas abiertas, donde no hay protocolos policiales ni estructuras rígidas, sino acompañamiento personalizado, talleres, vínculos comunitarios y redes de cuidado. Uno de los espacios, ubicado en el barrio Puente Carretero, brindará contención a más de cien personas. El otro, de mayores dimensiones, fue reacondicionado tras quedar abandonado por el PAMI y ofrece alojamiento para 120 jóvenes, además de pileta, huerta y un salón de usos múltiples.
La recuperación del edificio fue posible gracias a la articulación entre la organización comunitaria, el gobierno provincial y referentes eclesiásticos. El inmueble había sido proyectado como una residencia para personas mayores, pero quedó a medio construir tras los recortes presupuestarios del Gobierno nacional. A través de gestiones locales, fue cedido a los Hogares de Cristo y acondicionado para dar respuesta a una demanda crítica: la falta de dispositivos de atención para quienes enfrentan consumos problemáticos en situación de abandono estatal.
Durante la inauguración, en la que participó el gobernador local, Gerardo Zamora, representantes de la Iglesia como el Obispo de Santiago del Estero -sede primada de Argentina- y también Cardenal, Vicente Bokalic Iglic, y el padre José “Pepe” Di Paola, y el juez de Casación Penal Alejandro Slokar, se destacó el rol de las redes comunitarias que se sostienen allí donde el Estado se retira. “Estos hogares no solo ofrecen rehabilitación, ofrecen dignidad. Son espacios donde los descartados recuperan su lugar en la sociedad”, expresaron desde la organización.

El padre “Pepe” fue fue el encargado en 2008 de dar nacimiento a la Familia Grande Hogar de Cristo, con un acto de inauguración que tuvo lugar en la Villa 21-24 y contó con la presencia del entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien lavó los pies de aquellos jóvenes que estaban trabajando en su recuperación del consumo de drogas. En la inauguación del nuevo centro, el sacerdote brindó unas palabras de agradecimiento a las autoridades provinciales que facilitaron el predio, a todos aquellos que colaboraron en su puesta a punto y, fundamentalmente, al Padre Nicolás “Tano” Angelotti como referente de la filosofía que signa el trabajo de los Hogares de Cristo.
La Familia Grande Hogar de Cristo desde 2008 se extendió a más de veinte provincias, con una propuesta de acompañamiento integral que no medicaliza ni criminaliza, sino que apuesta a reconstruir proyectos de vida desde el amor, el trabajo colectivo y la comunidad. En el actual contexto de ajuste, la expansión de estos dispositivos aparece como un dato de época: organizaciones que emergen donde el Estado se retira, y que intentan contener lo que el sistema desecha.
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