Comenzó el juicio a un sacerdote por el abuso sexual de una niña durante 9 años
El sacerdote Carlos Eduardo José comenzó a ser juzgado por el presunto delito de “abuso sexual gravemente ultrajante triplemente agravado” contra una alumna del colegio parroquial que dirigía en la localidad bonaerense de Caseros, a quien según la acusación agredió sexualmente entre sus 12 y 21 años.
Tras permanecer tres años y medio en prisión preventiva, José volvió a encontrarse con su principal acusadora, Mailín Gobbo, hoy de 33 años, y otras tres alumnas que también aseguran haber sufrido abusos por parte del cura y quienes actuarán como testigos en el debate oral que tienen a su cargo los jueces del T.O.C N° 2 de San Martín, Raúl Luchelli Ramos y Mónica María Carreira.
La de este viernes es la segunda audiencia de un total de cuatro, que concluirán el próximo 12 de febrero, día en el que podría conocerse la sentencia.
Tras permanecer tres años y medio en prisión preventiva, José volvió a encontrarse con su principal acusadora, Mailín Gobbo, hoy de 33 años.
Héctor Silveira, el abogado que representa a Gobbo en el juicio, confirmó a elDiarioAR que José –ahora “dispensado del sacerdocio” luego de un pedido que él mismo presentó ante el Vaticano– cumple prisión preventiva desde hace tres años y medio en un penal del partido de San Martín y que, por el delito que se le imputa, podrían condenarlo a entre ocho y veinte años de cárcel efectiva.
Según el letrado, haber tenido a Mailín en guarda como representante legal del colegio y haberle provocado un daño grave a su salud son también agravantes de la acusación.
Gobbo denunció los abusos de los que fue víctima durante casi una década en 2017, y también lo hizo Jazmín Detez, otra alumna del instituto de Caseros. Fue ante la UFI N° 14 de los Tribunales de Caseros, y la difusión de esos casos impulsó a otras dos estudiantes del San José Obrero. Cecilia Burgos y Karen Maydana llevaron a la Justicia sus denuncias por los abusos sexuales del entonces cura, cometidos en todos los casos cuando eran menores de edad.
Estas tres víctimas del sacerdote aguardan el veredicto de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires para que avancen sus causas declaradas prescriptas en instancias anteriores por cuestiones meramente procesales.
Según contaron a la agencia Télam desde las agrupaciones feministas que acompañan a las víctimas, las mujeres quisieron estar presentes a lo largo de la audiencia inicial de este jueves, mientras que el acusado, en cambio, sólo estuvo presente al inicio y prefirió escuchar el resto desde una sala contigua.
José llegó al juicio tras estar en prisión desde julio de 2017 por haber permanecido prófugo una semana. En virtud de esta actitud es que la Justicia le denegó sucesivos pedidos de excarcelación o prisión domiciliaria.
Gobbo fue alumna del colegio de Caseros en el que se desempeñaba José hasta 2° año de la secundaria. Sin embargo, el párroco siguió presente en su vida -y en su casa- por ser amigo de la familia.
Los hechos por los que está siendo juzgado sucedieron entre 1999 y 2008, cuando Gobbo concurría a la institución educativa que José dirigía, el Instituto San José Obrero, en la localidad bonaerense de Caseros.
Antes de recurrir a la Justicia ordinaria, Gobbo había iniciado en 2009 una denuncia eclesiástica ante el Arzobispado de San Martín. Según su defensa, esa dependencia de la Iglesia tomó una decisión habitual ante los casos de denuncias por abuso sexual que recaen sobre sacerdotes: silenciar el caso y trasladar a Carlos Eduardo José, es decir, encubrirlo.
Sólo cuando la denuncia fue ante la Justicia civil, el entonces cura pidió la dispensa del sacerdocio, algo que fue confirmado desde el Vaticano: desde ese momento ya no pudo ejercer el ministerio sacerdotal.
MA con información de agencias
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