Qué está pasando ahora en Siria, qué papel tiene Israel y qué significa la tregua

El bombardeo israelí del edificio del Ministerio de Defensa en Damasco elevó al máximo el miércoles el riesgo de una nueva guerra abierta en Siria. El sur del país era escenario en las últimas fechas de escaramuzas sectarias entre las minorías de drusos y beduinos que las fuerzas del frágil nuevo gobierno quisieron sofocar entrando en la ciudad de Sweida el domingo, con escaso éxito. Tras el ataque israelí, que el Gobierno de Benjamin Netanyahu justificó como un intento de proteger a los drusos, fue necesaria la mediación urgente de Turquía y EEUU para frenar una escalada y acordar una nueva tregua.
¿Por qué hay tensión en el sur?
La minoría drusa —cuyos integrantes profesan una rama particular del islam— se concentra principalmente en el sur de Siria. Tras la caída de Bashar al Asad en diciembre de 2024 y el ascenso al poder de Ahmad al Sharaa, sunita y antiguo líder de distintos grupos radicales, el nuevo Gobierno trata de reconstruir el Estado y pacificar el país, pero su figura y la preponderancia suní despiertan muchos recelos entre minorías como la kurda, al norte, la alauita —privilegiada en tiempos de al Asad, hoy víctima de violencia y ataques por parte de suníes— o los drusos al sur, reacios a disolver sus milicias y que chocan con la minoría beduina en el desierto.
¿Por qué ha atacado Israel?
No es la primera vez que el Ejército israelí bombardea Siria desde la caída de al Asad. De entrada, y con el argumento de proteger su seguridad, arrasó con los restos de la limitada fuerza aérea siria y cimentó su control de los Altos del Golán, un territorio internacionalmente reconocido como sirio pero que Israel ocupa desde hace décadas. Los vínculos entre la propia población drusa de Israel y la minoría al otro lado de la frontera sirven de argumento al Gobierno de Netanyahu para realizar incursiones periódicas en Siria con el supuesto fin de defenderla, y de paso evitar la consolidación de un Estado en Siria que le pueda ser hostil.
¿Cómo se ha evitado la escalada?
La mediación de EEUU logró convencer a las partes de acordar una nueva tregua, la segunda esta semana, tras otra fallida el martes. Estados Unidos tiene la esperanza de convertir en un aliado a la Siria de al Sharaa, con la expectativa última de que contribuya a la normalización de relaciones del mundo árabe con Israel. Ha retirado las sanciones al país y rehabilitado internacionalmente a su líder, hasta hace unos meses considerado un peligroso terrorista, miembro destacado en su día de la rama siria de Al Qaeda.
Desde la Casa Blanca, el secretario de Estado, Marco Rubio, calificó lo sucedido de “desafortunada situación”, resultado, según él, de un “malentendido” provocado por las “rivalidades históricas” sobre el terreno, y llamó a rebajar la tensión. Después, escribió en X: “Hemos tratado con todas las partes implicadas en los enfrentamientos en Siria. Hemos acordado los pasos concretos que pondrán fin a esta preocupante y horrorosa situación esta noche”. Y pidió a todas las partes que cumpliesen.
Entre esos pasos concretos se incluyó la salida de las tropas gubernamentales sirias de Sweida, según dijo el jueves por la mañana al Sharaa en un discurso televisado, recogido por EFE. “Los esfuerzos del Estado por restablecer la estabilidad y expulsar a las facciones proscritas han tenido éxito [...] Gracias a la eficaz intervención de la mediación estadounidense, árabe y turca, se salvó a la región de un destino incierto”, defendió.
“Nos enfrentábamos a dos opciones: abrir una guerra con la entidad israelí a expensas de nuestro pueblo druso y de su seguridad, desestabilizar Siria y toda la región. O permitir a los jeques drusos y eruditos que entraran en razón y dieran prioridad al interés nacional”, justificó.
El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Eyal Zamir, insistía en todo caso la víspera por la tarde: “Estamos actuando con decisión para evitar que elementos hostiles se establezcan más allá de la frontera para proteger a ciudadanos del Estado de Israel y que se dañe a los civiles drusos”.
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