
La publicación de un archivo de cartas de personajes famosos aumenta el escándalo Epstein

El prolongado escándalo en torno al difunto financiero caído en desgracia y delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein se amplió el martes después de que el New York Times publicara un archivo de cartas inéditas de famosos y figuras poderosas dirigidas a Epstein, así como fotografías inéditas del interior de su mansión de Manhattan.
Las cartas, escritas a Epstein por varias personas de alto perfil, fueron supuestamente recopiladas como regalo por su 63 cumpleaños en 2016. Su publicación se produce en medio de intensas especulaciones sobre los vínculos de Donald Trump con Epstein, quien fue hallado muerto en una cárcel de Nueva York en 2019 y que durante mucho tiempo había cultivado un círculo social de celebridades entre los ricos y poderosos.
Contenido del regalo
En una carta, el exprimer ministro de Israel Ehud Barak y su esposa escribieron: “No hay límites para tu curiosidad”.
“Para muchos de ellos sos como un libro cerrado, pero vos lo sabes todo sobre todos”, escribieron, describiendo a Epstein como “UN COLECCIONISTA DE PERSONAS”. “Que disfrutes de una vida larga y saludable y que todos nosotros, tus amigos, disfrutemos de tu mesa durante muchos años más”, añadían.
En una carta del cineasta Woody Allen, este recordaba las cenas de Epstein en su casa del Upper East Side y describía las reuniones como “siempre interesantes”. Señaló que a las fiestas asistían “políticos, científicos, profesores, magos, cómicos, intelectuales, periodistas” e “incluso miembros de la realeza”.
Allen también describió las cenas como “bien servidas”: “Digo bien servidas, muchas veces por algún mayordomo profesional o al igual por varias mujeres jóvenes”, que, según él, le recordaban al “castillo de Drácula, donde Lugosi tiene tres jóvenes vampiras que sirven en el lugar”.
Otros autores de cartas son el magnate multimillonario de los medios de comunicación Mortimer Zuckerman; Noam Chomsky y su esposa; Joichi Ito, antiguo director del Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT); el físico Lawrence M. Krauss; y el biólogo y matemático de Harvard Martin Nowak.
Allen, Ito, Zuckerman y Nowak no respondieron a las llamadas del New York Times. Según se informa, Barak no quiso hacer comentarios y la esposa de Chomsky respondió en su nombre, también negándose a hacer comentarios. Por su parte, Krauss dijo al Times que no recordaba la carta, pero que sí asistió a “varios almuerzos con debates muy interesantes” con científicos, autores y otras personas en la casa de Epstein.
La escena del crimen
Además de las cartas, el Times también publicó fotos del interior de la mansión de siete pisos de Epstein en Manhattan.
En su oficina, las imágenes muestran un tigre disecado y, según se informa, una copia verde de la primera edición de Lolita, la controvertida novela de 1955 sobre la obsesión sexual de un hombre de mediana edad por una niña de 12 años, de la que abusó sexualmente y a la que violó, y que, según el periódico, estaba “expuesta”.
Se pueden ver cámaras de vigilancia en el dormitorio de Epstein y en una habitación contigua. En su “sala de masajes”, donde muchas víctimas menores de edad dijeron que fueron agredidas sexualmente por Epstein, el Times informa que había cuadros de mujeres desnudas, estantes con lubricante y una gran bola y cadena de plata.
En otras partes de la casa, decenas de fotografías enmarcadas muestran a Epstein junto a su antigua socia Ghislaine Maxwell, que actualmente cumple una condena de 20 años de prisión por tráfico sexual. También se ve a Epstein con figuras destacadas como el papa Juan Pablo II, Mick Jagger, Elon Musk, Fidel Castro, Bill Clinton, Larry Summers, Richard Branson, el príncipe heredero de Arabia Saudí Mohammed bin Salman y el exasesor de Trump en la Casa Blanca, Steve Bannon.

En uno de los marcos también se exhibía un billete de un dólar firmado por el cofundador de Microsoft, Bill Gates, con el mensaje “¡Me equivoqué!”, que según el Times era “posiblemente el pago de una apuesta”.
El New York Times también informó que en la entrada de la casa había ojos protésicos enmarcados y que en el atrio central colgaba una escultura suspendida de una mujer con un vestido de novia agarrada a una cuerda.
En la casa también había un mapa de Israel dibujado en una pizarra que llevaba la firma del ex primer ministro israelí Barak.
Epstein y Trump
Epstein murió en custodia federal en 2019 mientras esperaba juicio por cargos federales de tráfico sexual. Su muerte fue dictaminada como suicidio.
El renovado escrutinio del caso de Epstein se produce después de que Trump y miembros de su Administración prometieran repetidamente divulgar información relacionada con las investigaciones sobre Epstein.
Pero en julio, el Gobierno dio marcha atrás y el Departamento de Justicia anunció que no revelaría más documentos ni detalles sobre el caso, lo que provocó la indignación de ambos partidos, incluidos los partidarios de Trump y figuras conservadoras de los medios de comunicación.

El caso de Epstein fue durante mucho tiempo objeto de innumerables teorías conspirativas, en parte debido a sus vínculos con personas poderosas. Su suicidio en 2019 también alimentó las teorías de la conspiración durante años.
El reciente anuncio del Departamento de Justicia también reavivó el escrutinio de la amistad que Trump mantuvo durante años con Epstein.
En julio, el Wall Street Journal informó que Trump supuestamente escribió una tarjeta de cumpleaños a Epstein como parte de un álbum de su 50 cumpleaños organizado por Maxwell en 2003.
Según esta información, la carta de Trump incluía un boceto de una mujer desnuda con la firma de Trump. Trump negó el informe del Journal y demandó al periódico por difamación.
Aproximadamente una semana después, el Journal informó que funcionarios del Departamento de Justicia habían informado a Trump a principios de este año que su nombre aparecía en los archivos de Epstein. El periódico señaló que el hecho de aparecer mencionado en los registros no es indicativo de ninguna irregularidad. El portavoz de Trump negó la noticia y la calificó de “fake news”.
Ante la creciente presión, el Departamento de Justicia envió a Todd Blanche, fiscal general adjunto y uno de los antiguos abogados de Trump, a reunirse con Maxwell a finales de julio para ver si tenía “información sobre alguien que hubiera cometido delitos contra las víctimas”.
La reunión, que duró dos días, se celebró a puerta cerrada. El viernes, Maxwell fue trasladada de una prisión de Florida a un centro de menor seguridad en Texas.
Traducción de Uma Santos
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