Moverse para entender

El domingo 13 de agosto, día de las elecciones primarias, Victoria De Masi publicó una nota con un título que le dio felicidad encontrar: “¿Rugido de león o maullido de gatito? Milei es un misterio”. Victoria fue la periodista que, dentro de elDiarioAR, cubrió a Milei desde el principio de su escalada. Lo detectó como detecta ella a fenómenos un tanto curiosos, rescatados muchas veces del costado de la ruta, y a los que se aplica con rigurosidad. Es tal vez la única periodista que no creyó que la llama de Milei se apagaba y siguió retratándolo. Habló con jóvenes y mujeres militantes, fue al estreno de su película, al cierre de campaña, siguió a sus candidatos, escribió sobre el bar libertario en la Villa 31. El día en que se develó el misterio, estaba ahí. Ahora ya no solo integra el grupo de Telegram de los periodistas de Conexiones (la sección donde concentramos las notas de sociedad y cultura), sino también el de Política. Trabaja sobre una materia con menos colorido y más densidad. Milei puede ser el próximo presidente.  

Quienes nos leen con regularidad lo saben, nuestros valores se chocan de frente con la agenda del candidato más votado en las primarias. Pero, frente a su avance, la única bandera que plantamos es la del periodismo: lo cubrimos –como hasta ahora– con seriedad, sin hacerle “campaña en contra” ni especular con el espacio que debería tener en nuestra agenda. Y, sobre todo, tratamos de generar herramientas para entender.

Esta semana inauguramos una serie que bautizamos “La batalla cultural” en la que personas de distinto andamiaje proponen una mirada sobre las razones profundas del avance de la derecha. La inauguró el sociólogo Daniel Feierstein, para quien al progresismo le cabe cierta responsabilidad: se fue volviendo cada vez más conservador al renunciar a la voluntad de cambio, minimizar los malestares “reales” y limitar la discusión con cierto ímpetu cancelatorio. 

Cuando nos afirmamos como un medio de valores progresistas, nos hacemos cargo de esa palabra y de la necesidad de discutir lo que significa. No nos importa pisar siempre sobre seguro: podemos ir hacia los lugares políticamente incorrectos, hacia las críticas que nos hacen doler la llaga o generan cortocircuitos con personas que reconocemos bajo un mismo paraguas ideológico. Son debates incómodos, pero creemos que elDiarioAR es un terreno fértil para darlos: sin imposturas, guiones, ni intereses ocultos.   

De todos modos, no nos interesa quedarnos solo en el análisis. Nuestro compromiso es movernos (lo hacíamos antes y lo seguiremos haciendo ahora) para conocer realmente la base electoral a la que Milei seduce. Es reivindicar al periodismo como un oficio que no se resuelve desde el escritorio y exige tener un pie siempre en la calle. 

Este sábado decidimos abrir con un informe de Celeste del Bianco, que recoge datos y testimonios de los jóvenes que trabajan en la economía popular. Un universo muy amplio de personas que no conoce los derechos laborales y por eso tampoco tiene miedo de que se los quiten. Cuando se intenta torcer los resultados electorales bajo amenaza de un futuro peor es probable que se haga desde una comodidad que pierde de vista algo grande: miles de argentinos y argentinas ya la están pasando lo suficientemente mal como para no tenerle miedo a lo que viene. 

Emilia Delfino viajó a la localidad rionegrina de Sierra Grande, donde se llevó adelante una audiencia pública para avanzar con la construcción de un oleoducto que uniría Vaca Muerta con la costa del Atlántico y, desde ahí, inyectaría crudo en buques de exportación. Entre los vecinos no permea el discurso ambientalista, ese que combate Milei. En palabras de intendente, Sierra Grande es un pueblo fantasma, deprimido y sin opciones para los jóvenes que quiere revivir la prosperidad que le dio una mina de hierro que cerró en los 90.

Siempre un paso más allá, en su panorama de domingo Sebastián Lacunza hace una advertencia: ojo con exagerar el perfil del votante-víctima, de reducirlo a un ser incapaz de elegir por razones que exceden su vivencia inmediata. Quienes votan a Milei son capaces de digerir –o al menos, de hacer la vista gorda– su promesa de pisarle la cabeza al prójimo y ayudar a los poderosos a lucrar con la necesidad, incluso vendiendo órganos o niños.

Mauricio Caminos tuvo una larga conversación con Bertie Benegas Lynch, primer candidato libertario a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, que explica amablemente cómo convertir la educación en un negocio y describe a la pobreza como una situación “relativa”. Bertie fue 12 años banquero, como lo son varios del círculo de cien empresarios que financian el plan dolarizador de Milei y que reconstruyó Alejandro Rebossio, sin esquivar nombres ni ahorrar detalles.  

Esta son algunas de las piezas que integran nuestra propuesta de fin de semana. Si considerás que elDiarioAR es valioso, que importa que ésta voz exista en un ecosistema de medios donde mandan la polarización, los intereses corporativos y la lógica del algoritmo, apoyanos. De tu respaldo depende que en esta nueva etapa podamos expandirnos, agrandar nuestro equipo y hacer más periodismo.

DTC