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Debate porteño: los candidatos se lanzan frases de alto voltaje y promesas entre grietas, ñoquis y propuestas

Leandro Santoro (UxP), Manuel Adorni (LLA) y Silvia Lospennato (PRO) aparecen como los candidatos con más chances de obtener la mayoría de los votos en las elecciones porteñas.

Pedro Lacour

29 de abril de 2025 17:20 h

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Con transmisión en vivo del Canal de la Ciudad y señal liberada para todos los medios, desde las 20 se abrió el escenario para uno de los momentos más esperados de la campaña porteña: el debate obligatorio de los candidatos a legisladores, que reúne a los 17 primeros postulantes de las distintas fuerzas que competirán en las elecciones del próximo 18 de mayo. No es un simple intercambio de propuestas: el cruce televisivo pone sobre la mesa las tensiones reales que atraviesan no sólo a la ciudad de Buenos Aires, sino a buena parte del mapa político nacional.

Las presentaciones ya dejaron definiciones contundentes, chicanas dirigidas y una serie de discursos que buscaron capturar, en pocos minutos, el voto indeciso de los porteños.

César Biondini, del Frente Patriota Federal, inauguró el tono más confrontativo al hablar de una “grieta entre quienes defendemos la patria y quienes pretenden entregarla”. Su diagnóstico fue tajante: “Vengo a hablar de una ciudad libre del veneno liberal libertario que actualmente la infecta”. Reivindicó el nacionalismo y cerró su intervención con una consigna directa: “El desafío es nacionalismo o más de lo mismo”.

Del lado del oficialismo nacional, Manuel Adorni, vocero presidencial y candidato de La Libertad Avanza, defendió los logros del gobierno de Javier Milei y se presentó como el único freno real al kirchnerismo: “Terminamos con los piquetes en la Ciudad de Buenos Aires y en el resto del país”, dijo, y subrayó: “La única opción es el modelo de Milei”.

La candidata de Evolución Radical, Lucille “Lula” Levy, aportó una mirada generacional y vinculada al protagonismo estudiantil. Habló de su formación en la UBA, su participación en la marcha universitaria y propuso una renovación política: “Soy una desconocida, pero creo que también al resto los conocemos demasiado”.

Por el PRO, que gobierna la Ciudad con el jefe de Gobierno, Jorge Macri, la postulante Silvia Lospennato buscó capitalizar la gestión de Mauricio Macri, el primer mandatario porteño del partido amarillo: “Vos sabés que con el conurbano solamente nos separa una avenida, pero la gran diferencia es que del otro lado gobierna el kirchnerismo y acá gestiona el PRO”. Reivindicó las obras hidráulicas, el SAME y la Policía de la Ciudad.

Con un tono nostálgico pero proyectado al futuro, el peronista Juan Manuel Abal Medina propuso recuperar el legado de Néstor y Cristina Kirchner, de cuyas presidencias fue funcionario de alto rango. Pidió “recuperar el orgullo de ser porteños”.

Horacio Rodríguez Larreta, exjefe de Gobierno, apeló a su experiencia: “Trabajé 16 años para vos en la ciudad”. Denunció abandono por parte del actual gobierno, el de su sucesor, Jorge Macri, y le lanzó una crítica directa: “Crisis de obras, cero obras. Crisis de seguridad, la gente tiene miedo”.

Desde una de las expresiones de izquierda, Mila Zurbriggen se desmarcó tanto del oficialismo como de la oposición tradicional: “Todos ellos y muchos otros son parte de lo mismo, son parte del pasado”, y pidió votar por “una ciudad donde la soberanía sea la prioridad”.

La ingeniera y activista Eva Koutsovitis, también desde la izquierda, acusó a todos los sectores políticos de integrar una misma corporación: “Lo único que avanza es la pobreza, la indigencia, la precariedad y la desigualdad”.

Una crítica al vocero presidencial

Luca Bonfante, del Partido Obrero en el Frente de Izquierda, hizo un cierre con ironía y crítica: “Me alegra mucho que haya venido el candidato Manuel Adorni porque hoy es 29, hoy es su día, el día del ñoqui”. Se definió: “Soy zurdo, soy socialista. Quizás puedo decir que soy lo que más odia a este gobierno”.

Desde un perfil técnico y pragmático, el conservador Yamil Santoro se mostró como un legislador eficiente: “Soy el único candidato con cien proyectos de ley redactados y presentados”. Planteó una dicotomía clara: “Podés votar a aquellos que prometen o podés votarnos a los que trabajamos”.

La diputada nacional Paula Oliveto, candidata de Elisa Carrió, apeló a la sensibilidad social: “Me duele que en la Ciudad de Buenos Aires haya 250.000 adultos mayores sin las necesidades básicas satisfechas”, y reivindicó su trayectoria judicial contra la corrupción: “Logré la doble condena de Cristina Fernández de Kirchner”.

Del espacio de Guillermo Moreno, Alejandro Kim, abogado y excomerciante, propuso una renovación desde el peronismo: “Siempre los que pagamos el plato roto fuimos los peronistas”, y llamó a recuperar las banderas de “la industrialización, el trabajo y la justicia social”.

En representación del Nuevo MAS, Federico Winokur pidió unir a la izquierda sin obsesionarse con los cargos: “Queremos una izquierda que no esté obsesionada con los cargos, sino que además de denuncias, presente ideas y propuestas”.

El referente de Unión por la Patria, Leandro Santoro, adoptó un tono combativo: “Venimos a pelear contra aquellos funcionarios que piensan que pueden gobernar mal, mentirle a la gente, porque no tiene costo”, y defendió las instituciones públicas: “Venimos a defender la universidad, el Garrahan, el Teatro Colón”.

Ramiro Marra, alejado de Milei y en representación de la Ucedé, se presentó como defensor del sector privado y la seguridad ciudadana: “Vida para todos los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires y cárcel para todos los delincuentes”.

Con su estilo particular, el DT Ricardo Caruso Lombardi ofreció una analogía futbolera: “Si hablás mucho y no hacés nada, no sirve. Vos tenés que hacer”, y pidió ser votado como “un ciudadano común que conoce la calle”.

Finalmente, Marcelo Peretta, con una propuesta outsider, propuso “remedios” para la política porteña: “Los partidos nuevos somos los que te podemos solucionar, los que te podemos remediar estos problemas”.

Con tonos, edades y propuestas diversas, el debate dejó una fotografía clara de la escena electoral porteña: una mezcla de discursos tradicionales, apuestas disruptivas y diagnósticos comunes sobre una ciudad en disputa

Organización y reglamento de una instancia electoral que en la capital del país es obligatoria

Organizado por el Instituto de Gestión Electoral (IGE), el debate se realiza en el estudio de televisión de la calle Esparza 39, el mismo que sirvió de sede para las ediciones de 2019, 2021 y 2023. A pesar de las versiones que circularon durante el día, todos los candidatos asistieron, con excepción de Vanina Biasi, del Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U), que había anunciado que no podría participar por un “delicado problema de salud”. Luca Bonfante, segundo candidato de su lista, la suplanta.

El reglamento es estricto: los postulantes tienen un minuto para presentarse, dos minutos para exponer su propuesta legislativa más importante, luego deben responder tres preguntas consecutivas de sus adversarios y cierran con un discurso final de un minuto y medio. El escenario cuenta con cuatro atriles distribuidos en los extremos y una grada central para los 17 candidatos. No se permite el uso de teléfonos, gráficos, ni documentos; sólo un punteo en papel es admitido como guía, con los moderadores a cargo de ordenar los tiempos y las intervenciones.

La estructura del debate tiene una sola consigna temática, “Propuesta Legislativa”, y está organizada en cuatro bloques: apertura, exposición de proyectos, preguntas cruzadas y cierre. La duración prevista ronda las tres horas y media. La asistencia es obligatoria: quien faltare sin causa de fuerza mayor debe afrontar una multa superior a los $7 millones.

Manuel Adorni, el vocero presidencial y candidato de La Libertad Avanza, cuya presencia llegó a ponerse en duda, llegó al estudio con el envión discursivo que dejó su participación en la cena de la Fundación Libertad, donde ofició de reemplazo de Javier Milei y ensayó su discurso de campaña frente a la élite política y empresarial: ajuste fiscal, denuncia al kirchnerismo, defensa de Milei como “el presidente que cumple”.

Cerca del candidato libertario aseguran que no hubo preparación formal para el debate: Adorni rechaza el coaching y apostó por su instinto comunicacional. “Es un enemigo del acting político porque se le nota”, explican. El plan fue replicar lo que hace en sus conferencias de prensa: tomar el micrófono, dominar el aire y pasar a la ofensiva cuando sea necesario. Le tocó responder preguntas de Ramiro Marra (Libertad y Orden) y Leandro Santoro (Unión por la Patria), y formular preguntas a Santoro y a Lospennato.

En el entorno de candidata del PRO, en cambio, hubo preparación y estrategia. Lospennato pulió su mensaje con la asistencia de María Eugenia Vidal y del consultor Antoni Gutiérrez-Rubí. El foco tenía previsto ponerlo en mostrar solvencia legislativa, aprovechar su experiencia y posicionarse como la garante del voto útil antikirchnerista. Pero también hay un dato táctico: fue entrenada específicamente para responder sobre los temas de gestión porteña, sabiendo que estará en el centro de los cuestionamientos.

La consigna que bajó el equipo de campaña amarillo fue evitar ataques personales y ofrecer argumentos positivos ante cada embate. Aun así, tenía previsto golpear donde más le duele al oficialismo nacional: denunciar la demora en la ley de Ficha Limpia y dejar flotando la sospecha de un acuerdo entre el peronismo y los libertarios. Pregunta a Adorni y a Marra; responde a Juan Manuel Abal Medina (Justa, Libre y Soberana) y a Ricardo Caruso Lombardi (MID).

Santoro, que encabeza la boleta de Unión por la Patria, llega al debate con el impulso que le dan varias encuestas que lo muestran como el candidato más votado, especialmente a partir de la división del voto de centroderecha. Su objetivo, reforzar el perfil de peronista moderado, con anclaje alfonsinista, y posicionarse como la alternativa racional a la polarización entre Milei y el PRO. Pregunta a Adorni, Paula Oliveto (Coalición Cívica) y César Biondini (Frente Patriota); y responde a Adorni, Lucille Levy (Evolución) y Alejandro Kim (Principios y Valores). Su equipo espera que los cruces con Adorni lo beneficien: lo ve como el contrincante ideal para exhibir contrastes.

Larreta, por su parte, llega con el respaldo de su propio nombre y de una gestión de ocho años como jefe de Gobierno. Su equipo —conformado por Emmanuel Ferrario, Guadalupe Tagliaferri y Pablo Avelluto— afinó una estrategia centrada en propuestas y en el posicionamiento post-PRO. No estaba claro si profundizaría sus críticas al gobierno de Jorge Macri, pero sí insistiría en su idea de “reencarrilar la gestión”. Le regunta a candidatos de izquierda y centroizquierda como Federico Winokur (Nuevo MAS), María Eva Koutsovitis (Confluencia) y Luca Bonfante (FIT-U).

PL/MG/JJD

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