Amaranto: cuáles son los beneficios del alimento que usaban las culturas precolombinas y ahora la NASA
Desde tiempos inmemoriales, el amaranto ha sido reverenciado por culturas precolombinas en América, quienes lo consideraban no solo como un alimento sagrado, sino también como un símbolo de fortaleza y vitalidad.
Con una historia que se remonta a más de 4 mil años en Mesoamérica, este grano resistente a la sequía no solo era utilizado para transacciones comerciales, sino que también era consumido por guerreros para potenciar su fuerza, gracias a su alto valor nutritivo.
La Asociación Mexicana del Amaranto (AMA) lo corona como el rey de los alimentos de origen vegetal para consumo humano. Esta planta, que puede alcanzar alturas impresionantes de 0,5 a 3 metros, presenta hojas anchas y flores vibrantes en tonos de púrpura, naranja, rojo y dorado, añadiendo un toque de belleza a su ya notable perfil nutricional.
Del Cosmos a la Tierra: por qué la NASA elige el amaranto
Hoy en día, el amaranto continúa demostrando su valía, incluso en los confines del espacio exterior. Desde 1985, la NASA ha seleccionado este superalimento para alimentar a los astronautas en sus misiones, reconociendo su excepcional contenido nutricional y su versatilidad en el aprovechamiento integral.
En un hito memorable, el amaranto germinó por primera vez en la nave Atlantis, marcando el inicio de su papel estelar en la dieta espacial.
¿Cuáles son los beneficios del amaranto?
Entre los beneficios del amaranto se encuentran:
- Proteínas de alta calidad
- Fibra
- Vitaminas y minerales esenciales
“Una taza de este alimento aporta 28 gramos de proteínas, mientras que una de arroz tiene 13 gramos”, confirma la doctora Katz, directora de posgrados en Nutrición de la Universidad Favaloro, a EFE Salud.
Su capacidad para resistir condiciones adversas, su versatilidad culinaria y su perfil nutricional completo lo han convertido en un alimento imprescindible tanto para los terrícolas como para los astronautas que se aventuran más allá de nuestro planeta.
Fuentes: Gobierno de México, EFE Salud, Asociación Mexicana del Amaranto (AMA)
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