Caso Báez Sosa: declaró un vecino de Zárate y aseguró que Lucas Pertossi le pegó y le robó una moto

Un testigo dijo hoy en la décima audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa que, semanas antes del crimen en Villa Gesell, Lucas Pertossi, uno de los ocho acusados, lo interceptó en la ciudad bonaerense de Zárate y lo amenazó de muerte y con robarle a moto.

“Te voy a matar hijo de puta, te voy a robar la moto”, dijo el testigo Pablo Gastón Zapata, un joven oriundo de Zárate, al declarar esta mañana ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores al referirse a quien, luego supo, era Lucas Pertossi.

La segunda semana del juicio a los ocho acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en la madrugada del 18 de enero de 2020 cerró con las declaraciones testimoniales de dos bomberos voluntarios de Villa Gesell, quienes asistieron a la víctima tras el ataque sufrido frente al boliche “Le Brique”, y de un joven oriundo de Zárate que denunció a uno de los rugbiers semanas antes del hecho por una presunta agresión.

En un principio estaba estipulado que sean 16 personas las que declaren. Sin embargo, sólo tres personas brindaron declaración, debido a que la jueza avisó que la fiscalía y la querella desistieron de los demás testigos.

Uno de los testigos en declarar fue Pablo Gastón Zapata, un vecino de Zárate de 38 años que acusó a Lucas Pertossi de amenazarlo de muerte semanas antes del crimen de Fernando Báez Sosa. “Hijo de puta, te voy a matar, te voy a robar la moto”, le habría dicho el rugbier en un bar el 15 de diciembre de 2019.

Zapata contó que al escapar cayó por unas escaleras y se fracturó una costilla tibial. Poco después, su moto “desapareció”, por lo que presentó una denuncia contra Pertossi. “No soy quien para juzgar a este chico. Hice la denuncia. Se que fue él”, sostuvo Zapata.

En el marco de su declaración mostraron fotos recuperadas del celular de Lucas Pertossi, donde el testigo reconoció la moto. Pertossi nunca estuvo imputado por el hecho.

Los bomberos encontraron a Fernando “sin signos vitales”

Verónica Onieva, bombera voluntaria de Villa Gesell, fue la primera en declarar. Contó que el 18 de enero de 2020 recibió un llamado a las 5.03 en el cuartel, anunciando que había una persona en la vía pública, inconsciente, enfrente de Le Brique. Tardaron alrededor de dos minutos en recorrer las cuatro cuadras que los separaban del lugar.

“Fuimos y nos encontramos con una persona en el piso a la cual le estaba haciendo RCP una mujer. Le pedimos que nos deje intervenir y mi compañero comenzó a hacerle maniobras de RCP, le conectamos el DEA, constatamos si tenía signos vitales: no tenía”.

 “¿Nunca tuvo signos vitales [desde que llegaron]?”, preguntó entonces el fiscal Juan Manuel Dávila, a lo que la mujer respondió: “No, nunca”.

A continuación, el abogado defensor, Hugo Tomei, le preguntó si observó cómo Báez Sosa fue trasladado y subido a la ambulancia. “Del piso lo colocamos en una tabla, la levantamos y lo subimos a la camilla de la ambulancia”, contestó.

Por su parte, el otro bombero voluntario que declaró, Javier Timoteo, confirmó que reemplazaron a la joven que le hacía RCP a Fernando Báez Sosa y que el joven “no tenía signos vitales”. Dijo que le colocaron el DEA (desfibrilador externo automático). “Cuando no hay corazón activo, el aparato pide que se hagan masajes cardíacos”, precisó, por lo que siguieron con las maniobras de RCP hasta la llegada de la ambulancia.

“Después ayudamos a cargar el paciente a la camilla y lo trasladaron al hospital”, dijo. 

Al mediodía, después de las 12, tras el testimonio de Zapata, terminó la décima jornada del juicio. Se reanudará el lunes, con la primera ronda de testigos convocados por la defensa.

NB con información de agencia Télam.