Cerraron la causa que investigaba la desaparición de un joven trans en Salta y apuntan a un suicidio
Después de un mes de que su cuerpo apareciera en la ladera de un cerro, la Justicia de Salta cerró la causa por la búsqueda de paradero de un joven trans de 14 años desaparecido en Salta hace cuatro años. La jueza de Garantías dispuso ayer la inscripción de la defunción de Santiago o Nicolás Cancinos, según la identidad autopercibida del adolescente. A partir de los exámenes forenses se determinó que no había rastros de violencia en su cuerpo y que murió el mismo 16 de mayo de 2017, por eso los fiscales que investigaron el caso sospechan que el joven se suicidó.
La semana pasada, el fiscal Ramiro Ramos Ossorio, miembro de la Unidad Fiscal que investiga la desaparición y muerte del menor, se había reunido con los padres para informarles los resultados preliminares de los peritajes que determinaron que la fecha de la muerte no correspondía con la del hallazgo de los restos óseos y que no había signos de violencia.A partir de esa última precisión, el Ministerio Público Fiscal provincial decidió cerrar la investigación. Por otro lado, la jueza interina de Garantías de 5ª Nominación, María Edith Rodríguez, autorizó la entrega de los restos para su inhumación.
Los restos del adolescente fueron hallados el 3 de junio al lado de la ruta 9, en la localidad de Vaqueros. Los encontró un hombre que bajó por un sendero para desmalezar el lugar. Cuatro años antes el caso conmocionó a Salta y su foto con pelo corto y gorrita empapeló toda una provincia, que se preguntaba dónde estaba.
El joven había salido de su casa para una clase de gimnasia, con un equipo de jogging y el buzo de la escuela. Los detalles de su vida comenzaron a hacerse públicos: sus amigas contaban que le gustaba que le dijeran Santiago o Nicolás, que sufría hostigamiento en la escuela, que no soportaba su educación religiosa y que en su casa las cosas tampoco estaban del todo bien. Su nombre de nacimiento era Gala Cancinos, así se referían los investigadores en las búsquedas.
La investigación giró alrededor del secuestro y de la posibilidad de una captación de una red de trata pero nunca descartaron que se hubiese ido de su casa porque no aceptaban su identidad de género. Antes de su desaparición, había escrito en Twitter frases sobre su identidad y sus diferencias con sus distintos entornos. “Para qué voy a hacer la tarea si pronto no estaré”. “Chau”. Posteó unos días antes de que su familia cerrara la cuenta.
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