Cómo se prepara la Ciudad ante una posible segunda ola de Covid

“Vienen las Fiestas, el verano, y hay encuentros, acercamientos, sociales y afectivos, y se ha flexibilizado bastante la conducta y en muchos casos se ha dejado de cumplir con el uso del barbijo o el distanciamiento social. En Argentina sigue habiendo circulación comunitaria, si seguimos circulando sin prevenciones va a aumentar la cantidad de argentinos que esté en riesgo. Es necesario aumentar el cuidado, volver al buen comportamiento que ha significado tener bajo control la situación, sobre todo con la esperanza tan próxima de una vacuna”. Lo dijo este martes a la tarde Ginés González García, el ministro de Salud de la Nación.

Fue en una conferencia de prensa que compartió con los titulares de las carteras sanitarias de Ciudad y Provincia, Fernán Quirós y Daniel Gollán respectivamente. Lo marcó justo después de sostener que el descenso de casos positivos de Covid en la Argentina se ha amesetado, que en los países limítrofes hay aumentos de casos e incluso rebrotes, y que una de las medidas que debe implementarse enseguida es el aumento de los testeos.

Gollán remarcó dos indicadores que le preocupan: que se ha ralentizado el descenso en la ocupación de camas de terapia intensiva en el AMBA y que en los últimos 10 días creció el flujo de llamadas a la línea 148, en la que se reportan síntomas compatibles con Covid. Quirós destacó que en los últimos 10 días se estancó la curva de descenso de los contagios diarios en la Ciudad: quedó fijada en una media de 300 positivos por jornada. “Hay que volver a hacer un esfuerzo, que por supuesto es muy difícil después de un año muy duro y muy cansador. Podemos hacer las cosas que queremos pero de una forma cuidada”, subrayó el ministro porteño.

Todas esas señales, con la Argentina dentro de los 10 países con mayor cantidad de contagios del mundo, no sólo reunieron a los ministros de Salud, sino a los jefes de Gabinete de esas tres jurisdicciones. Fue esta mañana en Casa Rosada.

“¿Preocupados? No, preocupados no. Ocupados”. Lo dice Gabriel Battistella, subsecretario de Atención Primaria del Ministerio de Salud de la Ciudad. Es ante la consulta de cómo se prepara la cartera sanitaria porteña ante una eventual segunda ola de casos de Covid. “Una cosa es que aumenten los casos y otra cosa es que haya un rebrote, es decir, que pasemos de nuevo a unos 1.000 o 1.500 casos diarios. La única manera comprobada de frenar un rebrote de esa magnitud es frenar todo por 15 días. Cerrar, volver a fase 1”, suma el subsecretario.

Según Battistella, muchos de los contagios de Covid se producen a través de los llamados “supercontagiadores” en lugares de reuniones sociales que ocurren en condiciones que están contraindicadas en medio de esta pandemia. “Vamos a intensificar las clausuras de los lugares que no cumplen con la habilitación para que una reunión social ocurra en condiciones”.

Las estadísticas de la cartera sanitaria de la Ciudad dan cuenta de que el 86% de la población porteña aún es susceptible ante el Covid. “No tendríamos por qué no tener un rebrote como otros países. Las Fiestas y las vacaciones pueden ser una instancia de relajamiento de los cuidados, es muy probable que haya un aumento de casos, pero lo que hay que hacer es por un lado insistir con las medidas de prevención, y por otro, aumentar los testeos y los rastreos de contactos estrechos para limitar la circulación del virus”, sostiene Battistella. “Son formas de enlentecer o mitigar el impacto de ese posible rebrote”, suma.

Según explica, la incidencia del virus entre quienes viajaron por turismo durante el fin de semana extra largo de diciembre triplica a la tasa de la población en general. “Son escenarios en los que se intercambia más la burbuja y donde se relajan más las medidas de prevención, por eso dispusimos del operativo de testeo especial para quienes vuelven de viaje”, dice el funcionario.

“Las 450 camas preparadas para terapia Covid van a seguir estando, no se van a destinar a otra cosa. Respecto de los hoteles, hay 250 personas alojadas, son casos leves que no pueden aislarse bien en sus viviendas. En el pico llegó a haber 3.500 personas, y si hace falta, por un rebrote, que vuelva a crecer esa ocupación, la infraestructura estará disponible”, destaca Battistella.

Mientras se implementaba el análisis a quienes volvían de viaje, otro testeo se detuvo: el que se hace a trabajadores de la salud pública de la Ciudad. Así lo advirtieron por redes sociales profesionales de hospitales porteños. “En este momento, con la cantidad de casos positivos que hay, da muy poca ganancia hacer ese estudio. El objetivo era, a través de un testeo de anticuerpos, dar con algún positivo para hacerle PCR a toda la cohorte que trabajara a la par. La mayoría de los que daban positivos eran asintomáticos”, justifica Battistella ante la pregunta sobre el fin de ese análisis.

Respecto de si no supone riesgos dejar de detectar a los asintomáticos que pueden contagiar en el sistema de salud, vuelve a justificar: “A nivel sanitario en este momento no aporta mucho sentido ese testeo. Vas tomando decisiones en base al escenario epidemiológico”.

Desde este mediodía y hasta la medianoche del miércoles, los médicos de los 34 hospitales porteños están de paro: reclaman una paritaria que al menos iguale la inflación. Por ahora, Ciudad ofrece un incremento del 23% interanual. Son los profesionales que van a tener que estar listo para la segunda ola.

BJ