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En el nordeste de Brasil, la exploración en alta mar amenaza la mayor formación de arrecifes de coral de Sudamérica

El Parque Estatal de la Parcela Manuel Luís ocupa 45.237,90 hectáreas y es vital para la supervivencia de 53 especies amenazadas.

Luan Matheus Santana

Agencia Pública (Brasil) —

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La posibilidad de explorar entre 20.000 y 30.000 millones de barriles de petróleo a 250 kilómetros de la costa de São Luís, capital del estado de Maranhão, en el Nordeste de Brasil, es una apuesta que entusiasma a empresarios, al gobierno del estado y a la petrolera estatal brasileña Petrobras. Sin embargo, el proyecto se topa con la mayor formación de arrecifes de coral de Sudamérica, la Parcela de Manuel Luís. Parque estatal y vivero de varias especies endémicas y en peligro de extinción, la parcela es uno de los entornos de arrecifes más exuberantes de Sudamérica. La exploración petrolífera también pone en peligro la mayor línea continua de manglares del planeta, que se extiende desde el estado de Amapá, en la región norte del país, hasta Maranhão. 

La “inviabilidad ambiental de emprendimientos que imponen riesgos de extraer petroleo en el litoral de Pará y Maranhão y la Parcela Manuel Luís” motivó al Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) a recomendar, en diciembre de 2019, que ocho bloques de la cuenca Pará-Maranhão sean retirados de las subastas que realizará la Agencia Nacional de Petróleo, a través de las cuales se adquiere el derecho a explorar y producir petróleo y gas natural en el país. 

Los riesgos fueron reafirmados en febrero de 2020 por el Ministerio de Minas y Energía (MME) y el Ministerio de Medio Ambiente (MMA). La decisión sigue en vigor hasta que se completen estudios ambientales más detallados y se emita el dictamen ambiental para los bloques de la cuenca. Pero relativizando los riesgos medioambientales, las petroleras privadas y la estatal brasileña Petrobras siguen presionando a los organismos medioambientales para conseguir las licencias necesarias para la exploración.

Allan Kardec Duailibe Barros Filho, presidente de la Companhia Maranhense de Gás (Gasmar) y principal articulador del gobierno de Maranhão sobre la cuestión, cuestiona la decisión del Ibama. “La posibilidad de una fuga, teniendo en cuenta la historia de Brasil en esta fase de exploración, es cero. Nunca la hubo. La legislación medioambiental brasileña es demasiado rígida. Hoy ninguna empresa se atreve a soñar con tener una fuga, porque sus acciones se desploman. Esta historia es una narrativa que se intenta imponer”, afirma.

Profesor de la Universidad Federal de Maranhão y ex director de la Agencia Nacional del Petróleo, Kardec dirigió un estudio científico, apoyado por la Federación de Industrias del Estado de Maranhão y divulgado en enero de 2021, que “indicaba la posibilidad de existencia de 20-30 mil millones de barriles de petróleo en Striked Prospective Recoverable Resources (definición SPE/WPC)”. 

La nota técnica publicada por los investigadores afirmaba también que, “en caso de cualquier derrame de petróleo (probabilidad mínima para un pozo exploratorio)”, no habría contaminación de los manglares de Amapá y Pará, “porque la Corriente del Norte brasileña es muy fuerte y arrastraría cualquier material flotante hasta un vórtice situado en medio del Océano Atlántico Ecuatorial”.

Un argumento peligroso en opinión del profesor Jorge Nunes: “Se trata de una corriente superficial, pero ¿cómo funciona en el fondo marino? ¿Existen otros patrones de circulación?”, se pregunta el profesor. “Por sí sola, la corriente no va a ser suficiente para eliminar la parcela o la mayor línea continua de manglares del planeta (que se encuentra en la misma costa)”, explica el profesor.

Vivero de 53 especies amenazadas 

Creado por decreto estatal en 1991, el Parque Estatal de la Parcela Manuel Luís ocupa 45.237,90 hectáreas y es vital para la supervivencia de 53 especies amenazadas en la cuenca del Pará-Maranhão, más del doble de las especies registradas en la cuenca del Amazonas (27 especies). Al menos el 25% de estas especies están clasificadas como en peligro crítico (13 en total), el 15% como en peligro (8) y el 60% como vulnerables (32). 

La gestión y supervisión del parque es responsabilidad del Departamento de Medio Ambiente del Estado de Maranhão. En una entrevista con la Agencia Pública, el superintendente de Biodiversidad y Áreas Protegidas del organismo, Lais de Morais Rêgo Silva negó, sin embargo, cualquier riesgo para el parque a causa de posibles prospecciones petrolíferas. 

“Sólo hay dos bloques disponibles para subasta que tienen una mayor proximidad, pero con una cierta distancia”, dijo la responsable. Según ella, la instalación de empresas de este tipo está condicionada a estudios de impacto ambiental con modelización para posibles vertidos de petróleo, “que todavía no existen”. 

Para el profesor Alexandre Costa, posdoctorado en ciencias atmosféricas, aunque no hubiera riesgo de fuga, la expansión de la producción de combustibles fósiles, responsable de la aceleración del calentamiento global, será letal para todo el conjunto de arrecifes de coral que hoy hacen del Margen Ecuatorial brasileño un activo esencial para la preservación de la vida marina. “Esto puede tener consecuencias muy graves para la vida marina, y no sólo eso, porque sabemos cuántas vidas humanas dependen de la vida marina, a través de la pesca, el turismo comunitario.

Este reportaje es el resultado de las Micro Becas Petróleo y Cambio Climático convocadas por Agencia Pública en colaboración con WWF-Brasil. 

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