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EN EL VELERO DE GREENPEACE

Viaje exploratorio hacia donde buscarán gas y petróleo en el Mar Argentino: avistaje en un océano lleno de vida

El velero Witness, en altamar, tomado desde un dron, este jueves.

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El velero Witness, de la organización ambientalista Greenpeace, partió este miércoles del puerto de la ciudad de Mar del Plata para recorrer las zonas del mar Argentino donde transitan y se alimentan la ballena franca austral, la ballena jorobada, el delfín, el lobo y el elefante marinos, entre otras especies marítimas, y que coinciden con las zonas donde la industria petrolera pretende expandirse.

A bordo, el equipo de la organización ecologista es acompañado por cuatro científicos del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) que realizarán avistajes, monitoreos y registro de las gigantes de estas aguas del sur. elDiarioAR también está a bordo, invitado por Greenpeace, y relatará la expedición en los próximos días. Esta es la primera entega, basada en el segundo día del viaje.

A bordo del velero Witness, el barco más nuevo y ecológico de Greenpeace, este jueves fue posible presenciar el primer espectáculo marino de la travesía, mientras ballenas jorobadas, delfines oscuros, lobos marinos y pingüinos de Magallanes, entre otras especie, se daban un festín matutino después de las 7, muy cerca de la nave que capitanea Daniel Mares, australiano de nacimiento y neozelandés de adopción, aunque también es ciudadano del mar. El acontecimiento sucedió a unos 100 kilómetros al este de Punta Médanos y a 200 kilómetros al noreste de Mar del Plata.

No se trató de un festín menor, alrededor de cien delfines oscuros, al menos cinco ballenas jorobadas, unos 20 lobos marinos y varias especies de aves, como pardelas, petreles y albatros de cejas negras comieron durante al menos unas dos horas. Los delfines aprovecharon para jugar y curiosear alrededor del velero. También los lobos más jóvenes. Los pingüinos de Magallanes estaban más alejados del Witness, pero comieron también. Las especies se avistaron durante distintos momentos de la mañana y la tarde. A 200 kilómetros al este de Villa Gesell, unos 30 delfines comunes, otra especie diferente a los de la mañana, nadaron al atardecer de este jueves. Volvieron con la luna llena. Fue apenas una pequeña muestra de la inmensidad que habita debajo de estas aguas azules, que no es tierra de nadie. 

Las autoridades argentinas dividieron en bloques las áreas a explorar por la industria de hidrocarburos. Mientras esta cronista escribe, el barco se dirige hacia el Bloque 102 del mar Argentino, donde la empresa noruega Equinor, en sociedad con las petroleras YPF y Shell, ya tiene autorización del ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación para comenzar la exploración sísmica, la etapa previa a la extracción de gas y petróleo del suelo marino. 

La exploración sísmica consiste en realizar explosiones acústicas debajo del mar en busca de las reservas de hidrocarburos. Había sido frenada por la Justicia federal de Mar del Plata en 2022 pero fue habilitada nuevamente en diciembre último por la Cámara Federal de Apelaciones marplatense.

El primer objetivo de Greenpeace y el ICB es ingresar en aguas internacionales, dejando atrás la milla 200, que las separa de la zona económica exclusiva argentina, y donde los científicos a bordo, Mariano Sironi, Carina Marón, Luciano O. Valenzuela y Camila Muñoz Moreda comenzarán con el reconocimiento de especies.

Cada uno de los expertos se especializa en un aspecto distinto de la vida de las ballenas: desde el comportamiento animal hasta la genética, la reproducción y la alimentación. Todos tienen la misma meta: ayudar a conservar las especies de mamíferos marinos en Argentina y el mundo.

Luisina Vueso, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace, también está a bordo. “Esta es una zona muy productiva y relevante que no fue lo suficientemente investigada ni analizada antes de dar estos permisos para la exploración sísmica y la explotación posterior. Queremos mostrar la importancia de este lugar y por eso estamos con las personas expertas del ICB, para contrarrestar las narrativas que se escuchan y demostrar que es una locura instalar plataformas petroleras en esta zona llena de vida”, aseguró Vueso a elDiarioAR.

“Trabajamos desde hace cinco décadas en la zona de cría de Península Valdés y esta es nuestra primera oportunidad para observar a las ballenas en una de sus áreas de alimentación del mar Argentino”, afirmó a este medio Sironi, director científico del ICB. “Estamos realizando un reconocimiento inicial del área y nuestra intención es poder regresar a finales de año para llevar adelante los primeros estudios científicos”, agregó.

La ballena franca austral es la especie central de los estudios científicos del ICB. Fue declarada Monumento Natural de la Nación en 1984 y está protegida por la Ley de Parques Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales. También por acuerdos internacionales como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que le dan protección máxima. Estas normas buscan proteger a cada ejemplar, independientemente de la zona en la que esté transitando durante sus migraciones. 

Bombardeos acústicos

La exploración sísmica es realizada desde buques que transportan una cola de cañones que disparan aire comprimido en el mar y provocan lo que Greenpeace llamó “bombardeos acústicos”. El sonido que generan estos disparos viaja hasta el lecho marino y permite identificar la presencia de gas o petróleo. Esa información es obtenida y procesada por compañías especializadas, como Equinor, que luego venden los datos a las petroleras para que realicen la extracción. En este caso serán YPF, Shell, Total, Qatar Petroleum, British Petroleum (BP).

Uno de los problemas de las explosiones en el mar es que al ser repentinas y sorpresivas pueden provocar graves daños físicos a las especies que se encuentran alimentándose, reproduciéndose o transitando por el área afecta. Además, pueden modificar el comportamiento habitual, la comunicacion, provocar desplazamientos y estrés, interferir con sus funciones vitales, reducir la disponibilidad de presas y alimentos tanto en mamíferos como tortugas, aves marinas y peces.

El 30 de diciembre de 2021, el gobierno de Alberto Fernández habilitó la exploración sísmica en los bloques CAN 100, 108 y 114, las zonas en las que se dividió el mar para la exploración en la Cuenca Argentina Norte, a 300 kilómetros de las costas bonaerenses. La autorización dependía de la palabra final del ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a cargo de Juan Cabandié, quien dio el visto bueno al informe de impacto ambiental presentado por Equinor.

La compañía noruega asegura que opera con “los más altos estándares internacionales”. “Nuestro enfoque es prepararnos para operaciones seguras para explorar el potencial del Mar Argentino, de acuerdo con la ley argentina y los compromisos de licencia que hemos acordado con el gobierno argentino”, dijo el vocero de Equinor Ola Morten a elDiarioAR en 2022.

“Nuestro estudio de impacto ambiental completo se publica en el sitio web del Ministerio y demuestra que el riesgo para el medio ambiente y otras industrias marítimas de nuestras operaciones sísmicas es bajo”, afirmó Morten.

El entonces secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, dijo estar convencido de que la exploración y la producción offshore es “segura, no contamina, ni perjudica la fauna marina”. “Por el contrario, genera recursos para el país y trabajo genuino y actividad económica para las localidades desde donde se opere el desarrollo de esta actividad”, afirmó Martínez en declaraciones difundidas por su Secretaría en 2022.

Aquel fin de año, un amplio sector de la sociedad marplatense salió a las calles. Se presentaron diversas demandas, incluso por parte del intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, que entonces se opuso a que avanzara el proyecto. La Justicia de Mar del Plata también recibió amparos de Greenpeace, entre otras organizaciones ambientales y de la sociedad civil. 

En febrero de 2022, el juez federal de Mar del Plata Santiago Martín ordenó la suspensión del proyecto de exploración petrolera. Tras la apelación del Gobierno, en junio de 2022 la Cámara Federal de Apelaciones marplatense ordenó realizar un nuevo estudio de impacto ambiental y mantuvo el freno a la exploración petrolera offshore.

La batalla judicial continuó. El 5 de diciembre último, los jueces de la Cámara marplatense habilitaron la exploración sísmica y el avance de la actividad petrolera, exhortando a que las autoridades “propicien y mantengan permanentemente un máximo nivel de control sobre las actividades del proyecto”.

El caso está pendiente en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya que en febrero, Greenpeace presentó una queja para que el máximo tribunal intervenga y frene los proyectos. Este año ya se aprobaron proyectos sísmicos en el bloque 102, en el extremo norte, cercano a la zona marítima común con Uruguay, y también se aprobó el primer proyecto de perforación exploratoria de la Cuenca Argentina Norte, en el bloque CAN 100- Argerich. 

El ministro de Economía, Sergio Massa, y la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royon, confirmaron hace días ante los empresarios del sector en IDEA Energía 2023 que el Gobierno continuará apostando a los combustibles fósiles y explotando gas y crudo por tierra y mar, a pesar de las advertencias y alarmas de los expertos ambientalistas sobre el impacto de la exploración sísmica y de la exploración de hidrocarburos en una de las zonas más productivas para la biodiversidad marina, no sólo en Argentina, sino en la región. 

ED

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