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Biden y Putin se emplazan a mejorar las relaciones sin esconder las tensiones

El presidente estadounidense, Joe Biden, y el presidente ruso, Vladímir Putin, durante su encuentro en la cumbre Estados Unidos-Rusia en la Villa La Grange, en Ginebra, Suiza, 16 Junio de 2021.

Andrés Gil

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“Siempre es mejor verse cara a cara”, ha dicho el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. “Sé que hay muchos asuntos pendientes entre Rusia y Estados Unidos”, ha afirmado el presidente ruso, Vladímir Putin: “Espero que la reunión sea productiva”. Así ha arrancado una cumbre para el deshielo entre ambos países, sin mascarilla, distancia social ni saludo con codos o puños: los dos se han dado la mano como antes de la pandemia.

Al final de la cumbre, Vladímir Putin ha comparecido ante los medios para describir la reunión como “constructiva, productiva y concreta”, si bien el compromiso más tangible ha sido que los embajadores de EEUU y Rusia vuelvan a sus puestos en las respectivas legaciones diplomáticas de Washington y Moscú.

“Le dejé en claro al presidente Putin que seguiremos planteando cuestiones de derechos humanos fundamentales”, dijo Biden por su parte: “Hice lo que vine a hacer”. Si bien añadió: “El tono de toda la reunión fue bueno, positivo. No hubo amenazas” durante la reunión. Solo simples afirmaciones... Solo dejándole saber mi posición, lo que podríamos lograr juntos y lo que haríamos si hubiera violaciones de la soberanía estadounidense“.

“No ha habido hostilidad”, ha dicho Putin. “Al contrario, la reunión se ha desarrollado con un espíritu constructivo. Ambas partes hemos expresado nuestra intención de entendernos y buscar puntos en común. Las conversaciones han sido bastante constructivas”.

“Creemos que la esfera de la ciberseguridad es extremadamente importante para el mundo en general, incluso para Estados Unidos y para Rusia en el mismo grado”, ha dicho el presidente ruso, quien negó que Rusia hubiera jugado un papel desestabilizador en el ciberespacio.

Estados Unidos y Rusia emitieron un comunicado conjunto después de la cumbre señalando que “incluso en períodos de tensión”, las dos naciones comparten objetivos de “garantizar la previsibilidad en la esfera estratégica, reduciendo el riesgo de conflictos armados y la amenaza de una guerra nuclear”.

Según el comunicado, “Estados Unidos y Rusia se embarcarán en un Diálogo de Estabilidad Estratégica bilateral para sentar las bases de futuras medidas de control de armas y reducción de riesgos”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo a los periodistas después de la reunión que “no se trata de confianza. Toda política exterior es una extensión lógica de las relaciones personales. Es la forma en que funciona la naturaleza humana. Y te hace daño cuando se dirige un país que no se rige por las normas internacionales y, sin embargo, necesita que esas normas internacionales se gestionen de alguna manera para poder participar en los beneficios que se derivan de ello”.

“Se trata de interés propio y verificación de interés propio. De eso se trata. Veamos qué sucede”, ha dicho Biden, en alusión a cuando después de su propia reunión con Putin en 2018, el ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump indicó su voluntad de aceptar la palabra de Putin sobre la evaluación de sus propios servicios secretos sobre si Rusia interfirió en las elecciones de 2016.

Biden, además, dijo que los próximos meses servirían como una “prueba” sobre si su reunión de este miércoles serviría para acercar a los dos países. “¿Qué va a pasar después? ¿Vamos a ser capaces de mirar hacia atrás en tres o seis meses y decir, 'funcionó'? ¿Estamos más cerca de una importante negociación estratégica de estabilidad y progreso? Esa va a ser la prueba. No estoy aquí diciendo que porque el presidente Putin y yo acordamos que haríamos estas cosas de repente va a funcionar. Lo que estoy diciendo es que creo hay una perspectiva genuina de mejorar significativamente las relaciones entre nuestros dos países, sin que renunciemos a principios y valores”.

Putin reconoció que Biden había planteado el asunto de los derechos humanos, y dijo que EEUU apoya a los grupos de oposición en Rusia para debilitar al país, ya que ve a Rusia como un adversario. “Si Rusia es el enemigo, ¿qué organizaciones apoya Estados Unidos en Rusia? No son los que fortalecen a la Federación de Rusia, sino los que la contienen, que es el objetivo anunciado públicamente por Estados Unidos”.

La Guerra Fría acabó con la caída del Muro de Berlín, pero lo cierto es que el ambiente entre Estados Unidos y la Unión Europea con respecto a Rusia es el “peor” desde entonces, como se ha podido ver estos días en la cumbre de la OTAN y en la reunión de los presidentes de las instituciones de la UE con Biden.

En la Guerra Fría, con los misiles apuntándose mutuamente, se acuñó el término coexistencia pacífica, para cohabitar un mundo que ambos países podían destruir pulsando el botón nuclear. Ahora los riesgos son otros, y a Estados Unidos le preocupa el ruido de carros de combate en las fronteras con Ucrania, por ejemplo, y la dimensión cibernética de las hostilidades, con posibles interferencias rusas, según Washington y Bruselas, en procesos electorales.

Putin, por su parte, dice sentirse amenazado a su vez por la creciente influencia occidental en sus vecinos y algunas repúblicas exsoviéticas. En particular, consideraría un acto muy grave el ingreso de Ucrania en la OTAN, por ejemplo.

En la conferencia de prensa de este lunes tras la cumbre de la OTAN, Biden adelantó el contenido de algunos asuntos que le preocupan ante la reunión con Putin: “Estamos viendo un aumento en la actividad cibernética maliciosa, actos agresivos de Rusia que representan una amenaza para la OTAN y para nuestra seguridad colectiva... Compartí con nuestros aliados que transmitiré lo que transmitiré al presidente Putin: que no estoy buscando un conflicto con Rusia, pero que responderemos si Rusia continúa con sus actividades dañinas y que no fallaremos a la hora para defender la Alianza Transatlántica o los valores democráticos”.

Biden añadió: “Voy a dejar claro al presidente Putin que hay áreas en las que podemos cooperar, si así lo desea. Y si elige no cooperar y actúa de la manera que lo hizo en el pasado, en relación con la ciberseguridad y algunas otras actividades, entonces responderemos. Responderemos de la misma manera. No tiene por qué pasar, deberíamos decidir que está en nuestro interés mutuo, en el interés del mundo, cooperar, y ver si podemos hacerlo. Y las áreas en las que no estamos de acuerdo, decidamos cuáles son las líneas rojas”.

El presidente de Estados Unidos recordó que se ha reunido con Putin en el pasado: “Es brillante. Es duro. Y he descubierto que, como se decía cuando jugabas con la pelota, 'un adversario digno'. Y espero que el presidente Putin concluya que existe cierto interés, en términos de sus propios intereses, en cambiar la percepción que el mundo tiene de él, y si tendrá o no un comportamiento que sea más consistente con lo que se considera apropiado para un jefe de Estado”.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha presentado este miércoles la estrategia de la UE con respecto a Rusia: “En las circunstancias actuales, una alianza renovada entre la Unión Europea y Rusia, que permita una cooperación más estrecha, parece una perspectiva lejana. La UE hará replicará, pondrá límites y colaborará simultáneamente con Rusia, sobre la base de un sólido entendimiento común de los objetivos de Rusia y un enfoque de pragmatismo basado en principios”.

Según la UE, “el gobierno ruso persigue objetivos que van en la dirección opuesta” a la cooperación: “Rusia a menudo desafía y socava el derecho internacional. Intenta influir, interferir y desestabilizar a la UE y sus Estados miembros, así como a nuestros socios. Y utiliza la creciente represión política, incluidos los derechos humanos y las libertades fundamentales, para preservar el orden político y económico actual en el país”.

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