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Opinión

Qué sociedad le espera al próximo presidente

Votantes de Javier Milei festejaron su triunfo en el Obelisco porteño, en la noche del domingo 19 de noviembre, día en que se realizó el balotaje.

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El 10 de diciembre la Argentina tendrá un nuevo presidente. Luego de un largo proceso electoral (La Pampa abrió el calendario el 12 de febrero) tenemos pocas certezas sobre los 4 años que nos esperan. Sin embargo tenemos mucho para analizar sobre el estado actual de nuestra sociedad.

Desde una mirada general el próximo gobierno se enfrentará a una sociedad agotada. El cansancio y el agobio por falta de expectativas favorables hacia el futuro son moneda corriente desde hace ya mucho tiempo, tanto que se hace difícil transmitir este nivel de hartazgo. Está claro que las preocupaciones económicas (precio de los alimentos, bajos salarios, incertidumbre) han marcado y seguirán ocupando el centro de las demandas de la población, como también el reclamo por mayor seguridad. Pero detrás de estas primeras capas de información, tenemos indicios de qué cambios profundos se vienen gestando en la opinión pública. 

El segundo informe de Creencias Sociales del Observatorio Pulsar.uba muestra evidencias que permiten concluir que una parte de la matríz ideológica de la de la sociedad Argentina ha dado un vuelco importante en cuestiones que se mantuvieron estables durante casi más de 20 años. 

Nuestra sociedad en el 2023 ha invertido una tendencia de décadas y hoy se muestra en una clara revalorización y preferencia por lo privado frente al Estado. Haciendo un poco de historia, la sociedad argentina ha tenido, en las últimas 4 décadas, visiones encontradas sobre el rol del Estado y del sector privado en la vida pública. Investigaciones precedentes sustentan que Argentina ha pasado de una sociedad mayoritariamente privatista, —desde la mitad de la década del 80 hasta mediados de los 90— a una primordialmente estatista, con mayor nitidez, a partir de la década del 2000 en adelante (Catterbeg 1989, Mora y Araujo, 2011:29, Mora y Araujo, 1991). Siguiendo esta serie podemos encontrar evidencia hasta 2021 la persistencia de esta tendencia.  

Yendo rapidamente a los datos y exponiendo unos unos breves ejemplos, nos econtramos que hoy ante la pregunta “en general, a usted le genera mayor confianza una empresa pública o una empresa privada”, los argentinos se vuelcan un 54% por la empresa privada frente al 39% que lo hace por la pública. También encontramos que ante la consulta “para usted que es lo mejor para un país” el 60% se inclina por la opción “un país donde la mayor parte del empleo lo crean las empresas privadas” dejando un 33% para la opción de “un país donde la mayor parte del empleo lo crean el Estado y las empresas públicas”.

Ante la pregunta “en general, a usted le genera mayor confianza una empresa pública o una empresa privada”, los argentinos se vuelcan un 54% por la empresa privada frente al 39% que lo hace por la pública

En términos de opciones por un empleo resulta que un 53% prefiere el empleo privado ante la pregunta “si tuviera la posibilidad de elegir entre tener un empleo público o un empleo privado que le diera la misma remuneración y tenga las mismas condiciones laborales, cual eligiría”, y un 43% opta por un empleo público. También se observa que al preguntar sobre las empresas del servicios públicos un 46% dice que “deberían permanecer privatizadas, pero con mayores controles del Estado”, mientras que un 25% opta por que sean privadas y otro 25% por que estén en manos del Estado. 

Teniendo en cuenta que estas preguntas años atrás situaban a la mayoría en coordenadas opuestas, podemos concluir que la matriz estructural del pensamiento de los Argentinos ha dado un vuelco relevante en materia ideológica.

Ok, pero es mucho más complejo

Haciendo una mirada rápida el cuadro de situación parece simple pero en Argentina todo es un poco más complicado. El próximo gobierno deberá tener en cuenta que estas tendencias en cuanto al rol de lo público y privado no deben ser confundidas con tendencias  absolutas. 

Todavía los Argentinos creen en el valor del Estado como regulador. Si bien el rol del privado en términos económicos prima, la visión sobre el trabajo público sigue siendo positiva al profundizar en cuestiones vinculadas a la educación o la salud. Y las preferencias en ótros tantos ámbitos que no expondremos por falta de espacio muestran un rompecabezas valorativo donde lejos de demonizar todas las dimensiones del Estado, los Argentinos todavía creen en el rol del Estado como protector y nivelador de la vida en sociedad. 

Todavía los Argentinos creen en el valor del Estado como regulador. Si bien el rol del privado en términos económicos prima, la visión sobre el trabajo público sigue siendo positiva al profundizar en cuestiones vinculadas a la educación o la salud

Esta radiografía, con elementos que en una primera impresión parecieran ser contradictorios, parece echar luces sobre lo que representaron en términos discursivos y de programa los principales candidatos que se disputaron la presidencia días atrás. Lejos parecemos estar de una sociedad que otorga carta blanca en términos de posibles reformas. No hay dudas que hay una mayoría que está pidiendo más privado en la ecuación, pero comprendemos mal el cuadro si creemos que la demanda pide eliminar la variable del Estado de la operación.

El autor es investigador del Observatorio Pulsar y director de la consultora Doserre Investigación

MR/JJD

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