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Carrera con obstáculos de Rodríguez Larreta rumbo al 2023

Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri, en el bunker de Juntos.

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Pese a la ola triunfal, Juntos por el Cambio no logró convertirse en la primera minoría en Diputados. Horacio Rodríguez Larreta protagonizó el acto de Costa Salguero y se mostró presidenciable, con Macri en un segundo plano. La UCR se resiste a regalarle la pole position al alcalde.  

El descuento del Gobierno alejó un 2023 que, tras la sorpresa de las PASO, parecía al alcance de la mano para Horacio Rodríguez Larreta. Si se ensanchaba la brecha con el FdT en la Provincia, tal proyección habría tenido más fuerza. En la Capital, la boleta encabezada por María Eugenia Vidal tampoco alcanzó el objetivo de los 50 puntos. Si bien JxC se impuso en la Ciudad, la exgobernadora sacó 3 puntos menos que Elisa Carrió en las legislativas de 2017. Con 17 puntos, Javier Milei se consolidó como un fenómeno electoral en ascenso. El economista volcánico y ultraliberal sumó un tres por ciento más que en las PASO. El larretismo convivirá con un jaqueo constante por derecha: los libertarios.

El descuento del oficialismo, junto a la remontada en Chaco y Tierra del Fuego, diluyó un clima anticipado: que el alcalde quedaba indiscutiblemente parado en la pole position rumbo al 2023. Desde este lunes, los radicales trabajarán en contra de esa posibilidad. Facundo Manes lo hará especialmente. El neurocientista será un diputado part-time: si bien planea ocupar un lugar en la comisión de Educación y a su vez promete estar presente en las sesiones, el médico radical piensa recorrer el país durante los próximos dos años. No es el único que mira el Congreso como un trampolín: la diputada electa Vidal también saldrá de rondas federales. 

Manes está auto-convencido de encarnar una suerte de continuación del legado de Raúl Alfonsín. Aunque sea un exceso de amor propio, la UCR en bloque celebra ese nivel de autoestima. Los radicales ya enumeran cuatro presidenciables. ¿Quiénes? Manes, Gerardo Morales, Alfredo Cornejo y Martín Lousteau. Durante el domingo, Manes se pegó a Diego Santilli. Compartieron bunker en La Plata. El neurocientista evitó durante la campaña regalarle a Larreta una foto compartida. “Es reconocerle que él es el dueño de todo. ¿Por qué?”, pregunta desafiante un asesor de Manes. 

Pese al descuento logrado por el Frente de Todos y a los obstáculos internos con los que deberá lidiar en adelante, Rodríguez Larreta se puso en el centro del acto en Costa Salguero. Dio una especie de charla TED desde el escenario. Lo hizo mientras Alberto Fernández difundía un mensaje grabado, con un tono institucionalista ajeno a cualquier clima electoral. 

“Peleamos por la presencialidad y ganamos”, sacó chapa Larreta. Y machacó con la idea de que el gobierno porteño es una especie de showroom de los que se viene. “La ciudad es un ejemplo de que la educación debe ser prioridad”, afirmó. También se diferenció del speech más grietero que representa Mauricio Macri y Patricia Bullrich. “Tenemos que terminar con la grieta”, propuso nuevamente Larreta. Macri lo miraba desde un segundo plano. El expresidente no le peleó el protagonismo en la noche del domingo. “Era acto de ciudad. Mauricio no tenía por qué hablar. Hubo muy buena convivencia”, exageran cerca de Macri. 

El ingeniero de la UCA ya había dado un mensaje interno mientras votaba. “Juntos por el Cambio va a ayudar a que la transición sea lo más ordenada posible”, marcó la cancha. Un mauricista irreductible lo subtitula: “Se refirió a que los próximos dos años sean lo menos duro que se pueda para la gente”.

Cerca de la medianoche, cerca de Larreta insistían con una lectura triunfalista. “Esto es un triunfazo, contra el PJ unido tirando cientos de miles de palos y movilizando”, aseguraban. La ola cambiemita emparejó el reparto de fuerzas en las cámaras de Diputados y el Senado. Cristina Kirchner perdió el quórum propio. Pero a la vez el leve repunte del FdT archivó el debate sobre si JxC iría o no por la presidencia de Diputados. En el poroteo previo al escrutinio definitivo, el oficialismo preservaba el lugar de primera minoría en las dos cámaras. En Diputados, el FdT quedaba con 118 bancas, contra 116 de la coalición opositora. A último momento, el espacio Avanza Libertad le birló una banca a JxC en la provincia de Buenos Aires. La ocupará el veterano ucedecísta Hugo Bontempo, quien iba tercero en la lista de José Luis Espert y Carolina Píparo. 

Y en el Senado, la ecuación quedaba en 35 a 31 en favor del Gobierno. La bipolaridad de fuerzas trabará cualquier intento de aprobar proyectos ambiciosos o controversiales por parte del FdT. 

La alianza opositora planea limitar cualquier intento de diálogo con el Gobierno al ámbito parlamentario. “El lugar natural del diálogo es el Congreso, empezando por el debate sobre el presupuesto. Ahí vamos a dialogar”, afirma el intendente de Vicente López Jorge Macri. 

La mesa nacional de JxC ya se había sentado posición al respecto. Lo hizo a través de un comunicado difundido en septiembre. “Cuando el oficialismo lo determine, las autoridades partidarias de Juntos por el Cambio y de sus bloques parlamentarios estamos a disposición para iniciar el diálogo correspondiente”, condicionaron los jefes de la oposición hace dos meses.

Este lunes, la conducción cambiemita se reunirá por la tarde para analizar el desenlace electoral. La invitación albertista al diálogo será uno de los temas a tratar. La puja entre halcones y palomas, ya sea real o simulada, atentará contra la posibilidad de mostrar una cara amable al oficialismo en los próximos dos años.

AF/WC

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