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SUPUESTA CORRUPCIÓN

Gasoducto Néstor Kirchner: tras la declaración de Kulfas, el juez Rafecas escuchará a un testigo clave para definir el futuro de la causa

Daniel Rafecas tomó elviernes último declaración como testigo al exministro Kulfas.

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La causa por supuestos delitos en torno a la licitación del gasoducto Néstor Kirchner tendrá este lunes un segundo testigo clave para definir si el expediente avanza o se cierra. Se trata de Antonio Pronsato, titular de la Unidad Ejecutora de la megaobra hasta hace dos semanas, cuando presentó su renuncia indeclinable al cargo debido a las demoras en el avance del proyecto.

Citado para el mediodía, ingeniero civil especializado en gasoductos y también interventor de Enargas entre 2007 y 2015 -parte de la era de Julio De Vido-, Pronsato se presentará ante el juez federal Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Stornelli para defender los pliegos de las licitaciones del gasoducto investigado “con el manual de termodinámica de la facultad de Ingeniería bajo el brazo y la NAG-100”, afirmó a elDiarioAR un allegado al exfuncionario. La NAG-100 son las Normas Argentinas Mínimas de Seguridad para el transporte y distribución de gas natural.

Pronsato es la cabeza del equipo de ingenieros, abogados y economistas que redactaron los pliegos de las licitaciones del gasoducto, entre ellas, dos que quedaron en la mira judicial por los dichos del exministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que terminó relativizando ante la Justicia. El juez Rafecas sabe que este lunes le espera una audiencia con alto contenido técnico, uno de los fuertes de su segundo testigo en esta causa.

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“Pronsato es responsable de las obras civiles de 5.000 kilómetros de gasoductos en Argentina -durante su gestión como interventor del Enargas- y entre otras cosas llevará también un documento de 37 páginas sobre cómo debe hacerse el gasoducto, y por qué se decidió que los caños tengas el diámetro determinado” -las renombradas 36 pulgadas-, explicó a elDiarioAR un hombre allegado al ingeniero, quien también contó que en el entorno de Pronsato debieron frenarlo para evitar que haga una conferencia de prensa desmintiendo a Kulfas la semana última. 

La clave de esas decisiones es la singularidad de Vaca Muerta, determinada por variables como de donde sale el gas; a dónde debe llegar; y cuánto gas y a qué presión tiene que transportar el gasoducto. “Para el gasoducto de Vaca Muerta, los caños deben transportar gas a una presión de unos 90 kilos por centímetro cuadrado. Para tener una dimensión, la explosión y derrumbe del edificio de Rosario en 2013 fue por una fuga de gas de un caño que transportaba 4 kilos por centímetro cuadrado. ¿Usted cree que se puede usar cualquier chapa de acero? ¿La de un auto o un barco?”, agregó la persona consultada. Estos son algunos de los puntos que justificarían cómo estuvo planeado el pliego de la licitación que ganó Techint para vender los tubos por casi US$500 millones.

Entre los 5.000 kilómetros de gasoductos en su haber, el ingeniero Pronsato tiene la obra civil de la ampliación de los gasoductos que ganó la constructora brasileña Odebrecht (gasoductos General San Martín y Neuba) gracias a una licitación a medida por la que el exministro De Vido y el ex secretario de Energía, Daniel Cameron, deben afrontar un juicio oral y público. Pronsato no estuvo imputado en la causa de los gasoductos de Odebrecht, que se centró en la etapa previa a su participación, aclaró un allegado ante la consulta. 

En aquel caso, funcionarios y ejecutivos de Odebrecht pactaron las condiciones para que la constructora brasileña se quedara con el contrato de los gasoductos de 2006-2008 por al menos US$2.300 millones. Se armó una licitación que sólo Odebrecht podía cumplir, según reveló Perfil en 2017 en base a documentos internos del Ejecutivo y confirmó la investigación judicial del fiscal Federico Delgado. El propio Rafecas fue juez de la causa.

El saliente ministro y hombre de confianza del presidente Alberto Fernández había sostenido en un texto distribuido entre periodistas que la licitación para la adquisición de los tubos de acero había estado hecha a medida de la multinacional ítalo-argentina Techint y que una segunda licitación de válvulas no había respetado la ley de compre nacional. Sin embargo, Kulfas negó este viernes ante la Justicia tener conocimiento de supuestos delitos y hechos de corrupción en torno a la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, de acuerdo con su declaración testimonial. 

Un día antes de las declaraciones de Kulfas, las autoridades de los Estados Unidos anunciaron que habían llegado a un acuerdo con Tenaris, principal compañía de Techint y la fabricante de los caños para gasoductos en cuestión, para que la compañía pague una multa de US$78,1 millones por haber supuestamente sobornado a un funcionario de Petrobras entre 2008 y 2013 para ganar contratos directos de caños para la industria petrolera y gasífera.

La otra renuncia

El gasoducto Néstor Kirchner fue planificado para transportar el gas que se extrae de Vaca Muerta, en Neuquén, hacia la provincia de Buenos Aires y luego a Santa Fe -en un segundo tramo-. La megaobra terminó siendo eje de las disputas constantes entre distintos sectores del oficialismo que derivaron además en las denuncias de opositores al Gobierno ante la Justicia. 

La crisis, además, pone en duda si el Ejecutivo podrá concretar la megaobra que el Presidente anunció para frenar la importación de gas que doblega las reservas de dólares del Banco Central y que ahora gira en torno a un expediente judicial.

La causa judicial se estructura sobre tres hipótesis: el supuesto direccionamiento de la licitación de los caños de acero; la adjudicación de la adquisición de válvulas para la megaobra a una empresa extranjera incumpliendo la ley de compre nacional; y supuestas presiones del empresario Cristóbal López para ingresar en el negocio que habrían dilatado el avance de la obra, que habían trascendido en artículos periodísticos.

La salida de Pronsato no es menor en la trama que comenzó públicamente con las declaraciones de la vicepresidenta en el acto por los 100 años de YPF, la respuesta redactada en altas temperaturas por parte de Kulfas y los posteriores dardos al entonces ministro por parte de la conducción del área energética del Gobierno en forma de comunicados oficiales. 

El ingeniero Pronsato renunció a su cargo el 30 de mayo último, cuatro días antes de que estallara la última crisis política del gabinete de Alberto Fernández con la vicepresidenta. Su salida podría significar la parálisis de la obra. Era el hombre con diálogo directo con las empresas, informó el medio especializado Econojournal, que viene siguiendo la trama del proyecto energético.

El nombre del exfuncionario reapareció en los medios de comunicación durante la última semana por la salida de Kulfas en medio de su disputa con CFK y los funcionarios de La Cámpora a cargo de llevar adelante la construcción del gasoducto de Vaca Muerta. 

Pronsato tendría además sus discrepancias no sólo con Kulfas por sus declaraciones sobre la licitación “a medida” de Techint sino también con el funcionario Agustín Gerez, gerente general de Enarsa (ex IEASA), la empresa pública responsable del gasoducto, y su jefe, el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, referente de La Cámpora en materia energética.

Antes de abandonar su cargo, Pronsato entregó a Gerez el pliego de la licitación central del gasoducto, informó Econojournal, que adelantó la salida del ingeniero en el marco de su “disconformidad con el escaso avance real de la obra, que lleva meses de retraso”. Hacía un mes y diez días que el presidente Fernández había anunciado la obra en Neuquén. 

¿Cuáles son los hechos que habrían motivado la renuncia del directivo? La demora en la firma del contrato con Tenaris de Techint y de la licitación de la construcción de la obra. Además, de la dilación en la entrega de los estudios de impacto ambiental de la provincia de Buenos Aires; y de la aprobación de una serie de documentos internos para poder reutilizar una planta compresora que había adquirido el Estado para el Gasoducto del Noreste (GNEA), reveló el periodista Nicolás Gandini en Econojournal.

Tras la declaración de Pronsato, Rafecas y Stornelli escucharán el martes a expertos designados por las cuatro petroleras que extraen gas de Vaca Muerta (Pluspetrol, YPF, Total Austral y Tecpetrol, esta última del grupo Techint); y el miércoles, será el turno de los especialistas de las empresas que transportan el gas (TGS y TGN o  Transportadora Gas del Norte y del Sur), por parte del Enargas y un experto de la Facultad de Ingeniería de la UBA.

Las audiencias de martes y miércoles se grabarán en una sala de los tribunales y se harán públicas más tarde por internet, a pedido del juzgado. “Rafecas tiene muy en claro que con este expediente también está en juego la continuidad de un gasoducto que es esencial para el país y lo último que quiere es que la causa demore la obra”, dijo a elDiarioAR una fuente cercana al magistrado, de buen diálogo con el presidente Fernández.

ED

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