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El Gobierno inauguró la “mesa bonaerense”

Milei ratifica el armado electoral de su hermana Karina y apuesta al PRO para reordenar la campaña

El asesor presidencial Santiago Caputo, este martes al ingresar a la Casa Rosada.
9 de septiembre de 2025 13:24 h

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Con la herida fresca de la derrota en la provincia de Buenos Aires, la Casa Rosada busca una salida de urgencia: este martes por la tarde se inauguró la mesa política bonaerense, un ring donde convivirán Karina Milei y Santiago Caputo con las principales espadas del PRO en la provincia. El equipo libertario se completa con Sebastián Pareja —blanco de críticas tras el traspié— y el legislador electo Maximiliano Bondarenko, apuntado internamente por sus recientes dardos al plan económico oficial, lanzados a modo de autocrítica.

El encuentro se extendió por dos horas en el Salón Norte de Balcarce 50 y tuvo sentados alrededor de la mesa a Cristian Ritondo y Diego Santilli, además de los referentes locales Diego Valenzuela, Guillermo Montenegro y Ramón Lanús. Al finalizar, se retiraron de Casa Rosada sin hacer declaraciones. La jugada, leída como un gesto de contención y de supervivencia, llegó apenas horas después de que Javier Milei estrenara la mesa política nacional, el nuevo dispositivo con el que intenta retomar el timón en medio del tembladeral.

La decisión presidencial se conoció luego de una jornada frenética: ayer lunes, el libertario reunió a su Gabinete en dos tandas —una a la mañana y otra a la tarde— y, al final del día, su vocero Manuel Adorni anunció la creación de tres instancias paralelas de coordinación: la mesa nacional, la bonaerense y un espacio “federal” de diálogo con gobernadores. “El Presidente de la Nación tomó la decisión de conformar una mesa política nacional. La misma será presidida por él y estará conformada por: Karina Milei, Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Santiago Caputo, Martín Menem y yo”, escribió Adorni en redes sociales.

La mesa política nacional de La Libertad Avanza, encabezada por el presidente Javier Milei.

Este martes, el oficialismo difundió un mensaje en el que buscó reforzar la idea de que no habrá marcha atrás con el rumbo trazado. En el comunicado, La Libertad Avanza señaló que el objetivo central es “defender el rumbo que venimos construyendo porque es el único que nos puede conducir a la prosperidad”.

La nota enfatizó la voluntad de sostener el proyecto “con uñas y dientes”, bajo el argumento de que “todas las demás recetas ya fracasaron” y que, aunque el camino sea difícil, “es el único posible para salir del pozo en el que nos dejaron”. Y sumó un mensaje de confrontación: advirtió que el Gobierno seguirá adelante “aunque los medios, los políticos, los empresarios y todos los que quieren detener el cambio nos ataquen”.

Mesa bonaerense

La mesa bonaerense, en tanto, refleja un delicado equilibrio: ratifica a Pareja como coordinador electoral en el distrito más importante del país, pese a las críticas de Las Fuerzas del Cielo, y al mismo tiempo abre la puerta al PRO, socio estratégico que aportó intendentes, fiscales y despliegue territorial en la campaña. Montenegro y Lanús llegan con la legitimidad de haber retenido sus distritos —General Pueyrredón y San Isidro—, mientras que Santilli y Ritondo arrastran la tarea de recomponer a un macrismo que también salió golpeado por el resultado.

La exclusión de Eduardo “Lule” Menem y de José Luis Espert fue uno de los datos que marcó la jornada. Pese a quedar afuera, el candidato a diputado nacional bonaerense pasó por Balcarce 50 temprano para mantener reuniones con distintos funcionarios antes del encuentro oficial.

La convocatoria formal para la mesa se cursó recién este martes por la mañana. A las 14 debían estar en la Rosada. La notificación de último momento obligó a varios referentes a ajustar sus agendas, como Guillermo Montenegro, que terminó cancelando un viaje programado a su distrito. Cuando Cristian Ritondo y Diego Santilli abandonaron la reunión, pasadas las 15.30, los presentes continuaron discutiendo durante poco más de media hora. Al término, el jefe comunal de General Pueyrredón acompañó a Santiago Caputo hasta su despacho para prolongar el intercambio en un ámbito más reservado.

El armador bonaerense de LLA, Sebastián Pareja, y Cristian Ritondo.

Estrategia “insuficiente”

En el entorno del asesor presidencial creen que las nuevas mesas no alcanzan para resolver las fracturas profundas que atraviesan al Gobierno. Según esa mirada, el modelo de construcción política que impulsan los primos Martín y Lule Menem terminó por erosionar los vínculos con los gobernadores y abrió la puerta a dirigentes que poco tienen que ver con el ideario libertario. Desde la otra vereda, en cambio, prefieren evitar un choque frontal: admiten que la derrota en la provincia de Buenos Aires fue dura, pero apuestan a que todavía hay margen para corregir el rumbo y recuperar terreno de cara al 26 de octubre.

El contexto no podría ser más adverso: el oficialismo cayó en seis de las ocho secciones bonaerenses y perdió más de un millón de votos respecto de 2023. El mazazo arrastró también al PRO, que vio cómo sus intendentes quedaron a mitad de camino y sus dirigentes fueron relegados en el búnker de Gonnet, sin siquiera subir al escenario de la derrota. En ese marco, la mesa bonaerense se presenta como un intento de recomposición de la alianza, con vistas a las legislativas de octubre, donde Milei se juega buena parte de su capital político en el Congreso.

José Luis Espert, el primer candidato libertario en la provincia de Buenos Aires para octubre, hoy en la Casa Rosada.

Mientras tanto, los gobernadores preparan su propia demostración de fuerza: este viernes se reunirán en Río Cuarto, Córdoba, bajo el paraguas de Provincias Unidas. Allí confluirán Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz), entre otros. La convocatoria es una respuesta al llamado de Milei a una mesa de “diálogo federal”, que la mayoría de los mandatarios considera un gesto vacío después de meses de promesas incumplidas.

Entre tanto, en Balcarce 50 se intenta transmitir calma. No habrá cambios inmediatos en el Gabinete ni en el comando político, aunque en los pasillos abundan las recriminaciones cruzadas: el caputismo responsabiliza a los Menem y a Pareja por los cierres fallidos y la falta de fiscalización, mientras que el karinismo defiende la continuidad del esquema, convencido de que la derrota fue circunstancial y que el rumbo económico debe sostenerse sin concesiones.

Sin embargo, el revés bonaerense y el rojo de los mercados empujaron a Milei a ampliar la mesa de conducción. En su círculo admiten que se trata de un recurso ya utilizado, con eficacia relativa, pero en el actual tembladeral político funciona como un intento de reafirmar liderazgo y proyectar capacidad de mando. La actividad no se detiene: mañana el Presidente volverá a reunir a su gabinete, hilvanando tres días consecutivos de frenéticas deliberaciones tras la derrota por 13 puntos frente al kirchnerismo.

PL/MC

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