El FMI dice estar dispuesto a reestructurar el préstamo a la Argentina con “protección a los más vulnerables”
EL Fondo Monetario InternacionaI y la Argentina buscan que la restructuración de la deuda de US$ 44.000 millones se realice protegiendo “a los más vulnerables”, dijo el jueves el vocero del prestamista de última instancia desde Washington.
“Compartimos la opinión de las autoridades de que abordar los desafíos de Argentina requerirá un conjunto de políticas cuidadosamente equilibradas que fomenten la estabilidad, restablezcan la confianza, protejan a los más vulnerables de Argentina y establezcan las bases para un crecimiento sostenible e inclusivo,” dijo Gerry Rice en la primera conferencia de prensa que dio el FMI en el año.
El rediseño de la deuda, que la administración de Mauricio Macri tomó sin consultar al Congreso en 2018 con un plan inicial de US$57.000 millones, comenzó en agosto del año pasado, cuando Alberto Fernández solicitó formalmente reemplazar el programa de stand by vigente, que tiene casi los vencimientos de capital por US$44.000 millones —finalmente entregados por el organismo— concentrados en los próximos dos años. El objetivo de Fernández obtener al menos 2 años de período de gracia y un plan de pagos de unos 10 años.
El pedido de modificar el préstamo había sido consensuado con el FMI, que aceptó esperar a que el equipo de Martín Guzmán restructurara bonos soberanos por US$67.000 millones en manos de inversores privados.
Las negociaciones con el FMI comenzaron el año pasado, luego de que los privados terminaran aceptando una quita simbólica en el capital (5%) que se volvía y mucho mayor en los intereses. La tasa convalidada por la administración Macri para los bonos cuando Alfonso Prat Gay y Luis Caputo eran ministros fue de 8% promedio y bajó a 2.3% promedio luego de la restructuración liderada por Guzmán. Los privados aceptaron canjear títulos con valor nominal de 100 por otros a los que el mercado les asignaba un valor cercano a 54. Los nuevos títulos tienen un cupón de interés menor al 3% que sólo comenzarán a pagarse en 2023.
Como el FMI no puede por su estatuto aceptar recortes de capital en las reestructuraciones de deuda, lo que las partes negocian se reduce al plazo de repago y los intereses para esos años.
Gracia
El nuevo marco de reemplazo del stand by se inscribirá en el denominado plan de Facilidades Extendidas, como el que tiene México. La Argentina quiere hasta 4 años de gracia y que los 10 años para el repago comiencen a contarse desde el final del período de gracia y no desde la firma del nuevo acuerdo.
El otro tema en la mesa de discusión es el monto de los intereses. El acuerdo alcanzado con los privados servirá de vara alta. Y Argentina intenta obtener plata fresca para engrosar las arcas del Banco Central con por lo menos US$5.000 millones. A favor de ese requerimiento, los hombres de Guzmán alegan que fue el equipo económico de Fernández el que les pidió a los funcionarios del FMI, luego de las elecciones PASO de agosto de 2019, que pararán de enviarle dinero a la Argentina para evitar la continuidad de la fuga de capitales. El stand by de Macri habilitaba hasta US$57.000 millones y fueron desembolsados US$44.000 millones, no sólo por la prevención del Fernández, sino por que el propio FMI había puesto el programa en suspenso ante la sobreestimada incertidumbre electoral.
“Está bien y es lógico que Argentina intente extender los plazos de un acuerdo para garantizar la sustentabilidad, aunque será una negociación muy difícil,” dijo Julia Strada, economista y miembro del directorio del Grupo Bapro. “Sería ideal conseguir la misma tasa acordada con los privados, o sea, bajarla. El problema son los punitorios. Lo que puede pagar la Argentina por año es un monto que no no está calculado, pero podríamos decir que es una cifra entre los dos y tres mil millones de dólares como escenario de sustentabilidad a priori, pero no es número que pueda afirmarse hoy.”
Luego de una pausa por las fiestas de fin de año, se espera que las negociaciones entre los técnicos se aceleren en las próximas semanas, dijo el vocero del organismo multilateral de crédito. “Nuestras conversaciones con las autoridades argentinas continúan,” dijo Rice. “Esperamos que el ritmo de las reuniones, todas virtuales, aumente en las próximas semanas”.
Es lógico que Argentina intente extender los plazos de un acuerdo para garantizar la sustentabilidad, aunque será una negociación muy difícil. Sería ideal conseguir la misma tasa acordada con los privados, o sea, bajarla.
Rice destacó que “las autoridades del país continúan trabajando en el diseño de su plan económico de mediano plazo, discutiendo las medidas específicas para su implementación, y trabajando para apuntalarlo con un amplio apoyo político y social”.
El Poder Ejecutivo trabaja para que el nuevo programa sea aprobado por el Congreso, una iniciativa inédita en la Argentina. El proyecto de ley ya cuenta media sanción en el Congreso.
PG
Esta nota fue actualizada el viernes 15 de enero (9:22 AM) para incluir una cita textual en el noveno párrafo
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