Infeliz Día Mundial del Inquilino: en promedio se destina la mitad de los ingresos al alquiler
El primer lunes de octubre se celebra cada año el Día Mundial del Inquilino. Pero no suele ser motivo de festejo en ninguna parte del mundo sino más bien de protesta. Mientras Berlín acaba de aprobar un referendum no vinculante para expropiar casas de empresas inmobiliarias y en otras ciudades de países desarrollados se grava la vivienda vacía para fomentar el alquiler, en la Argentina el promedio de los inquilinos destina el 52% a pagar al propietario del inmueble que habita, según encuesta de la Federación de Inquilinos Nacional a 2.500 de ellos. Claro que algunas de las diferencias entre aquellas naciones y la nuestra radica en que en ellas está difundido el crédito hipotecario y se cobran mejores salarios, mientras aquí el sueño de la casa propia sólo se concreta con ahorros, herencias o acotados planes oficiales, mientras los sueldos llevan cuatro años a dieta.
Más allá de que la ley de alquileres establece una actualización anual por un índice que se compone de inflación y variación salarial, cuando se termina el contrato debe renegociarse según los ajustes que imponga el mercado. Y es así que la mitad de los encuestados que firmaron nuevos convenios respondió que sufrió aumentos de hasta el 60%, mientras el 28,8% padeció incrementos de entre el 70% y el 150% y el 17,7%, de sólo entre 20 y 30%.
Pero la mayoría de los inquilinos está pudiendo gozar de los beneficios de la ley votada en 2020. El 56,7% tiene contratos a tres años (ya no a dos, como antes) y el 68,2% afronta ajustes anuales (no más semestrales).
Claro que el 48,8% respondió que se ha endeudado para pagar el alquiler. Dentro de ese universo, el 30,1% le debe a la tarjeta de crédito; el 16,5% se atrasó en servicios como luz, gas o agua; el 15,2% tiene deudas con un familiar; el 14,8%, con bancos y el 6,8% con financieras. Apenas el 5,8% reconoció que le debe al propietario. “El porcentaje es bajo porque lo último que se deja de pagar es el alquiler y cuando no se puede pagar, son desalojados legalmente o por la fuerza”, analiza el presidente de la Federación de Inquilinos, Gervasio Muñoz.
Al menos los avisos de alquileres están moderando sus pretensiones. En la Ciudad de Buenos Aires los precios subieron a septiembre 53,5% en los últimos 12 meses, según el indicador del portal de clasificados ZonaProp. Se acerca al 49% del índice para contratos de locación que elabora el Banco Central a partir de la ley vigente. El alza se moderó después de alcanzar el 72% en junio pasado. El aumento coincidió con el descongelamiento de los alquileres que había impuesto el Gobierno en la cuarentena de 2020 y con la nueva legislación, que provocó una inicial desconfianza de los propietarios.
AR
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