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En plena segunda ola, el personal sanitario de Neuquén corta rutas y paraliza Vaca Muerta

Corte de ruta en Piedra del Águila, Neuquén.

Alejandro Rebossio

Neuquén —

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Era medianoche del lunes, soplaba el viento frío en la ruta 237, la que conecta la ciudad de Neuquén con Bariloche, y en el cruce del pueblo de Picún Leufú, conocido por su represa, ardían unos neumáticos e iluminaban el cielo estrellado. “Estamos haciendo un piquete histórico, pero dejemos pasar los vehículos”, propuso una enfermera, después de tres horas desde que liberaron por unos minutos el piquete que instalaron allí este lunes. “Si hoy somos más que ayer, no vamos a levantar ahora. Se nos están cagando de risa”, le respondió un vecino que se sumó a la protesta, y la mayoría lo apoyó. Olía a pueblada. Sólo dejaron transitar a los autos, no a los camiones. Muchos eran jóvenes, se sumaron a apoyar a los médicos, los enfermeros y demás profesionales de su pueblo. Unos descansaban en reposeras después de tantas horas parados y otros bloqueaban con sus Gol o Corsa las calles laterales para que nadie pasara. A los largo de un par de kilómetros se acumulaban camiones con motores y luces apagados en la ruta. Algunos conductores los dejaron en el carril opuesto o en la banquina mientras dormían.

Neuquén es la provincia donde nacieron los piquetes en 1996 como la expresión de protesta de aquellos que no podían parar porque se habían quedado sin trabajo en la entonces privatizada YPF. La misma donde en 2007 un policía mató en un corte de ruta al maestro Carlos Fuentealba. Ahora los que cortan al menos siete rutas de toda la provincia desde hace seis a dos días, según la localidad, son el personal de salud, que tampoco puede parar porque debe atender la pandemia. Los cortes paralizan Vaca Muerta desde hace seis días y ponen el riesgo el abastecimiento de petróleo, nafta, gasoil y gas en el resto del país. Están liderados por que ponen el cuerpo ante los pacientes de Covid-19 y vacuna a la población mayor y de riesgo, y que recibieron este año del gobernador Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino (MPN, que gobierna en forma ininterrumpida desde 1983), un incremento del 15%, muy por debajo de la inflación prevista. En 2020 no les habían aumentado nada. A los piquetes se sumaron vecinos, militantes de partidos de izquierda y comunidades indígenas. 

“Basta tomar contacto con los cortes, de cada 10 personas, ocho no son trabajadores de salud”, soltó este martes la ministra de Gobierno y Seguridad de Neuquén, Vanina Merlo. “Cuando vemos actores que nada tiene que ver con el sector, sino que plantean su conflicto, su necesidad, vemos claramente un ataque desestabilizador al gobierno, a los sindicatos y a las economías”, agregó Merlo.

El conflicto comenzó hace un mes, cuando la delegación neuquina de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) aceptaron el alza del 15%, pero personal de salud autoconvocado, con apoyo de ATE nacional, se opuso. Ya en Semana Santa hubo diversos piquetes, como el que impedía cruzar el puente que une Neuquén y Cipoletti (Río Negro), donde unos turistas reaccionaron bloqueando el paso de una ambulancia. Y desde el pasado miércoles comenzaron los cortes en Añelo, el pueblo desde donde se centralizan las operaciones petroleras y gasíferas de Vaca Muerta.

YPF, Tecpetrol (grupo Techint) y las demás petroleras que trabajan allí están viéndose afectadas. En la empresa estatal advirtieron sobre el impacto en la producción de petróleo y gas porque los bloqueos a camiones llevaron a que 40 equipos contratados por todas las compañías paralizaran sus perforaciones, fracturas y terminaciones de pozos. Tampoco pueden evacuarse petróleo y combustible por vehículos. Toda la industria lleva perdidos US$ 10 millones en seis días, según cuentan en YPF. La producción de gas, que iba a recuperarse con los subsidios del nuevo Plan Gas, dejaría de producir 1 millón de metros cúbicos diarios por el retraso en las perforaciones. 

En las estaciones de servicio de la capital neuquina y sus alrededores se formaban este martes largas colas porque se teme un desabastecimiento en esta provincia. Unas 53 estaciones ya se quedaron sin nafta y gasoil.

En el corte de Añelo hay camioneros que llevan seis días viviendo en su cabina. Sin embargo, se solidarizan con la protesta del personal de salud, y así y lo manifiestan. Hasta el propio secretario general adjunto del sindicato, Pablo Moyano, ratificó el apoyo en un video. Los choferes consideran que la solución pasa por que el gobierno provincial pague más a médicos, enfermeros, camilleros y demás personal sanitario

En otras localidades como Piedra del Águila, también en la ruta 237, el piquete sólo se extendió durante el fin de semana. A las 8 de la noche del sábado, la enfermera Patricia Martínez, del hospital de este otro pueblo hidroeléctrico, explicaba a elDiarioAR el conflicto de aquellos a los que la gente aplaudía cada noche cuando comenzó la cuarentena de marzo de 2020: “No nos dieron ropa en 2020. Este año tampoco nos dieron todavía. Con la pandemia destrozamos nuestros ambos porque los lavamos con lavandina y enzimáticos. Nosotros nos bancamos todo. Se pide una nueva mesa salarial con representantes de salud. Se pide un aumento salarial acorde con la realidad del país y de la provincia, de acuerdo con el índice de inflación. Esa es la lógica. Esta semana, en Neuquén los diputados se dieron un aumento de $ 70.000, que fue visibilizado porque un diputado de izquierda no quiso aceptarlo”. Una enfermera principiante cobra entre el básico de $ 20.000 y los adicionales alrededor de 40.000.

“En algunos lugares los hospitales hacen paro, pero la salud no puede parar”, justificó Martínez el método de protesta. “No podemos dejar de atender a la gente. Además, hubo fortísimos descuentos a los que hicieron paro. Por eso, en el hospital de Piedra del Águila hacemos contraturno: vamos a trabajar y después nos movilizamos. Nosotros estudiamos, no nos preparamos para esto, pero nos obligan a esto, no nos queda otra”, concluyó.

El gobierno del MPN dice que no negociará mientras continúen los cortes. Sin embargo, el fiscal general de la provincia, José Gerez, convocó el sábado pasado a una primera reunión de mediación, que continuó el domingo y el lunes. 

En su despacho de la Ciudad Judicial, Gerez explicó a elDiarioAR que ahora el gobierno neuquino está analizando sus números para responder a los autoconvocados, pero desconoce cuándo responderá. No es fácil porque si le aumenta más al personal sanitario, después reclamará el mismo porcentaje el resto de los empleados públicos nucleados en ATE y UPCN. En lugar de ordenar el desalojo de las rutas, como hubiese reclamado otro fiscal ante el delito de obstruir la libre circulación, Gerez recurrió al método de mediación que ya ha aplicado con éxito en otros conflictos laborales e indígenas de su provincia: “Lo que planteamos es resolver la causa primaria del conflicto: en este caso, el porcentaje del aumento salarial. Si apuntáramos a los delitos que están cometiéndose, sería difícil movilizar tantos policías para desalojar a miles de personas en tantos lugares y además hoy despejaríamos las rutas y mañana volverían a ocuparlas, no resolveríamos el problema de fondo. Este método de negociación demora más pero conduce a soluciones más duraderas”. Habrá que ver cuánto tiempo aguantan las partes involucradas, sobre todo cuando se trata de una provincia que abastece de petróleo y gas a todo el país. 

AR

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