Bajo presión del FMI, Caputo bajó la tasa y el dólar reaccionó al alza hasta alcanzar los $1.465

Se acabó la estrategia diseñada por el presidente Javier Milei de aguantar el dólar con tal de ganar las elecciones. Antes de las legislativas bonaerenses del pasado domingo, secó la plaza de pesos subiendo los encajes bancarios y colocando deuda de corto plazo para subir las tasas de interés y vendió divisas del Tesoso con tal de sujetar el dólar por debajo de los $1.400. Hace una semana cotizaba a $1.380. Ahora está a $1.465, un 1,4% más que ayer.
Pero pasó la derrota en los comicios, el mercado demandó aún más moneda norteamericana y la directora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, llamó al ministro de Economía, Luis Caputo, para reclamarle contra las tasas altas y volátiles. Ya estaban afectando la salud de los bancos. Entonces, Caputo reaccionó primero bajándolas el martes, después convalidándolas en el menor rango en la renovación de Letras de Capitalización (Lecap) el miércoles y, por último, el jueves volviendo a establecer una tasa de referencia. Era un parámetro que el Banco Central (BCRA) había dejado de fijar en julio, por el berrinche de Milei de que fuera el mercado el que lo hiciera, a contramano de la práctica de la mayoría de los países latinoamericanos con baja inflación.
Además, la autoridad monetaria, que preside Santiago Bausili, prepara una relajación de encajes bancarios. Al mismo tiempo, esta semana el Tesoro dejó de vender dólares. Por lo visto, el Gobierno planea retomar la letra del acuerdo con el FMI de intervenir con las divisas del préstamo que recibió este año sólo en caso de que la moneda estadounidense toque el techo de la banda cambiaria, de $1.470.
“Desde el Central bajaron en 1.000 puntos básicos (o 10 puntos porcentuales) la tasa que remuneran”, explica Franco Borchi, economista de GMA Capital, sociedad de invesiones bursátiles. “Al bajar el rendimiento en pesos de los instrumentos, tuvo su correlato en un aumento de la demanda de moneda extranjera, siempre y cuando el esquema de bandas sea creible. Si vieramos que los rendimientos bajan y el dolar sube, quiere decir que habría desconfianza del famoso techo y que la gente se quiere cubrir. Seria raro que el Gobierno fuerze un cambio de esquema cambiario previo a las elecciones, puede salir bien o mal. Tendría más sentido realizarlo después”, agrega Borchi.
“Si tenemos que el apetito por el dolar sigue al alza y llega al techo, entonces el Central tiene que cubrirlo con reservas”, continúa el analista de GMA. “No sólo acá, esto sería visto muy malo por los inversores de afuera. Son dólares que perdés, sería menos probabilidad de pago de la curva (deuda) dólar. De base no tenés tanto poder de fuego para cubrir esa presión sobre el dólar si persiste mucho”, advierte Borchi.
El Central necesita reservas para pagar la deuda en 2026. Por eso, crece la desconfianza en los bonos argentinos y sube el riesgo país, un 2,2%, a 1.047 puntos básicos. Que haya traspadado el techo de los 1.000 tras los comicios demuestra el miedo de los acreedores a un impago. Claro que Milei parece dispuesto a ajustar todo lo que sea con tal de abonarles. Lo que no se descarta es un canje de deuda voluntario.
En Pharos Capital publicaron un informe este viernes para sus clientes: “Es probable que la baja de tasas que estuvimos viendo desde el BCRA durante esta semana (desde el 45% al 35%) se tome una pausa, pero dejando la posibilidad de una nueva contracción en las próximas semanas. Tipo de cambio: si bien veníamos en una semana tranquila, ayer vimos algo de suba y mayor demanda. Y el arranque de hoy sigue en la tendencia tomadora. Creemos que el mercado respetará el techo de la banda. Reservas internacionales cayeron a US$ 40.362 millones (–US$ 34 millones). El BCRA no intervino en el mercado de cambios”.
¿Por qué Pharos habla de semana tranquila, pese a que el dólar pegó otro salto tras las elecciones?
Un asesor financiero explica a elDiarioAR que el lunes se registro un “alto impacto” pero que en los dias posteriores “se fue normalizando”. Y concluye: “Hubo una sobredimensión del resultado electoral. Por eso, nosotros ese mismo día, que cayó tanto el mercado, recomendamos comprar porque vimos lo que terminó sucediendo. Se normalizó. Hoy el tipo de cambio empezó a subir hasta llegar a 1% del techo de la banda cambiaria, donde se puede mover sin intervención directa del Gobierno para controlarlo. Hay que ver cómo se comporta el Gobierno cuando se llegue a ese techo”.
El Grupo IEB, de inversiones en bolsa, también envió su resporte a clientes: “Derrota oficialista en provincia de Buenos Aires incrementa la aversión al riesgo, pero el equipo económico mantiene el rumbo: inflación en baja, dólar estable y tasas reales altas. El mercado aguarda señales claras de las elecciones de octubre para definir posiciones”. IEB, que bancó hace unas semanas un suplemento de The Washington Post a favor del Gobierno, mantiene su esperanza en las legislativas nacionales del 26 de octubre. El grupo financiero Supervielle, la electrónica Mirgor (de Nicolás Caputo), la semillera GDM (ex Don Mario), los aboratorios Elea (de Hugo Sigman, Luis Alberto Gold y la familia Sielecki, incluido el embajador en Francia, Ian Sielecki), Bagó y Roemmers y la sociedad bursátil Balanz también pagaron el suplemento del diario norteamericano.
“Escenario político: techo de Fuerza Patria (FP) y piso de La Libertad Avanza (LLA)”, analiza IEB. “La derrota del oficialismo por más de 13 puntos fue superior a lo esperado (5 puntos), generando venta de activos locales. FP retuvo el 90% de sus votantes de 2023; LLA sólo captó un 8% de los votantes de JxC (Juntos por el Cambio). Proyección base para octubre: participación del 65% y retención del 30% de votos de JxC por LLA. Bajo ese escenario, LLA ganaría por 4,6 puntos. Se descarta empate o derrota del oficialismo en octubre como escenario más probable”, se ilusiona el grupo que pertenece a Juan Ignacio Abuchdid.
AR/MG
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