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La triple interna de Córdoba, Capital y Provincia define el rumbo de la UCR

Lousteau, junto a Gustavo Posse, su candidato a presidir la UCR en la Provincia

Andrés Fidanza

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La saga de elecciones internas empieza el próximo domingo en Córdoba, sigue en provincia y Capital. Las pujas -en las que ya hubo judicializaciones, zancadillas y cruces mediáticos- incluyen a vacas sagradas del radicalismo, operadores históricos, jóvenes ambiciosos y outsiders populares. Mario Negri, Martín Lousteau, Daniel Angelici, Enrique Coti Nosiglia, Jesús Rodríguez, Facundo Manes, Gustavo Posse, Oscar Aguad y Ramón Mestre se mezclan en la triple pulseada entre afiliados a la UCR. ¿Qué hay en disputa? La conducción radical en cada uno de los tres distritos. ¿Y qué hay detrás de la pelea por esos cargos? La definición sobre el rumbo que tomará la fuerza de los boina blanca. 

De las internas en Córdoba, Provincia de Buenos Aires y Capital saldrá el 70% de los convencionales nacionales. Así, el sector que se imponga tendrá capacidad para fijar la agenda programática y el marco de alianzas de la UCR. En marzo de 2015, por ejemplo, la mayoría de los representantes partidarios decidió sellar un pacto con la Coalición Cívica-ARI y el PRO de Mauricio Macri. Así se resolvió en una Convención Nacional partidaria desarrollada en Gualeguaychú. El exsenador Ernesto Sanz, hoy semiretirado de la política, impuso su voluntad: la idea de aliarse con el macrismo y el espacio de Elisa Carrió obtuvo el respaldo 186 delegados, sobre 330 de todo el país.

Seis años después de aquel encuentro en Entre Ríos, casi ningún radical muestra demasiado entusiasmo por profundizar ese acuerdo con el PRO. Pero tampoco, por romperlo. El debate pasa por el nivel de integración a Juntos por el Cambio. O, dicho más crudamente, por el grado de subordinación al macrismo en la alianza opositora. Tras la presidencia de Mauricio Macri, el clima retórico generalizado apunta a defender la autonomía y las candidaturas propias de la UCR. Incluidas, las más importantes que se pondrán en juego en 2023. 

En Córdoba y Provincia, se enfrentan dos sectores: la estructura del partido, apadrinada por el diputado cordobés Mario Negri (jefe del interbloque de JxC) y el gobernador jujeño Gerardo Morales, versus el retador Martín Lousteau. El economista apuesta por su conocimiento nacional y buena estrella para desafiar al aparato, que cuenta con el aval de la mayoría de los intendentes bonaerenses y de Córdoba. Su objetivo es empezar a tallar en la mesa nacional. Su promotor es el mítico Coti Nosiglia. Además cuenta con cierto guiño sutil del actual presidente de la UCR nacional, el mendocino Alfredo Cornejo. El mandato de Cornejo terminará a fin de año. Quién será el sucesor del exgobernador mendocino sobrevuela en cada una de las votaciones de los afiliados. 

La disputa más inmediata se juega en simultáneas. El domingo empieza la primera partida en Córdoba. Lousteau apoya la candidatura de Rodrigo de Loredo. Concejal cordobés y extitular de Arsat, De Loredo se enfrenta con el oficialista Marcos Carasso, que cuenta con el respaldo de Mario Negri y el exintendente de la Capital provincial Ramón Mestre. Tras la fractura cordobesa de Cambiemos en 2019, Negri y Mestre hicieron las paces hace dos meses. En realidad volvieron a asociarse. Porque ambos radicales eran aliados históricos, con un adversario en común: Oscar Aguad. El exministro de Defensa de Macri expresa el ala derecha de la UCR en Córdoba. Nosiglista, De Loredo a su vez es yerno de Aguad. El fin de semana pasado, Lousteau recorrió la provincia junto a De Loredo.

Después de la interna cordobesa, vendrá la votación más determinante: la bonaerense, el 21 de marzo. En la Provincia se replican los bandos mismos en pugna. Negri, Morales, el gobernador Gustavo Valdés y el senador Luis Naidenoff (quienes se encuentran cada 15 días en la Casa de Corrientes en la Capital), contra la tribu de Lousteau, Nosiglia y el diputado Emiliano Yacobitti.  

En la Provincia, el exvicegobernador Daniel Salvador empuja a su partido hacia una postura un poco más PRO-friendly. El frontman de la fórmula es Maximiliano Abad, presidente del bloque de diputados provinciales de Juntos por el Cambio. Ambos cuentan con el apoyo del grueso de la estructura radical, incluidos 30 de los 32 intendentes bonaerenses. A esa espacio además lo apadrina la esperanza blanca de la UCR para la provincia: el neurólogo, autor bestseller y difusor de la llamada neurociencia Facundo Manes.

Lousteau respalda al espacio del intendente de San Isidro Gustavo Posse. Ambos, más el veterano Federico Storani, quieren marcar mayor distancia del PRO. El economista acompañó a Posse en su recorrida reciente por Pergamino y Junín. 

“En estos últimos cinco años la actitud de quienes conducen el radicalismo provincial ha dejado en un segundo plano la fuerza y la potencialidad que tiene el partido en cada rincón de la provincia”, sostuvo Posse.

Sobre el resultado posible, hay pronóstico de ventaja para Abad. “Veremos. Posse es un viejo lobo de las elecciones. Los votos nuestros están en el conurbano; los de ellos, en el interior. Participarán unas 70 mil personas. Si Posse hace una muy buena elección en San Isidro, quizás compensamos”, se ilusiona un armador de Lousteau.

En la Capital, en cambio, las dos listas centrales en pugna están encolumnadas detrás de Lousteau. Algo intrincado y difícil de comprender desde afuera de la galaxia radical porteña, la UCR elegirá 9 delegados por comuna: 130, por las 15 comunas de la Ciudad. De ahí saldrá el próximo presidente de la Capital.

Los anotados para competir son los representantes del oficialismo, conducido por Guillermo de Maya, con el esponsoreo de Nosiglia, Rafael Pascual, Yacobitti y la Franja Morada. En el otro rincón, figura la agrupación “Radicales por Argentina”, del expresidente de Boca Daniel Angelici, junto a los legisladores porteños Martín Ocampo y Ariel Álvarez Palma y el exdefensor adjunto de la Ciudad José Palmiotti.

La lucha será un homenaje a Titanes en el Ring: la virulencia será simulada. Porque las dos listas apoyan el liderazgo del senador Martín Lousteau en el distrito. Lo único en juego será el control partidario en cada comuna, para elegir finalmente al reemplazante de De Maya. El Tano Angelici se autopostula para el cargo. 

AF

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