ELECCIONES EN BRASIL
Lula sobre Jair Bolsonaro: “No puedo aceptar que un presidente diga siete mentiras por día”
“Estoy con más voluntad ahora que en mis primeros dos gobiernos de impulsar la integración regional; pero no sólo profundizar la relación económica, sino también la política y la cultural. Mi ambición es incorporar América del Sur a las negociaciones con la Unión Europea”. Así definió el ex presidente y candidato Luiz Inácio Lula da Silva, uno los ejes centrales de su política exterior, si llega a conquistar el tercer mandato en octubre próximo. Fue durante un encuentro con representantes de medios extranjeros y agencias internacionales del que participó elDiarioAR, esta mañana en el Hotel Intercontinental de San Pablo.
En un clima cordial, el líder petista --que encabeza todas las encuestas con 45% de preferencias-- prefirió abstenerse de comentar qué resultados espera obtener en los comicios. Como dijo en un momento: “Las elecciones se ganan el día que se vota; y no quiero sentarme en el sillón presidencial antes de que estas ocurran”. Reafirmó que él y la coalición partidaria que lo rodea se están “preparando con proyectos para combatir la desigualdad, contra el hambre y contra aquellos que continúan con la desforestación del Amazonas. Queremos hacer un nuevo gobierno en Brasil” sintetizó. Pero enseguida no pudo menos que advertir: “Estamos a 41 días de las elecciones y ustedes, que acompañan el proceso electoral, saben que estamos viviendo una situación anómala para un país que se reivindica democrático. Hay mucha fake news, cada día y a toda hora” sostuvo, en directa relación a la campaña que despliega su contrincante, el jefe de Estado Jair Mesías Bolsonaro.
--¿Cree que hay un riesgo real de que Bolsonaro no acepte una derrota? Preguntó un corresponsal
--Creo en la restauración de nuestra democracia y no puedo aceptar que en un país, que tanto luchó por recuperar la democracia, haya un señor presidente que dice siete mentiras por día. Llega a desafiar a las FFAA cuando dice que son de él; pero estas son de las sociedad. Ese señor trata a todos como si ninguno tuviera importancia; no fue a visitar a ninguna familia que sufrió las muertes de hijos o de padres.
En el comité de campaña de Lula hay una gran ansiedad que obedece, precisamente, a la necesidad de confrontar rápidamente las noticias falsas que atraviesan las redes sociales bolsonaristas, donde se ha afirmado incluso que de llegar a la presidencia “Lula va a cerrar las iglesias”. Pero enfático, el ex mandatario señaló que no está dispuesto a seguir ese camino: “No es mi primera campaña y nunca me involucré en problemas personales del adversario. Mi divergencia con Bolsonaro es política y programática. Ese es el verdadero debate”.
--¿Cómo podrá garantizar una política económica sustentable en medio de un proceso de alta inflación y en un contexto de depresión internacional?
--En 2023 recibiremos un Brasil peor que aquel país que heredamos en 2003. El problema es que Brasil está más desindustrializado; será preciso un gran trabajo para disminuir la inflación y habrá que generar mucho empleo. Para eso, el país precisa de un gobierno creíble y estable. Por eso, en la primera semana de enero, en caso de asumir la presidencia, habrá de convocar a una reunión con los 27 gobernadores de estados; con ellos iré a discutir la reactivación de las obras públicas paralizadas. Es preciso reformular el pacto federal. Y también vamos a recuperar capacidad de inversión con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social. Por otro lado, con la credibilidad podemos lograr que vuelvan inversores y vamos a viajar por el mundo para convencerlos de hacer nuevas inversiones. No queremos que compren empresas ni tampoco vamos a privatizar estatales.
A modo de remate de su respuesta, el ex mandatario Lula añadió: “La palabra llave es la inclusión social, tenemos que terminar con el hambre de 33 millones de brasileños”.
--¿Cómo será su política exterior con China?
--En mis gobiernos establecimos una relación provechosa con Estados Unidos, con la Unión Europea, con China, Africa y América Latina. No olvide que era presidente cuando Brasil reconoció a China como economía de mercado. Sintetizo: la relación con China será extraordinaria, con Estados Unidos será extraordinaria y con Europa será extraordinaria.
-¿Qué línea seguirá y como ayudará a Venezuela?
-- A Venezuela le deseo lo mismo que quiero para Brasil. Recuerde que no estuve de acuerdo con aceptar Guaidós (admitido como presidente venezolano por los europeos y estadounidenses) porque para mí es un impostor. Además siempre respeté el principio de la autodeterminación de los pueblos. Es lógico defender, como hago, la alternancia en el poder, por esa razón de que no hay presidente insustituible. Espero ahora que Europa y Estados Unidos renueven su relación con Venezuela y no sólo por el petróleo.
--Usted tiene según las encuestas 45% de las intenciones de votos pero también tiene rechazo de 37% ¿Cree que le alcanzaría para ganar?
--Me gustaría ser amado por todos; pero eso no se consigue ni en la propia familia. Mire, lo que se precisa es construir una mayoría democrática que me elija. Hay políticos que no tienen rechazo en la población, pero tampoco tienen votos. Por otro lado, quiero agregar esto: la polarización es propia de la democracia; lo que no debe es servir para el odio.
--Usted habló del Mercosur y el tratado con la Unión Europea ¿Podría ser más preciso en que estado se encuentra y que hará con esa negociación?
--Por empezar, ese acuerdo nunca se concretó. Queremos sentarnos con la UE y discutir los derechos que tenemos cada uno. Nosotros, como también la Argentina, queremos recuperar nuestro sector industrial. Piense que este sector representa hoy apenas 11% del Producto Bruto Interno. Y en el caso de la industria automovilística, llega a ser tan solo de 7%. Lo que puedo asegurarle es que vamos a trabajar con Europa con mucho afán. Somos amigos de muchos países; nosotros necesitamos fortalecer esa relación. Y damos por cierto que podremos cumplir con un compromiso tan importante para ellos como para nosotros: preservar el Amazonas que sufre con este gobierno un intenso proceso de deforestación. Esa es una prioridad.
Ansiedad a 41 días de las elecciones
Un clima de ansiedad se percibe en el candidato y su comité de campaña, es precisamente encarar a toda velocidad las operaciones de su adversario, el presidente Bolsonaro, quien a través de las redes sociales busca recrear el miedo en las clases medias tradicionales, en inclusive en las más bajas, de una vuelta del Partido de los Trabajadores al Palacio del Planalto. Las alusiones bolsonaristas a su archienemigo pasan por advertir que con el PT en Brasilia “volverán la corrupción y habrá cierre de iglesias”.
Lula terminó su primera intervención con un homenaje a Dom Phillips, el corresponsal británico asesinado en las zonas selváticas por delincuentes vinculados al trafico de drogas y a la pesca ilegal.
EG/MG
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