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El vínculo entre Massa y EEUU sobrevive a la ayuda china para pagarle al FMI

Massa; el presidente del banco central chino, Yi Gang, su par argentino, Miguel Pesce, y el embajador en Beijing, Sabino Vaca Narvaja.

Alejandro Rebossio

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La Argentina debió recurrir a la solidaridad de 20 de los 21 países iberoamericanos accionistas de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y a China para evitar este lunes un impago con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Recién después de las primarias, el organismo donde Estados Unidos cuenta con poder de veto girará los recursos para compensar en parte ese giro, el anterior de junio y el próximo de septiembre. Al anunciar la transferencia de este lunes, el ministro de Economía y precandidato presidencial, Sergio Massa, agradecía a la CAF -propiedad de las naciones latinoamericanas, caribeñas y España- y al régimen de Beijing por la ayuda: “Nosotros sentimos que usando la geopolítica, con creatividad, con la asistencia de los países amigos de la Argentina, podemos ir transitando este puente para salir definitivamente de la crisis”.

Massa demostró su pragmatismo a la hora de conseguir fondos para cumplir con el FMI. Lo hizo más allá de su estrecha relación histórica con Estados Unidos, que quedó plasmada en la filtración de los Wikileaks en 2010, cuando se detallaban sus visitas a la embajada norteamericana en las que criticaba con dureza al kirchnerismo pese a que aún militaba en ese espacio político. Tanto fuentes gubernamentales como diplomáticos e informantes de la negociación con el Fondo señalan que ese vínculo del ministro candidato con Washington permanece intacto pese a la colaboración de Beijing en tiempos de enfrentamiento global entre ambas potencias.

“Nada cambió”, comentan fuentes diplomáticas occidentales. Tampoco en Japón, uno de los países más duros en el FMI, se inquietan con la ayuda de China, entienden que la Argentina busca equilibrar sus relaciones diplomáticas, pero sin modificarlas, y observan que Estados Unidos comprende también las necesidades criollas y tampoco se alarma. De hecho, la semana pasada el presidente Alberto Fernández y la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de los Estados Unidos oficializaron la adhesión argentina a los acuerdos Artemisa de cooperación espacial. Además, el gobierno de Joe Biden sigue negociando con el de Fernández la venta de una flota de hasta 38 aviones de combate F -16 y no los condiciona a lo que suceda con el FMI.

“No hubo cambios sustantivos en la geopolítica y Estados Unidos sigue apoyando la transición”, comentan fuentes vinculadas a las relaciones diplomáticas bilaterales, dejando entrever que Biden busca tranquilizar el camino hacia el nuevo gobierno. Y recuerdan que ya el pago al FMI de junio se había abonado con la colaboración china. Otros informantes cercanos a los negociadores del FMI ratifican la misma tesitura: “La alternativa a la ayuda china era el default. La Argentina paga con lo que hay, no veo qué hay de criticable”.

El vínculo del ministro-candidato con Washington permanece intacto pese a la colaboración de Beijing en tiempos de enfrentamiento global entre ambas potencias

El ex presidente del Banco Central Federico Sturzenegger, que también recurrió a la asistencia del gigante asiático en el gobierno de Mauricio Macri, alguna vez contó que la tasa interés del swap (canje de monedas), que se firmó por primera vez en 2009, es la Shibor (la de referencia china), de alrededor del 6%, más dos o tres puntos porcentuales, es decir, entre 8% y 9%. Claro que la autoridad monetaria argentina también practica sus operaciones financieras para manejar las reservas y reducir así significativamente el costo de este préstamo. De todos modos, la tasa es similar al 8,1% que cobra el FMI por el préstamo récord que le dio a la Argentina en tiempos de Macri. Los créditos del Fondo vienen acompañados siempre de condicionamientos de política económica de ajuste. Los de China, no. Pero, en cambio, crece su influencia en los países deudores, lo que se traduce, por ejemplo, en posicionamientos internacionales o en contratos a sus empresas estatales. De todos modos, en el oficialismo consideran que es mejor el swap chino que el endeudamiento con el FMI.

AR/DTC

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