Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La trastienda del Gobierno

Milei cambia para contentar a los gobernadores: qué hay detrás del regreso del Ministerio del Interior

La foto de familia del presidente Javier Milei y los gobernadores, en julio de 2024.
10 de septiembre de 2025 14:30 h

0

La derrota en la provincia Buenos Aires obligó a Javier Milei a un gesto que hasta hace pocos días parecía impensado: reabrir el Ministerio del Interior, una cartera que había sido absorbida por la Jefatura de Gabinete en mayo de 2024. El Presidente eligió como titular a Lisandro Catalán, tucumano, dirigente de confianza de Guillermo Francos y hasta hoy vicejefe de gabinete. Se trata de la única modificación que aceptó en su esquema después del golpe electoral del domingo, presentada como señal de apertura hacia los gobernadores (sobre todo los “afines”) en medio de un clima de escepticismo y tensiones, de cara al debate por el Presupuesto 2026 y en plena puja electoral.

El anuncio llegó envuelto en una foto: Milei en su despacho junto a Francos, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el propio Catalán, en el marco de la tercera reunión de gabinete de la semana, algo inédito en la era libertaria. “Siguiendo las instrucciones del Presidente Milei, con el objetivo de retomar el diálogo con los gobernadores afines, hemos constituido la Mesa Federal junto al Ministro de Economía, Luis Caputo, y el flamante Ministro del Interior, Lisandro Catalán”, escribió Francos en X, en un posteo revisado por el propio Presidente. El gesto, además de abrir una nueva instancia institucional, puede ser leído como un guiño al jefe de Gabinete, que conserva a su lado a un aliado ascendido en medio de la tormenta.

Lisandro Catalán, flamante ministro del Interior de Javier Milei.

Catalán preside La Libertad Avanza en Tucumán, trabajó en la gestión de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires, en la de Cambiemos y en el Ministerio del Interior durante el gobierno de Alberto Fernández, bajo la órbita de Eduardo “Wado” de Pedro. Antes había compartido con Francos la experiencia en la Fundación Acordar, el think tank sciolista donde Milei aparecía como “economista en jefe”. En la Casa Rosada lo definen como pragmático y dialoguista, un perfil que busca acercar al oficialismo con las provincias luego de meses de choques.

Está por verse si el movimiento alcanza para disipar las desconfianzas acumuladas. Gustavo Sáenz, gobernador de Salta y hasta hace poco uno de los más cercanos a Balcarce 50, habló de “traiciones” y denunció que el Gobierno no cumplió con convenios de obra pública firmados en 2024. “Para mí no son leones, son palomas de iglesia. Lo que han hecho constantemente es cagar a los fieles”, lanzó, con crudeza. Gustavo Valdés, de Corrientes, también se mostró distante y dijo que no participará de una convocatoria “para la foto”. Osvaldo Jaldo, en Tucumán, y Raúl Jalil, en Catamarca, completaron el cuadro de mandatarios que se fueron despegando de Milei pese a haber acompañado en el Congreso.

Pero el malestar no se limita a los gobernadores del Norte. Desde Tierra del Fuego, Gustavo Melella también fue lapidario: “Primero que el Gobierno nacional envíe los fondos que comprometieron. Yo firmé un convenio por viviendas y nunca mandaron un peso. Sería bueno que honren las deudas y no busquen sacarse una foto porque les fue mal el domingo”. Hasta Maximiliano Pullaro endureció aún más su tono. “La gente viene hablando fuerte y claro. El gobierno sigue sin escuchar, paralizado”, lanzó este lunes el goberbandor de Santa Fe.

Pullaro y Llaryora en AmCham Summit 2025.

La semana pasada, en la convención anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro) y el propio Jalil reclamaron “mesas de diálogo urgentes” que lleven a consensos a largo plazo. Allí insistieron en que el ajuste no puede recaer únicamente sobre las provincias y que el Gobierno nacional “debe abandonar la lógica unilateral”. El planteo, escuchado por empresarios y analistas económicos, fue leído como un intento de marcar la cancha frente a un Milei fortalecido en los mercados, pero cada vez más aislado en la política territorial.

Los mandatarios, además, ponen una condición básica para aceptar cualquier convocatoria: que en la mesa esté el propio Presidente. La expectativa es que las invitaciones formales lleguen recién en los próximos días, aunque en privado muchos ya anticipan que no habrá avances si Milei mantiene la decisión de vetar la ley aprobada por el Congreso que ordena el reparto automático de los fondos de Aportes del Tesoro Nacional (ATN).

Javier Milei, en octubre de 2024, con los gobernadores que fueron elegidos por el ahora exánime frente Juntos por el Cambio.

Ese proyecto, impulsado por 23 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri, elimina la discrecionalidad de la Casa Rosada sobre la caja de los ATN, tradicional herramienta de negociación política de los presidentes con las provincias. Establece que la Nación retenga solo el 41,2% del fondo, mientras que el 58,8% se reparta entre las provincias según los coeficientes de coparticipación. Serían millones diarios en recursos automáticos para los gobernadores y un recorte significativo en la capacidad de presión del Ejecutivo. En Balcarce 50 confirman que Milei vetará la norma, aun sabiendo que ese gesto puede dinamitar cualquier puente que se pretenda tender con el interior.

El oficialismo prepara ese veto y, al mismo tiempo, apuesta a conseguir apoyos para el Presupuesto 2026, que Milei presentará en cadena nacional el próximo lunes a las 21. El equilibrio fiscal seguirá siendo la bandera del Presidente, mientras los gobernadores reclaman fondos para obra pública. La Casa Rosada insiste en que el déficit cero es “innegociable”, aunque admite que las provincias necesitan señales para acompañar el debate legislativo.

El flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, junto a Francos, Milei y Caputo, este miércoles en el despacho presidencial.

En el plano interno, la derrota bonaerense dejó secuelas. En Casa de Gobierno circula una autocrítica en voz baja: la estrategia de confrontación con las provincias terminó en un callejón sin salida y las sucesivas caídas en el Congreso encendieron alarmas de cara a octubre. La vuelta del Ministerio del Interior es la admisión de ese fracaso y el intento de abrir una nueva etapa, con Francos fortalecido y Catalán como cara política hacia las provincias.

Pero los gobernadores, fortalecidos después del revés electoral de Milei, no parecen dispuestos a conceder demasiado. Muchos de ellos evalúan que ahora tienen margen para ponerle freno al estilo confrontativo del Presidente y que el poder de negociación cambió de manos. El desafío de Milei será evitar que este gesto quede como un movimiento vacío, incapaz de recomponer un vínculo cada vez más erosionado y que, de no mediar cambios de fondo, amenaza con volver a hacer del Congreso una tierra de derrotas permanentes.

PL/MC

Etiquetas
stats