El Banco Central quemó otros US$678 millones para acotar la suba del dólar a $1.515

“Fumando vamos a casa, cultivando weed, quemando buena ganjah, esta es la alianza Rastafari Avanza”, canta el grupo chileno de reggae Zona Ganjah. Si no fuera trágico, quizás también el equipo económico de La Libertad Avanza (LLA) podría entonar que anda fumándose o quemando reservas del Banco Central a buen ritmo. Un día después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, advirtiera al mercado que iba a gastarse hasta el último dólar para contener la divisa en el techo de la banda cambiaria, su coequíper, el presidente del Central, Santiago Bausili, vendió US$678 millones en un intento por frenar la corrida.
La moneda norteamericana subió 1,3%, a $1.515, un nuevo récord al traspasar la barrera de los 1.500, y hubiese trepado más de no ser porque la autoridad monetaria usó los dólares prestados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para contenerla. En el acuerdo firmado este año con el organismo consta una cláusula secreta sobre hasta cuántos de los US$14.000 millones desembolsados hasta ahora se pueden emplear para este fin. La idea del Fondo es que se utilicen, pero de forma acotada.
El Central arrancó a quemar reservas para frenar el dólar hace tres días. Ya acumula una pérdida de US$1.110 millones. El dólar mayorista, que es el que se toma de referencia para las bandas, está en $1.474. El techo de esa franja es este viernes de $1.475. A su vez, el contado con liquidación (CCL), que es el tipo de cambio que rige para las empresas que quieren girar plata al exterior, para las que sigue habiendo cepo, está a $1.550.
El Banco Central no sólo interviene vendiendo dólares. También sus funcionarios llamaron este jueves de manera informal a los bancos para que dejaran de ofrecer a las compañías clientas la conversión de moneda nacional a la estadounidense vía CCL. Son las mismas entidades financieras que al mismo tiempo veían colapsar los home bankings de sus ahorristas minoristas que querían comprar verdes y se encontraban con pantallas que advertían que por inconvenientes técnicos no iban a poder concretar la operación deseada. Cosas que pasan, como canta el folklorista José Larralde.
Por ahora, los inversores desafían a Caputo y le compran todos los dólares que pueden. Esperan que en un momento se le acaben y entonces salte la cotización y puedan hacerse de una ganancia mayor. Ya de por sí aquellos que aceptaron el reto del ministro cuando les dijo en julio “comprá, campeón” compraron a $1.220 y ahora pueden vender a $1.515 o incluso a $1.550 si recurren al CCL. Es decir, ganaron entre 24% y 27% en pesos en menos de tres meses. Es mucho más que el 9% que rinde ese periodo un plazo fijo en el Banco Nación.
El presidente Javier Milei, mientras tanto, informó este viernes que está “muy avanzada” la negociación de un nuevo préstamo esta vez de los EE UU de su aliado Donald Trump para reforzar las reservas. A diferencia del FMI, que pone condiciones a cambio de sus créditos y que está preocupado por la falta de acumulación de activos en el Central, el gobierno norteamericano tal vez quiera apoyar a su único socio político de relevencia en Latinoamérica antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre. De todos modos, un financiamiento del Tesoro norteamericano lleva su trámite hasta que se desembolse. Pero cuando se anuncie el monto oficial puede que sirva para contener el apetito de los inversores y los convenza de que ya la divisa no seguirá subiendo. Veremos.
En el mercado se preguntan por estos días si el Central se quedará sin dólares para defender el peso antes de los comicios y entonces el Gobierno deba liberar el tipo de cambio, dejarlo subir a riesgo de una mayor inflación. Si llega a las elecciones manteniendo el esquema de bandas a costa de fumarse más y más reservas, mayor será el salto del dólar el día después, el 27 de octubre, según temen los inversores financieros. Más todavía si se termina plasmando un derrota de LLA. Entre las encuestadoras que más se acercaron al resultado bonaerense del 7 de septiembre ya sondean que los libertarios sólo vencerían en la cuidad de Buenos Aires, pese a que pierden votos frente a Ricardo López Murphy, en Mendoza y en alguna otra provincia, quedando relegada en varias al tercer puesto, como en Santa Fe.

Entre los inversores consideran que tampoco el Central puede vender tantos dólares por día porque se les acabarán. Antes de llegar al techo de la banda, el Tesoro liquidó los suyos. Además, el Gobierno echó mano de otras cajas: cayeron los depósitos del sector publico en dólares en el Nación US$1.200 millones en un mes.
Cuanto más divisas se pierdan, menos habrá para pagar la deuda. Por eso, se mantiene alto en 1.452 puntos el riesgo país, el índice que indica el peligro de default de los bonos. En el mercado consideran que en el ADN de Milei está la prioridad de abonar a los acreedores aún a costa de ajustar más el gasto público. También puede intentar un canje de deuda, pero a esta altura sería con una tasa de interés exorbitante. Otra opción es destinar el crédito de EE UU para abonar a los bonistas, a los que hay que abonar en enero próximo. Pero si los dólares van para ese fin no podrán usarse en la contención del tipo de cambio. Sábana corta le llaman.
AR/MG
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