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Congreso Libertario bonaerense

Milei replicó su fórmula porteña en La Plata: todo el gabinete en campaña y una embestida feroz contra Kicillof

Javier Milei en el Congreso libertario bonaerense.

Pedro Lacour

26 de junio de 2025 18:34 h

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Javier Milei convirtió el Congreso Libertario bonaerense en el acto de lanzamiento de su campaña en la provincia. Lo hizo fiel a su estilo: con todo su gabinete en escena, un discurso cargado de épica libertaria, y una embestida sin filtros contra Axel Kicillof, al que acusó de llevar a Buenos Aires a un “estado casi medieval” y definió como un “pichón de Stalin”. Como en el cierre porteño que impulsó la victoria de Manuel Adorni, la consigna volvió a sonar fuerte: “kirchnerismo o libertad”.

“Argentina como país ha adoptado un cambio de rumbo radical y sin precedentes en nuestra historia. No vamos a dejar que los bonaerenses miren por la ventana cómo avanza el resto del país, ni será la Provincia un ancla que frene el despegue de la Nación”, apuntó Milei. Y trazó una línea divisoria: “Esta elección bonaerense no se trata simplemente de un partido contra otro, ni de una ideología contra otra. Es un choque de modelos. Bajo la consigna ‘kirchnerismo o libertad’ subyace la interpretación de nuestra historia y del destino de nuestra Nación. Es el modelo de la casta contra el modelo de la libertad”.

La jornada había comenzado temprano, con mesas técnicas sobre salud, educación, seguridad, justicia, agroindustria, inteligencia artificial y desregulación económica, que reunieron a más de 1.200 dirigentes, militantes y funcionarios libertarios. Pero el plato fuerte llegó a la tarde, cuando, uno a uno, los principales ministros nacionales fueron tomando la palabra en el escenario. Hablaron Patricia Bullrich (Seguridad), Luis Caputo (Economía) y el diputado José Luis Espert, quien encabezará la lista de legisladores en octubre, además de otros miembros del gabinete como Mario Lugones (Salud), Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado). Uno de los pocos ausentes fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien este jueves presentó el informe de gestión del Ejecutivo ante el Senado y luego retomó su agenda en Casa Rosada.

“El milagro argentino tiene truco”, afirmó Milei, y explicó su fórmula mágica: ajuste drástico, respaldo político y capacidad técnica. “Ajustamos 15 puntos del PBI y el país creció, bajamos la inflación y sacamos a 10 millones de personas de la pobreza. Eso es un milagro. Pero ya saben el truco: este equipo de talentos”, dijo, señalando a sus ministros. “Toto fue elegido el mejor ministro de Economía del mundo. Federico asesora a otros países. A Patricia la consultan en el FMI para entender cómo mantuvo la paz social durante el ajuste. Esto no lo logró un grupo de improvisados”.

El contraste con la administración bonaerense fue el centro del discurso. Milei acusó a Kicillof de haber convertido a la provincia en “un Estado de la naturaleza, donde no hay imperio de la ley ni contratos que valgan”. Dijo que el gobernador “suma con dificultad, no puede sumar ni con un ábaco”, y lo responsabilizó por un déficit fiscal que obliga al distrito a buscar $2,5 billones de financiamiento. “Nunca se le pasó por la cabeza bajar el gasto público”, lanzó. “Mientras nosotros eliminamos impuestos, él los duplica. Mientras cerramos oficinas, él abre dos. Mientras bajamos 50.000 empleados, él mete 20.000”.

Milei también cargó contra lo que denominó la “estrategia de obstrucción ciega” del gobernador: “Todo lo que hacemos nosotros, él hace lo contrario. No hay una visión de país, hay una obsesión con frenar el cambio”. Y fue más allá: “Kicillof representa la resistencia del viejo orden. No es un modelo alternativo: es una caricatura decadente del pasado”.

Enumeró luego una batería de datos para justificar su diagnóstico: “Solo el 46% de los estudiantes llega a sexto grado con los conocimientos esperados. Nivelaron la educación para abajo eliminando la repitencia. El 23% de los hogares no tiene agua potable, el 40% no tiene cloacas y el 35% no tiene gas de red”. En seguridad, sostuvo que La Matanza duplicó la tasa nacional de homicidios per cápita, y criticó la falta de adhesión a la ley de reiterancia y el rechazo a la baja de imputabilidad.

“Dato mata relato”, repitió Milei como mantra, y volvió a cargar contra el endeudamiento provincial. “En el último trimestre de 2023, la provincia aumentó su deuda en 1,3 billones de pesos. Lloran por el endeudamiento nacional mientras están llevando a la provincia a la quiebra. Todo para crear un Estado que, tratando de hacer todo, no cumple ni lo básico”.

También atacó al exministro de Economía Martín Guzmán, al que calificó como “el pasante” y acusó de ser “cómplice del genocidio del encierro durante la pandemia”. “El gobierno anterior mató a 100.000 personas de más por sostener políticas sanitarias basadas en encuestas”, aseguró. “Lo padecí en carne propia cuando era diputado. El presupuesto mostraba una baja del déficit, pero con el gasto público creciendo en términos reales. ¿A quién le hacían el ajuste? Al sector privado”.

Hubo además un mensaje más directo y personal: Milei aseguró que una exempleada del Estado nacional que fue reabsorbida por la administración bonaerense “fue la que atacó la casa del Profe Esper”, y afirmó que fue detectada “gracias al trabajo de la doctora Bullrich”. Y volvió a insistir en que detrás del aparato estatal bonaerense “hay una lógica perversa que solo quiere mantener privilegios, no solucionar problemas”.

Sobre el final, citó a Maquiavelo para cerrar con tono histórico: “La fortuna varía, y los hombres prosperan mientras armonizan con ella”. Y sumó otra frase, de Milton Friedman: “El propósito de un sistema es lo que hace. Un sistema se juzga por sus resultados, no por las intenciones de sus creadores”.

“No se equivoquen. A esta gente lo único que le importa es el poder. La gente les sirve solo para perpetuarse en el Estado y parasitarnos”, dijo Milei, que se retiró entre aplausos mientras en la calle continuaban los piquetes organizados por más de 35 agrupaciones sociales. Con la consigna “Palas sí, motosierras no”, los manifestantes cortaron accesos y expusieron el malestar social que rodea al experimento libertario.

Mientras siguen las negociaciones con el PRO —que esta semana incluyeron reuniones entre Pareja, Ritondo y Santilli— el mileísmo ya activó su campaña bonaerense. Y lo hizo con la misma receta que en CABA: el Presidente como jefe de campaña, el gabinete como tropa militante y una consigna sin medias tintas. En la provincia más grande del país, la batalla ya empezó.

PL/JJD

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