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Chicanas, Tik tok y sentimientos: Durán Barba, el cerebro detrás de la remontada del banquero Lasso en Ecuador

Durán Barba, en su caserón ubicado en las afueras de Quito

Andrés Fidanza

13 de abril de 2021 07:10 h

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Jaime Durán Barba y Guillermo Lasso fueron amigos y compañeros de gabinete en la breve presidencia de Jamil Mahuad ¿Quién es Mahuad? El Fernando de la Rúa ecuatoriano. Entre agosto de 1998 hasta enero de 2000, el expresidente derechista se las arregló para congelar depósitos, arruinar a millones de ahorristas, proteger bancos que igualmente terminarían quebrados y dolarizar la economía. Los ecuatorianos todavía recuerdan su gestión catastrófica por un hecho cotidiano: el país no logró volver a contar con una moneda propia.

Mahuad cayó tras el llamado Feriado Bancario, en el que quebraron 20 bancos y se congelaron las cuentas de miles de ahorristas: un corralito a la ecuatoriana. El presidente fugaz fue derrocado por una rebelión de indígenas. Mahuad entonces huyó hacia la embajada chilena, y el Congreso lo declaró cesante por abandono de poder. El amigo de Durán Barba después se escapó a los Estados Unidos. En 2014, la justicia lo condenó a doce años de cárcel común, por el delito de peculado y el congelamiento bancario de 1999.

En 1998, Jaime Durán Barba asumió como secretario de la Administración Pública de Mahuad. Se trata de un cargo que equivale a la jefatura de gabinete argentina. En aquella oportunidad no sólo salió de las sombras del consultor, como lo haría más de 15 años después de la mano de Mauricio Macri en la Argentina. Jaime fue más allá: además de levantar el perfil, aceptó ser el Marcos Peña de su amigo Jamil Mahuad. Lo pegó ese salto tras haberlo asesorado durante la campaña. 

En la administración del De la Rúa ecuatoriano, Durán Barba y Guillermo Lasso compartieron fugazmente el gabinete. Antes de orientarse a la aventura política, Lasso había presidido el Banco de Guayaquil por casi 20 años. A comienzos de los noventas, había llegado a liderar la Asociación de Bancos Privados del Ecuador.

En agosto de 1999, el actual presidente electo fue nombrado ministro de Economía. Pero Lasso tuvo diferencias con Jamil Mahuad sobre el rumbo de la economía y renunció apenas 37 días después de haber asumido. El banquero ya era amigo de Durán Barba. Y la cercanía duró casi una década, hasta que se pelearon agriamente.

La amistad se cortó de manera desagradable hace unos diez años y no volvimos a hablar una palabra. Hasta que después de la primera vuelta conversamos

La amistad se cortó de manera desagradable hace unos diez años y no volvimos a hablar una palabra. Hasta que después de la primera vuelta conversamos”, admitió Durán Barba. El consultor lo contó el 3 de abril pasado en el programa radial La Pizarra, conducido por otro asesor político, el español Alfredo Serrano Mancilla, a su vez un economista y director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).

Uno de los dirigentes que facilitó la reconciliación fue un amigo en común: Jaime Nebot, el líder del Partido Social Cristiano y alcalde de Guayaquil por 19 años. Eterno presidente frustrado de Ecuador, Nebot creía que este año finalmente sería su turno. Erró una vez más, y decidió aliarse a Lasso para evitar una vuelta del correísmo al poder. Así, Nebot y Durán Barba terminaron trabajando para el Movimiento Político Creando Oportunidades (CREO), el partido conservador del banquero Lasso. Nebot se paró al lado del presidente electo durante el discurso de celebración de Lasso. 

El triunfo del banquero en balotaje resultó una sorpresa. En primera vuelta, el correísta Andrés Arauz había ganado con el 32,72% de los votos sobre el 19,74% de Lasso. La brecha parecía irremontable. Antes de la elección, Durán Barba había coqueteado con otro postulante: el ambientalista e indigenista Yaku Pérez, quien quedó en la puerta de entrar al balotaje. Incluso el consultor había recibido a Pérez en su caserón de las afueras de Quito. Durán Barba sintió una afinidad especial por la esposa de Yaku, la franco-brasileña Manuela Lavinas Picq, profesora, ecologista y periodista. El consultor ecuatoriano lo percibió muy similar a la activista Marina Silva, exsenadora y excandidata a presidenta de Brasil. Tras romper con Lula da Silva, de quien era ministra de Medio Ambiente, Silvia fue cliente de Durán Barba.

 “Quiero agradecer a Jaime Durán Barba y a Santiago Nieto quienes me acompañaron en esta segunda vuelta electoral guiando estratégicamente nuestro camino”, afirmó Lasso en la noche del domingo, cuando ya su victoria era un hecho. El gurú electoral, en tándem con su socio histórico Santiago Nieto, fueron de los primeros en recibir el elogio del nuevo presidente ecuatoriano.

“Andrés Arauz hizo una buena campaña. Aunque parezca zurdo, se mostró distinto. Eso es importante. Entró en la gente. Su juventud lo favoreció mucho frente a Lasso, que hizo una campaña horrible, de ideas y planteos que lo envejecían. Pero la presencia de Rafael Correa empieza a aplastar a Arauz. Lo desplaza de la pantalla. Y eso tendrá un costo”, analizó Durán Barba ocho días antes del balotaje. Para entonces ya estaba metido de cabeza en la campaña de su amigo Giiermo, tal como pronuncia Jaime con su tonada andina.

¿Qué fue primero que hizo Durán Barba cuando asumió como asesor de Lasso? Una encuesta. La concretó Informe Confidencial, la encuestadora que fundó en 1979. Si bien Durán Barba es el frontman de la consultora, Santiago Nieto es su socio y el encargado de realizar las investigaciones cuantitativas. ¿Qué resultado les dio el primer sondeo? Una enorme ventaja de Arauz, por 42 puntos contra 28 de Lasso. La última, ordenada pocos días antes de la segunda vuelta, ya pronosticaba un empate: 37 37. Una semana antes del balotaje, Durán Barba anticipaba una diferencia de 5 puntos en favor de su coacheado. Es decir, acertó el resultado definitivo con una precisión asombrosa. 

El aporte duranbarbiano en la campaña de Lasso fue similar al que hizo durante el ascenso de Macri, entre 2005 y 2015. A ambos empresarios los normalizó. Les pasó photoshop por el cuerpo, hasta volverlos más empáticos y cercanos. A Macri, Durán Barba lo disciplinó como a un hijo querido, uniformando el tono que adoptarían los demás dirigentes de la factoría macrista. Con Lasso aplicó la misma fórmula, aunque de manera exprés. Lo liberó de los grilletes de la politiquería, de la ideología y de su pasado como banquero. 

Jaime construyó un puente entre Lasso y los jóvenes (votantes) que tienen entre 16 y 29 años y representan el 60% del electorado en Ecuador. Incluso lo convenció de protagonizar videos, siempre al borde de la vergüenza ajena, con influencers en TikTok. Una de las performances le valió más de 200 mil likes. “En vez de pretenderse estatua, se presentó como lo que era: un candidato con sentimientos. No era el profeta que sabe todo y predica”, describió el coach, en su habitual columna dominical del diario Perfil.

Pero Durán Barba metió un gol más específico durante la campaña entre Lasso y Arauz. Promocionó un eslogan con rima que se hizo hashtag y que fue utilizado como chicana por el banquero, en pleno debate televisado contra el candidato del correísmo. En el momento de los cruces entre ambos aspirantes a la presidencia, el banquero asesorado por Jaime le habló directamente Araúz y le pidió con sorna: “Andrés, no mientas otra vez”. 

¿Se trató de una mini-campaña sucia? Durán Barba lo niega. “Lo de ´Andrés, no mientas otra vez´ es un elemento técnico, un meme drop, una broma que se define como algo gracioso, que no es agresivo ni ideológico. No es decirle ´sos un ladrón´. Es otra forma de comunicación”, se jacta el gurú. 

Casi seis años después de haber empujado a Macri a La Rosada, el fabricante de presidentes lo hizo de nuevo. Esta vez, en Ecuador y con un exbanquero de 65 años. A diferencia de lo ocurrido con Mahuad, ahora Durán Barba no considera la posibilidad de ser parte del gabinete de Lasso. Y ni siquiera se muestra demasiado optimista sobre cómo será la gestión del banquero. En la entrevista radial con Alfredo Serrano definió la inminente presidencia de Lasso como una incógnita. “En la campaña el único objetivo es ganar las elecciones, no educar a la gente. Después en el gobierno llega el momento de ser responsable”, advirtió Durán Barba. Para esa etapa, el coach ya no estará allí.

AF

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