Comer polenta y cagar en un balde: Milei se sube a la tradición de memes antiperonistas
El acuerdo de Mauricio Macri y los halcones del PRO con Javier Milei vino con un cambio fuerte en la narrativa del candidato opositor, de cara al balotaje del 19 de noviembre. Con sus traspiés y desprolijidades, esta nueva versión del economista libertario se desdice en buena medida de su retórica privatista, y promete educación y salud pública de calidad en un llamado a la “tranquilidad” del electorado no oficialista que todavía le es esquivo.
Esta nueva retórica que recuerda a la máxima de Macri en 2015 “no vas a perder nada de lo que ya tenés” busca enmarcarse en el persistente discurso de Milei contra la casta política, que será la que “pagará el ajuste”. Usuarios críticos del candidato retomaron esta idea y señalaron con comicidad su similitud con el lema de la izquierda “que la crisis la paguen los capitalistas” como la versión derechista de una lógica que entienden como demagógica e irreal: depositar todos los problemas del país en un único grupo social (y particularmente poderoso) sobre el cual se accionaría, coercitivamente, desde el gobierno.
Diciembre de 2017: Sátira de la campaña electoral de Macri en 2015 en el contexto del proyecto de reforma previsional, punto de inflexión y declive del apoyo popular al gobierno de Mauricio Macri, luego de ganar en la mayoría de las provincias (entre ellas Buenos Aires, contra Cristina Fernández de Kirchner) la elección de medio término.
Parodia del flyer de Iñaki Gutiérrez que convierte a Javier Milei en Nicolás Del Caño, por las similitudes percibidas en los lemas “que los políticos pagan el ajuste” y “que la crisis la paguen los capitalistas”.
Contrastando con el llamado a la calma del giro estatista de Milei, aparecen en su discurso de campaña otros elementos que también dialogan con la sensibilidad y retórica antiperonistas: la visión crítica de los votantes y prodestinatarios del oficialismo.
Cagar en un balde
Por segunda semana consecutiva Javier Milei publicó un meme que generó mucha conversación. Esta vez sin leones ni patitos mimosos. En su lugar, Morpheus, el personaje de la franquicia cinematográfica Matrix nos da a elegir entre dos píldoras: la de la dignidad o la de “cagar en un balde”.
Captura de @ElPibeFaulkner de la publicación original de Javier Milei en su cuenta de Instagram.
La pieza hace referencia a una escena clásica del primer episodio de la saga. Otra distopía, que como repasamos en esta columna hace un par de semanas, alimentan asiduamente las metáforas que los libertarios usan para narrar su lugar en la política argentina. Morpheus encarna el arquetipo narrativo del mentor o guía, en este caso que conduce al héroe –Neo– a través de su misión. Morpheus da a elegir a Neo aceptar el llamado a la aventura tomando la píldora roja que le permitirá despertar de la ilusión en la que vive (salir de la matriz), u olvidarse de todo y vivir en la ignorancia mediante la píldora azul. De ahí que se haya vuelto común en foros y espacios de discusión en Internet pedir información sobre un tema u otro mediante el neologismo “redpill” (difícil de traducir, podríamos decir ¿rojoempastillar?): el pedido de que alguien nos muestre la verdad sobre un tema, por lo general en charlas donde suelen abundar teorías conspirativas capaces de descreer de las verdades más demostradas (como que la tierra es redonda, por ejemplo). La realidad cotidiana es la ilusión de la cual despertar.
La metáfora de la píldora roja es un meme de la revelación de una verdad incómoda. Este meme particular de Morpheus se ha utilizado también como un chiste sobre las alternativas banales de la gente común. Sin embargo, la evocación que hace Milei no propone nada banal ni cómico sino que vehiculiza la representación estigmatizante de la pobreza que ha sido característica del antiperonismo en las redes sociales.
La figura de “cagar en un balde” no es una ocurrencia nueva ni del propio Javier Milei. La misma se puede encontrar en un móvil de A24 del 16 de marzo de este año, durante la protesta de un grupo de vecinos del barrio de Wilde, en Avellaneda, por cortes de luz. Durante el móvil se abordó a varios protestantes que fueron contando las dificultades de su vida diaria, las cuales eran recibidas con comentarios de indignación del conductor Esteban Trebucq. Una de las entrevistadas dijo estar también sin agua por la falta de energía. “¿Y cómo te bañás?” preguntó el notero, a lo que otro vecino interrumpió: “¡cagamos en bolsitas en un balde! ¿A vos te parece que está bien?” El fragmento fue replicado por el canal de YouTube Agarrá la pala, dedicado a difundir noticias y entrevistas de tendencia opositora –y que celebran a Milei y sus allegados– con el titular: “Mientras tanto en el kongourbano: tengo que c4g4r (sic) en un balde”.
Significantes de la escasez
Con su publicación de esta semana Milei se apropió de una figura que estaba de algún modo asentada en el repertorio de las expresiones más críticas del peronismo y sus votantes en redes sociales. A lo largo de estos cuatro años hemos visto todo tipo de ocurrencias en esta línea, desde la conversión del nombre del presidente a “Almuerzo Fiambrez” y el de la primera dama en “Fiambrola” a los memes de la polenta con los cuales se satirizó la promesa trunca de una recuperación económica que el actual oficialismo, en campaña, presentó como “recuperar el asado”.
La burla al electorado peronista lo caracteriza como un colectivo que opta por la miseria en la que vive y es obsecuente con sus perpetradores políticos. Esta línea de discursos se potenció esta semana con el desabastecimiento de combustibles, señalando al ministro de economía y candidato a presidente Sergio Massa como el principal responsable.
El usuario @usdTermo agradece a Milei por compartir un meme que él mismo le sugirió sobre el desabastecimiento de combustible, que responsabiliza al ministro Massa.
Pieza compartida por ElBuni que ilustra lo que, para los seguidores de Milei, es la deriva decadentista del votante de Unión por la Patria.
La última pieza apuntala la narrativa sobre la gestión del gobierno y la recepción de sus partidarios como una suerte de escalada decadentista: primero el gobierno les saca los dólares, después la nafta y eventualmente la comida, todas privaciones que el electorado y la militancia desestimaría sobre distintos argumentos pseudoverosímiles. En la última viñeta se hace mención a la supuesta recomendación oficial de comer bichos, una de las fake news con las cuales se operó en redes el rechazo a la gestión nacional.
Burla al cantante Wos por sus expresiones recientes contra Milei donde el rapero promueve las “políticas de hambre” (comer bichos) del competidor Sergio Massa.
Giros
La semana pasada decíamos que, en el afán de borrar las agresiones contra otros espacios (en especial Juntos por el Cambio) para encolumnar a la oposición detrás de su candidatura, Milei y sus seguidores en redes incurrieron en memes positivos que celebran la unidad con imágenes armoniosas y caracterizaciones virtuosas de sus pretendidos aliados. Los volantazos y reacomodamientos de una campaña que debe rever mucha de su estrategia sobre la marcha, sumados a los vertiginosos tiempos de las redes sociales dificultan cualquier tipo de estabilidad y predicciones. Esta semana, a base del conflicto del combustible (en el cual la responsabilidad del gobierno es más que plausible) y de una serie de malintencionadas fake news acusando fraude electoral (entre otras), La Libertad Avanza vuelve a la negatividad y la ofensiva, montándose con más fuerza en la imaginería y conceptos antiperonistas y antipopulares que han alimentado a los usuarios macristas durante tantos años.
Teniendo muchos votantes en los sectores populares, que tienen a su vez buena imagen de Cristina Kirchner, es una incógnita si esta estrategia retendrá el voto desencantado con el peronismo que vio en Milei una nueva representación para esos públicos. Usuarios, periodistas y comentadores que se expresaron críticamente sobre los rasgos elitistas y estigmatizantes de la publicación de Milei parecen inclinados a pensar que no. Sin embargo, vale preguntarse si acaso la procedencia popular de estas figuras de la miseria –que, más o menos operadas, vienen como vimos de la propia gente y de sus consumos televisivos populares– no es leída por estos votantes como una descripción de su realidad lamentable más que como una caracterización peyorativa de sí mismos. Milei, por su parte, ya dio a la sociedad su ultimatum. Sobre la idea elitista de que “los pobres eligen ser pobres” Milei, como un Morpheus de nuestra historia, los intima a elegir.
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