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Un territorio clave para las PASO nacionales

La inseguridad y la protesta social resignifican las batallas electorales del Conurbano

La casa del padre de Morena Domínguez, en Villa Diamante, en Lanús, este jueves, cuando familiares, amigos y vecinos despidieron los restos de la niña de 11 años.

Mauricio Caminos

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“A tan pocos días de la elección, lo que pasó te puede complicar muchísimo”. El descarnado comentario de un intendente peronista en uno de los distritos más importantes del conurbano dimensiona el impacto que podría generar el doloroso crimen de Morena Domínguez en las urnas el domingo próximo. La muerte de la nena sucedió en Lanús, también partido del primer cordón del Gran Buenos Aires, pero gobernado desde hace ocho años por Juntos por el Cambio. “Le podría haber pasado a cualquiera”, remató la fuente para desligar a Néstor Grindetti de exclusivas responsabilidades, cuando la policía depende de la provincia, pero a la vez para enfatizar que el delito no distingue los límites municipales. El jefe comunal que habló en off con elDiarioAR irá por su primera reelección bajo el sello de Unión por la Patria.

Al caso de Morena se sumó en menos de 48 horas la muerte del militante social Facundo Molares tras una dura represión de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. También hubo una feroz avanzada policial en Constitución por una protesta de tercearizados del tren y se sucedieron otros asaltos trágicos en distintos puntos alrededor de CABA.

El peligroso combo de inseguridad y reclamos sociales visibilizan el deterioro que hay en el área metropolitana, que suele tener génesis en la provincia, es decir del otro lado de la General Paz, pero se desbordar por las calles y los medios capitalinos.

Son episodios que pueden resignificar la disputa electoral que habrá en los distritos que rodean a la Capital Federal, y que componen la Primera y la Tercera sección electoral bonaerense: allí viven casi 10 millones de personas habilitadas para votar –a grandes rasgos, casi un tercio del total país–. Las batallas locales, que serán varias y con fuerte impronta tanto JxC como UP, tendrán un ineludible impacto nacional, porque muchas veces la boleta presidencial se tracciona desde abajo, por los tramos municipales.

Lanús y JxC como oficialismo

Para empezar por el epicentro de la noticia de la semana, Grindetti tiene en Lanús el enorme desafío de pasarle la posta a Diego Kravetz, justamente su secretario de Seguridad, que aspiraba cómodo a sucederlo al frente de la intendencia tras 8 años de gestión, bajo el paraguas de la boleta nacional de Patricia Bullrich. El funcionario municipal quedó envuelto en la polémica alrededor del caso, porque fue desde el poder local que se transmitió a los medios que los atacantes de Morena eran menores de edad. Finalmente se supo que los autores materiales del crimen eran dos hermanos, de 25 y 28 años. 

“Esto no deja de ser un cisne negro. No te puede pasar nada en tu propio distrito a tan pocos días de las elecciones”, analizó en diálogo con el elDiarioAR un operador amarillo con recorrido en la Tercera sobre el caso delictivo. Pese a que Lanús es un distrito cambiemita, Horacio Rodríguez Larreta bancó a un postulante propio: Ignacio Moroni, con pasado peronista. 

En la interna de UP en Lanús creen que la bronca social generada por el caso Morena podría volcarse a su favor. Las PASO son una foto de la división entre las tribus principales del oficialismo: se enfrentan Julián Álvarez, de La Cámpora; Agustín Balladares, del Movimiento Evita, y Nicolás Russo, del massismo. “Quedó sin efecto el relato de que la gestión municipal es la seguridad”, dijo a este medio uno de ellos, que el mismo miércoles tuvo contacto con el padre de Morena.

Solo funcionó para JxC el formato de la “V” en Vicente López, donde Jorge Macri consiguió que la única candidata sea su alfil Soledad Martínez, después de haber sido él bendecido por todo el PRO para buscar retener la Capital Federal

En otros cuatro municipios propios, JxC tendrá internas: Tres de Febrero, San Isidro, La Plata y San Miguel. Sobresalen en esas disputas que Diego Valenzuela es el jefe de campaña bonaerense de Larreta y tendrá PASO en Tres de Febrero con el bullrichista Gustavo Spalletti. El radical Gustavo Posse dejará de ser cacique de San Isidro luego de 24 años –va como vice de Diego Santilli– y su hija Macarena disputará la sucesión con el bullrichista Ramón Lanús. Y hubo militancia en La Plata para favorecer el corte de boleta de Julio Garro con Bullrich, pese a que el intendente se acomodó con Larreta.

Solo funcionó para JxC el formato de la “V” en Vicente López, donde Jorge Macri consiguió que la única candidata sea su alfil Soledad Martínez, después de haber sido él bendecido por todo el PRO para buscar retener la Capital Federal. El jorgemacrismo se comprometió a fiscalizar en su terruño las dos boletas presidenciales –algo que no pasará en los demás distritos–. 

En las últimas horas en los comandos de Larreta y Bullrich daban por seguro que llegaron a juntar los cerca de 50 mil fiscales necesarios para resguardar sus votos en todo el conurbano. El GBA será clave para dirimir las PASO cambiemita, sobre todo porque el jefe de Gobierno apuesta todo a la figura de Santilli podrá sacar una ventaja considerable que emparde el liderazgo que aparenta la exministra en el resto del país. “Nosotros hasta ahora siempre la tuvimos arriba a Patricia”, confesó el intendente peronista consultado.

UP, en vilo por La Matanza

Si JxC mirará ahora de reojo cómo se salda la elección en Lanús, UP aprieta los dientes para ver el resultado en La Matanza. En el distrito más populoso del conurbano –más de un millón de electores– y bastión histórico del PJ habrá PASO por por primera vez, luego de que Fernando Espinoza habilitara a competir a Patricia “Colo” Cubría, legisladora bonaerense y pareja de Emilio Pérsico, mandamás del Movimiento Evita. 

“De mínima, tenemos un empate técnico”, se confiaron por el desafío desde la mesa chica de Cubría. Las encuestas la marcan cerca, pero detrás. Aunque quizás no ganarle, su candidatura podría dañar a Espinoza, que consiguió la semana pasada que la propia Cristina Fernández de Kirchner lo reciba –con gestos cinematográficos– en su despacho del Senado, luego de que “la Colo” se mostró con Sergio Massa, quien suspendió a último momento una caravana por La Matanza el sábado pasado. La dirigente social tuvo después una imagen con Juan Grabois, que lleva las dos boletas locales.

En UP buscaron contener el nivel de confrontación en el territorio, que escaló a los tiros a finales del año pasado por parte de una patota contra militantes del Evita. Eso motivó incluso el involucramiento de Máximo Kirchner, consciente de la importancia del partido para retener el poder provincial, además del nacional. El acuerdo no explicitado entre el PJ y el Evita fue que las PASO municipales permitan “multiplicar el empuje desde abajo hacia arriba”. La fiscalización, pese a todo, será independiente. 

JxC busca pescar votos en ese río revuelto peronista, con una interna de espejos entre el larretista “Toty” Flores y el bullrichista Lalo Creuse, dos dirigentes sociales. Incluso Javier Milei hizo campaña fuerte en La Matanza y nominó al cumbiero David “El Dipy” Martínez como su candidato. En el oficialismo imaginan, más allá de la disputa, un piso “unificado” de “entre 40 y 45 puntos”. Es bajo, si se considera que UP necesita sacar mucha diferencia allí –así como en otros bastiones peronistas, como Lomas de Zamora, Quilmes, Almirante Brown, Esteban Echeverría, Avellaneda o Ezeiza– para llegar con chances a octubre.

Las otras PASO calientes del conurbano

En UP habrá otras batallas interesantes, a raíz del desafío que busca representar el Evita de Pérsico al status quo del aparato. En San Martín, que gobierna Fernando Moreira, delfín del ministro Gabriel Katopodis, el retador es el diputado nacional Leo Grosso. En Moreno la historia es al revés: busca retener el dominio de Mariel Fernández, en disputa con el massista Damián Contreras y el dirigente social Eduardo Balán.

Más descarnada fue la interna peronista en Hurlingham, luego del retorno al poder local del exministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta. Ese movimiento desbancó al frente del municipio al camporista Daniel Selci, que se hizo cargo en el interregno por ser el primer concejal: hoy es su retador. En la campaña hubo cruces de acusaciones por “sobresueldos” y hasta Máximo Kirchner jugó muy fuerte para su delfín: apareció en su acto de lanzamiento junto a Wado de Pedro. Los dos precandidatos se dan como ganadores en la previa.

En el conurbano hay un cóctel explosivo que se va a develar el domingo

Y también genera expectativa qué pasará en Tigre, donde Massa movió sus hilos para que el intendente Julio Zamora solo compita en las PASO bajo la boleta de Grabois. Buscó beneficiar así a su esposa, Malena Galmarini, presidenta de AySA (Agua y Saneamientos Argentinos), que va por el municipio. El actual jefe comunal protestó judicialmente pero tuvo el rechazo de la Cámara Nacional Electoral para revertir esa decisión. “Vamos a perder votos en la categoría de presidente y vamos a perjudicar a Axel Kicillof”, vaticinó Grabois, que se mostró con Zamora esta misma semana.

Dicho panorama de internas cruzadas, tanto en el oficialismo como en la oposición, más el impacto que podría tener los casos de Morena Domínguez y Facundo Molares en un Conurbano ya de por sí golpeado –el nivel de violencia es más del doble que el promedio nacional y la pobreza llega al 45%, según el INDEC– arma una trama compleja sobre el cual la sociedad dará su veredicto en las urnas. Como apuntó, con olfato y la piel curtida, el intendente peronista: “En el Conurbano hay un cóctel explosivo que se va a develar el domingo”.

MC/MG/JJD

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