Política Obrera, la agrupación de Jorge Altamira, consiguió aval judicial como partido nacional

Con representación en cinco distritos y más de 20 mil afiliados, Política Obrera, la agrupación que responde a Jorge Altamira, obtuvo el reconocimiento judicial como partido político de alcance nacional. Así lo resolvió ayer la jueza María Servini de Cubría y de esta manera el partido podrá presentar candidatos para presidente y vice en las próximas elecciones.

Política Obrera surgió luego de que en 2019 Altamira, histórico dirigente del Partido Obrero, fuera expulsado de la agrupación. A partir de esa escisión se formó este nuevo partido que tiene como sus principales referentes, además de Altamira, a Ramal y Eva Gutiérrez,

A partir de la decisión de Servini de Cubría, Política Obrera quedó legalmente conformado en Ciudad y provincia de Buenos Aires, Tucumán, Salta y Santiago del Estero. Entre esos distritos suman más de 20 mil afiliados. Pero además, continúan los trámites para avanzar en la legalización en Jujuy, Santa Fe, Catamarca y San Juan.

“La denominación ´Política Obrera´ reivindica al nombre original de la organización que fundó el Partido Obrero en 1983”, señaló la agrupación en un comunicado.

Por su parte, Altamira señaló: “Política Obrera intervendrá en una campaña electoral que tendrá lugar bajo el horizonte cercano de una nueva cesación de pagos, un megaajuste contra el pueblo y, como consecuencia de ello, una rebelión popular. La campaña electoral será un episodio de esa crisis, y debe servirnos para preparar políticamente a una vanguardia de trabajadores para los episodios revolucionarios que se vienen”.

Tras la conquista de la personería electoral, Política Obrera tendrá un Congreso, entre el 6 y 9 de abril, donde darán a conocer la plataforma y sus precandidatos.

Marcelo Ramal agregó que “mucho antes de la inscripción de listas, el curso de los comicios ha sido delineado, no por la voluntad popular, sino por los acreedores de la deuda pública, cuyas aspiraciones se reparten entre los Massa, Larreta o Milei. El carácter impagable de la deuda acumulada plantea la disyuntiva entre la contrarrevolución económica o una iniciativa histórica de las masas. Abonando esta última perspectiva, llevaremos adelante una campaña electoral que sirva para unificar a los trabajadores en una salida política socialista”.